Suelo estar atento a las últimas novedades de
la arqueología y la paleoantropología, a ver si desde el mundo académico me
sorprenden con un nuevo enfoque científico o con investigaciones reveladoras,
pero visto lo visto me reafirmo en lo que escribí hace no mucho: que el
paradigma –que sigue en sus trece evolucionistas– hace aguas, se hunde en el
Pacífico (y otros lugares) y continúa dando tumbos en cuanto al controvertido
origen del hombre. Ahora mismo, según una información difundida por muchos medios de comunicación, un equipo internacional de 22 científicos liderado por la arqueóloga
Eleanor Scerri, de la Universidad de Oxford, después de poner en orden
las piezas disponibles sobre el origen del hombre moderno, ha llegado a la
conclusión de que la vieja teoría de un único lugar de origen del ser humano ya
no se sostiene. Recordemos que durante un siglo el paradigma ha defendido una
cierta evolución en los primates en regiones concretas de África que
habría dado paso al proceso de hominización en el citado continente, y que de
allí el hombre habría saltado al resto de masas continentales; esto es lo que
popularmente se ha llamado la teoría “Out-of-Africa”.
Esquema espacial y cronológico de la teoría Out-of-Africa |
Para tratar de dar cobertura a esta tesis, el
equipo de Scerri incide en la importancia de los cambios climáticos, que
provocaron aislamientos y acercamientos entre las diversas comunidades, que a
veces podían estar separadas por ríos, montañas, desiertos, selvas, etc., pero que según se suavizaban las
condiciones más duras, podían darse nuevamente las migraciones y los contactos.
Esto, de algún modo, explicaría la innegable diversidad espacial y temporal que
recoge el registro paleoantropológico, con ejemplares de sapiens
separados por enormes distancias y muchísimos miles de años.
Reconstrucción del Homo naledi |
Por lo demás, Scerri apunta con acierto a que
durante décadas ha existido un afán por protagonizar grandes descubrimientos y
por llevarse el gato al agua a la hora de ajustar la teoría darwinista a los
hallazgos de campo. Así, no esconde que ha existido cierto divismo e incluso guerra
de trincheras entre equipos de Sudáfrica y de África oriental en una
especie de competición por “encontrar lo mejor” y “tener la razón”. De esta
manera, no ha sido nada extraño leer en las noticias que el paleontólogo X y su
equipo declaraban –a bombo y platillo– haber descubierto un cierto cráneo muy
singular, tras lo cual ya se ponían la medalla de haber dado con el origen de
la humanidad, o el mítico eslabón perdido. El caso reciente del Homo naledi,
que despertó expectativa, cautela y desdén a partes iguales, es buena muestra
de ello.
Con todas estas explicaciones, se me ocurren
algunas reflexiones finales que paso a enumerar:
1. La
propia teoría “Out-of-Africa” ya hace años que se está tambaleando, porque han
ido apareciendo ejemplares de homínidos extraordinariamente antiguos en
distintos puntos del planeta. Las dataciones caen por su propio peso y ya no se
pueden negar. A este respecto, las supuestas migraciones desde África tendrían
que haber ocurrido muchísimo antes de lo que se acepta. Además, incluso desde
ámbitos científicos ortodoxos se ha empezado a insinuar la existencia de largos
procesos evolutivos humanos fuera de África, y que ello implicaría también al H.
sapiens. El último mazazo en este campo ha sido el hallazgo de un conjunto
de toscas herramientas líticas en China con una datación de nada menos que 2,1
millones de años, que se han atribuido al Homo erectus o incluso al Homo
habilis (por un mero prejuicio cronológico, como ya es costumbre[2]).
En fin, puestos a hablar de chauvinismo científico, desde China –o Asia en
general– hace tiempo que se están mostrando pruebas muy significativas y la
comunidad científica occidental sigue mirando para otro lado.
Reproducción del cráneo del "Hombre de Pekín" (H. erectus asiático) |
2. Las
nuevas propuestas sobre diversas poblaciones de pre-sapiens que
conformaron al sapiens tal como lo conocemos constituyen un brillante
ejercicio de fantasía e incluso un sutil varapalo al darwinismo más ortodoxo.
Después de décadas hablando de sustitución (“mejora”) de unas especies por
otras por selección natural, de la lucha por los recursos y de la supervivencia
del más apto, del papel de las mutaciones genéticas aleatorias, etc. ahora
resulta que los cambios anatómicos y conductuales que condujeron al humano
moderno fueron fruto del cruce y del intercambio cultural[3],
aunque bien es cierto que no se presentan sólidas pruebas que respalden este
postulado. ¡Bravo!
3. De
todos modos, esta posición de “diversidad” no aclara en absoluto el origen del
humano moderno en términos evolutivos, según los propios axiomas darwinistas.
Si los sapiens proceden supuestamente de especies “inferiores”, como el H.
erectus (en África, el llamado Homo ergaster), ¿hay que suponer que
había también varios grupos de homínidos primitivos que evolucionaron a la vez
en distintos lugares y épocas hacia formas “modernas”? Porque la visión que
plantea Scerri es que hubo un intercambio genético entre poblaciones que
reconocemos como sapiens (aunque fuesen muy arcaicos). Pero, ¿quién
había antes allí? ¿Con qué clase de magia aparecen procesos evolutivos propios
en tres zonas tan alejadas entre sí?
4. El
concepto de que el humano moderno ya habría salido bien definido de África,
tras estas supuestas hibridaciones, es un relato especulativo. Cabe recordar
que miles de años más tarde nos encontramos en Europa con el hombre de
Cro-Magnon, que era un individuo robusto y con una altura media que rondaba los
dos metros. Sin embargo, el humano moderno parece ser una versión un poco más
ligera y reducida de dicho individuo. En cualquier caso, la diversidad racial
del hombre moderno en tantos lugares del mundo sigue siendo un pequeño misterio
que nadie ha desvelado aún y que se mantiene en el limbo de los cambios
adaptativos al entorno natural, con la consabida aportación de las mutaciones
aleatorias que se aprovechan en uno u otro sentido.
5. La
interpretación del propio registro arqueológico podría estar contaminada por el
sesgo de querer ver “evolución de especies” en vez de una simple diversidad
racial o morfológica, que es lo que apreciamos hoy en día en las poblaciones
humanas. Por ejemplo, una chica de raza blanca nórdica se podría juntar hoy en
día con un aborigen australiano y tener descendencia, y nadie los considera
individuos de “especies” diferentes. En este sentido, existen evidentes
diferencias anatómicas entre un neandertal y un sapiens, pero bien que
se unieron y se reprodujeron entre ellos. Y parece probado que otras “especies”
se cruzaron con el sapiens o bien entre ellas. Lo que está claro es que
no podemos tener hibridación con ningún simio. Eso sí que es una diferencia.
Una propuesta de árbol genealógico de la Humanidad |
Y ya puestos a criticar el oportunismo de la
ciencia, veo en esta historia una propaganda multicultural y multiétnica proyectada
sobre el pasado, que sin duda encaja de maravilla en la corrección política imperante,
pero que como ya he señalado excluye cualquier factor no-africano, y no explica
la tremenda diversidad de razas de sapiens en todo el planeta ni el propio origen del hombre
moderno. En todo caso, si se reconoce que en los últimos 300.000 años los restos
humanos muestran una cierta diversidad o mezcla de rasgos arcaicos y modernos,
nos podríamos preguntar hasta qué punto es lícito poner fronteras bien
delimitadas entre las especies de homínidos y buscar relaciones de evolución
entre ellas.
© Xavier Bartlett 2018
Fuente imágenes: Wikimedia Commons
[1] También es
procedente señalar que hace unas décadas, al H. sapiens no se le daba
más de 100.000 años de antigüedad; luego se aceptó, por pruebas fósiles y
genéticas, que los primeros humanos modernos podrían remontarse a unos 200.000
años, y recientemente los hallazgos de restos humanos en Jebel Irhoud (Marruecos) han sido
datados en más de 300.000 años. Aparte, existen otras investigaciones genéticas
que apuntan a que los rasgos modernos ya estaban presentes hace centenares de
miles de años, antes de que se diera una cierta diversificación o bifurcación
de homínidos.
[2] En todo
caso, los especialistas aseguran con el mayor aplomo que los autores de esas
herramientas “vinieron de África”.
[4] Véase en
este blog el artículo de Sandín sobre el origen del hombre, en tres partes.
7 comentarios:
Yo voy a dejar caer esto por aqui,aun a riego de dar la impresion de estar fuera de contexto o de lugar y parecer la opinion de un infeliz ignorante.
El origen del Hombre ,es una cuestion de dificil soluccion por no decir casi imposible,si no ponemos a Dios en la ecuacion,y esto supone aceptar la definicion que nos da la metafisica y la filosofia de Dios .-
" Omniscente,Omnipotente,Inmaterial y Atemporal ".
1º/ Conocer el origen del Ser Humano,implica conocer previamente el origen de la Vida,dando respuesta a las preguntas,¿como? ¿cuando? ¿donde? y ¿porque?
2º/ Conocer el origen de la vida,implica conocer previamente el origen del Universo,dando respuestas a las mismas preguntas anteriormente mencionadas.
La fisica y la astrofisica,nos dicen como comenzo todo,pero nada mas.
No no va aser facil descubrir el origen del ser humano,con una vision unicamente materialista,yo sigo pensando que sera imposible.
No recuerdo quien dijo," Poco conocimiento de la ciencia,te vuelve incredulo y ateo,mucho conocimiento te devuelve a Dios "
Y eso es lo que esta pasando actualmente con las ciencias empiricas,todos los caminos conducen inexorablemente a conclusiones que son pura Teologia.
Gracias por compartir su articulo,un saludo.
Amigo anónimo,
Gracias por su comentario. Tengo que decir que comparto básicamente su reflexión, y que desde una perspectiva materialista (donde se sitúa el darwinismo) no se va de verdad a ninguna parte. Por otro lado, ahí está la conciencia y el "diseño inteligente", el concepto de Dios y la creación, aunque no desde un punto de vista religioso.
En realidad, esto nos llevaría a una discusión de tipo filósofico o metafísico, pero si nos quedamos en el plano "superficial", debe haber explicaciones a las manifestaciones del mundo material, entre las cuales está el ser humano. No tengo duda de que los humanos son simplemente "vehículos", pero me queda la pregunta de quién y cómo diseñó el vehículo, y qué "experimentos" hizo con él. (Dejo aparte la hipotética intervención de ciertos "mecánicos" que se dedicaron a manipular el vehículo...)
Saludos
Yo,como anonimo,voy a seguir retorciendo el asunto...Y no podría ser posible que si nuestra realidad es creada por la mente,esta no tiene capacidad para verse a si misma? Todos nuestros sentidos estan limitados a determinadas frecuencias y cuando los científicos miras al mundo microscopico como al macrocosmos no pueden interpretarlos...resumiendo...no puede ser que nos sea imposible conocer nuestro origen como conocernos a nosotros? Lo mismo que una camara de fotos no puede retratarse a sí misma?Perdon,es solo una reflexion....Excelente como siempre Xavier.
Gracias Ismael
Interesante tu punto de vista. Existe un enfoque filosófico sobre la conciencia que dice que de alguna manera somos "el instrumento de Dios para conocerse a sí mismo". Tengo mis dudas sobre ello. Posiblemente un árbol conoce mejor a Dios que nosotros...
Desde luego, podemos poner el debate en el ámbito de la conciencia o bien en el terreno del diseño y la forma (y por aquí iban mis tiros en esta entrada). Particularmente creo que el ser humano es un diseño inteligente, pues del caos y el azar no puede salir nada ordenado. Nos podríamos referir a Platón y a los gnósticos e incluso a la intervención torticera del Demiurgo como manipulador de los diseños, pero la compleja ciencia oculta que está detrás de la "creación" se me escapa por completo. En todo caso, el evolucionismo me parece muy pobre e indemostrable.
Saludos,
X
Hola Xavier, fantastica entrada, aunque no comento leo todas tus publicaciones de ambos blogs. Yo continuo "creyendo" que la humanidad ha recibido algunas "ayudas" en diferentes tiempos...claro que no se de quien...
abrazo
Pablo Caloca Dobarganes
Cascais
Hola Xavier. Felicitaciones por tu blog.
Desde hace tiempo me surge la siguiente pregunta: ¿Puede ser que distintas razas extraterrestres hayan modificado un ser primitivo para su servicio o experimentación?
Lo digo por la gran diferencia de rasgos que tiene la población actual. Espero haber sido claro.
Saludos desde América del Sur
Amigo anónimo,
Gracias por el comentario. Sí, desde luego esa propuesta es un clásico de la arqueología alternativa y yo no la descarto como mera hipótesis científica. Otra cosa es poder demostrarla. Pero que "alguien" nos haya manipulado como nosotros hemos manipulado los animales de granja o domésticos es algo plausible.
Saludos
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