viernes, 22 de abril de 2016

Las polémicas pirámides de Güímar (Tenerife)



Las llamadas “pirámides de Güímar” son un conjunto de seis construcciones en piedra de forma piramidal realizadas a partir de plataformas escalonadas, que se encuentran en el municipio de Güímar, al este de la isla de Tenerife. Para la gran mayoría del mundo académico, estas estructuras no son en realidad antiguas pirámides, sino construcciones modernas relacionadas con la actividad agrícola.

En cuanto a su aspecto, se asemejan mucho a otros monumentos afines hallados en lugares tan dispares como Sicilia, las islas Mauricio, y algunas islas del Pacífico. Después de haber sido olvidadas o ignoradas durante mucho tiempo, a finales del siglo XX fueron restauradas e investigadas parcialmente. En la actualidad, las pirámides forman parte de un gran parque etnográfico de carácter cultural-turístico, fundado en 1998 por el investigador noruego Thor Heyerdhal. 


Entrevistador y entrevistado con las pirámides de fondo
El documento que adjunto aquí es la entrevista que realicé a finales del pasado año 2015 a Manuel Fernández Saavedra sobre estas polémicas pirámides. Manuel Fernández es un investigador independiente de origen extremeño que lleva más de 30 años viviendo en Tenerife, donde ha estado estudiando la cultura y la arqueología locales con el máximo interés. De todo su trabajo, plasmado en el sitio web “bipolarypuntoes”, podemos destacar un documental específico sobre estas pirámides, en el que rebate los postulados del estamento académico y abre nuevas vías de investigación apenas exploradas. Asimismo, ha investigado el yacimiento de Igueste (también en Tenerife), en el que ha señalado la posible presencia de una raza de gigantes, asunto que ya traté en un reciente artículo en este mismo blog.



Entrevista a Manuel Fernández Saavedra


Pregunta: ¿Cuándo y cómo te empezaste a interesar por las pirámides de Güímar, que algunos llaman majanos? (Un majano es un amontonamiento de piedras sueltas que se produce como consecuencia de limpiar las tierras de labor, según definición de la RAE.)

Respuesta: Bien, lo cierto es que vivo aquí desde el año 80 y no sabía que existían pirámides en las Canarias; de hecho, había oído que se trataba de majanos, y por tanto no les di importancia. Quien me despertó en este asunto fue el arqueólogo que descubrió las pirámides de Bosnia, Sam Osmanagic, que vino aquí a Tenerife hace unos pocos años y habló de pirámides, exponiendo que las de aquí cumplen con los siete requisitos típicos de las pirámides. A partir de este punto empecé a interesarme, con el ánimo de visitarlas y estudiarlas, y descubrí que también había pirámides en Icod de los Vinos y en Los Cancajos, en la isla de La Palma.

Pregunta: Para situar un poco el tema, ¿qué dice la ciencia académica sobre este tipo de monumentos y cómo los data?

Respuesta: La versión oficial es que a mediados del siglo XIX un masón local llamado Antonio Díaz Flores compra esta finca y edifica una mansión –la Casa Chacona– alrededor de la cual se construyen estos “majanos” para sembrar cochinilla (planta típica canaria). Y la explicación que nos dan es que los monumentos están orientados de cierta manera a causa de los conocimientos masónicos del propietario, por capricho. Y la datación, obviamente, se situaría en esa época.

La Casa Chacona, frente al recinto del actual Museo de las pirámides

Pregunta: Con el conocimiento arqueológico que ya tienes de las islas y de la cultura local guanche, ¿relacionarías estas pirámides con esta cultura o crees que son más antiguas? 

Respuesta: Estoy casi convencido de que son más antiguas. Se ve que están llenas de herramientas aborígenes de la época más reciente, pero hay otras de aspecto más antiguo. Y donde más se ve es en las pirámides de Icod de los Vinos, donde aparecen herramientas guanches en la superficie y algunas mucho más antiguas –con una pátina increíble– en los muros, sobre todo en los rellenos.

Pregunta: ¿Se podría decir pues que las pirámides fueron construidas por una cultura “pre-guanche” y que los guanches las reaprovecharon?

Respuesta: Sí, casi seguro, porque aquí en Tenerife no se conocen construcciones tan perfectas de tipo vivienda. Por ejemplo, en Las Palmas se halló un poblado hecho de adobe o de piedras, con unas pequeñas calles; serían núcleos poblacionales. No obstante, en Tenerife sabemos que los guanches vivían en cuevas o en cabañas, no construyen con piedra de una manera tan sofisticada y menos aún reflejando ciertos conocimientos astronómicos. Por tanto, no podemos adjudicar las pirámides a los guanches; por fuerza deben ser anteriores.

Pregunta: Sobre el estado actual de las pirámides, ¿cómo describirías su estado de conservación y qué nos puedes decir sobre las investigaciones realizadas hasta la fecha?

Las pirámides se conservan en relativo buen estado
Respuesta: En cuanto al conjunto de las pirámides, hay que señalar que las de Icod y las de La Palma muestran un aspecto más deteriorado o dejado porque allí no se ha intervenido; de hecho algunas están derruidas. En algunos casos los muros están semiderrumbados y alguna pirámide en su centro también. Y en el caso de la pirámide más grande de Icod, no tuvieron mejor idea que hacer pasar una carretera por en medio y la tiraron, aunque hubo alguna resistencia ciudadana de carácter nacionalista. Sobre las de Güímar en concreto, cuando se recuperan en los años 90, apenas se tuvo que limpiar el terreno, colocar alguna piedra y poco más; se aprecia que estaban en bastante buen estado. En cualquier caso, vemos en todas pirámides que las plataformas centrales están rellenas de cascotes o escombros en vez de tierra fértil, lo que nos descarta definitivamente el uso de esos espacios para sembrar.

Pregunta: No obstante, parece ser que en las investigaciones hubo mucho más interés por parte privada (sobre todo a cargo del investigador Thor Heyerdhal) que por parte del gobierno canario, ¿es así?

Respuesta: Bueno, lo único que han hecho el gobierno canario, la Universidad [de La Laguna] y el Museo Arqueológico es impedirlas o entorpecerlas. Sobre la línea de investigación emprendida, pienso que es equivocada y por eso da resultados negativos, porque realizan excavaciones en el centro de la pirámide a la búsqueda de una momia (un enterramiento), que es inexistente. Luego también se ha excavado en los patios, donde se encuentra algo de tierra fértil en las capas superiores con restos de semillas, etc., lo que nos da a entender que eso no es un yacimiento arqueológico sino un área de cultivo desde hace siglos. Todo ello entorpece la investigación, pero al menos gracias al esfuerzo de dos noruegos, Thor Heyerdhal y el mecenas naviero Fred Olsen, se pudo evitar que se derruyeran las pirámides, pues había un proyecto de urbanización de la zona.

Pregunta: Entonces, si descartamos el propósito funerario, ¿cuál sería, desde tu punto de vista, la función de estas pirámides, o de las pirámides en general?

Respuesta: Sería como pedirle a un mono que resuelva una raíz cuadrada; no tengo ni idea. Intuyo, por sus alineamientos, que hay una matemática sagrada, una orientación… que pueden tener que ver con las energías naturales que fluyen por el universo, de las cuales nosotros no tenemos ni idea de su existencia.

Pregunta: Precisamente, un elemento muy destacado que surgió de las investigaciones fue la constatación de que las pirámides presentaban ciertas orientaciones a los puntos cardinales y a ciertos fenómenos astronómicos. Explícanos un poco en qué consisten dichas orientaciones.

Respuesta: Bien, cabe decir que el investigador en arqueoastronomía Juan Antonio Belmonte hizo su tesis doctoral sobre este tema y aportó datos muy interesantes. Aparte de la precisa orientación a los cuatro puntos cardinales, Belmonte descubre que las tres pirámides principales alineadas señalan al este una “doble puesta” de Sol en el solsticio de verano, ya que apuntan a una zona montañosa donde el Sol se oculta y luego vuelve a salir brevemente entre dos picos. Luego, en la pirámide del Sol, que está al otro lado del patio, vemos que el centro de sus escaleras marca exactamente el solsticio de invierno. También pueden observarse plenilunios y algunos otros fenómenos astronómicos. 

Vista panorámica parcial del complejo piramidal

Pregunta: Por Güímar también han pasado ciertos ilustres investigadores alternativos como Javier Sierra, Graham Hancock, Robert Bauval... ¿Qué han dicho estos autores sobre las pirámides? ¿Han favorecido a que se conozcan más?

Respuesta: Bien, ellos han confirmado que efectivamente son pirámides, y sin duda han ayudado a difundirlas gracias a sus artículos, libros, documentales...

Pregunta: Justamente en este bando alternativo ha aparecido gente que ha relacionado las pirámides y la cultura guanche con el famoso mito de la Atlántida. ¿Cómo ves esa supuesta relación?

Respuesta: Con las pirámides de Güímar sería más reservado en ese campo; no veo clara esa relación. Observo, por el tipo de construcción, que aquí hay una ciencia, una tecnología, un conocimiento impresionante, pero lo que sé de la Atlántida –por Platón principalmente– muestra otro nivel, otros materiales, otras técnicas, etc.

Pregunta: Hay que reseñar que has realizado un documental muy interesante sobre las pirámides de Güímar en el cual descubres una serie de elementos que otras personas no habían visto antes, e incluso algunos detalles conspirativos, como por ejemplo que ciertos aspectos de las pirámides no salen correctamente en Google Earth. Explícanos un poco lo más destacado de este documental.

Respuesta: Con respecto a este particular, cuando quiero ver algo que pueden ser pirámides, voy a Google Earth y si está borrado, entonces ya me da que pensar. Si te colocas en vertical sobre las pirámides [de Güímar] puedes ver que han sido borradas; sólo aparece una reproducción en 3D “como de cartón”. Se puede acceder desde fuera, por una calle distinta, y de este modo sí se pueden ver las pirámides originales, pero tal como se presentan no se pueden extraer datos, ni tomar alturas, etc.; es un grave entorpecimiento. Por cierto, las pirámides de Icod también han sido borradas.

Confusa vista aérea de las pirámides en Google Earth (rectángulo naranja)

Por otro lado, lo que he resaltado en el documental es que –aparte de las orientaciones astronómicas ya conocidas–  el conjunto de pirámides contiene unas matemáticas áureas bastante complejas, si bien esto sólo se ha podido observar en plano. Estando en Extremadura, revisando la documentación, me puse a dar vueltas a las medidas y vi que había algo ahí. Entonces encontré unas relaciones coherentes a partir de la vara (o yarda) megalítica, una medida algo inferior al metro (0,829 m.). Así pues, transformé los metros a varas megalíticas de cada uno de los lados de las pirámides y patios, y en ese momento me empiezan a surgir los números π (pi) y φ (fi) por todas partes. Por ejemplo, en las dos pirámides enlazadas, si dividimos la longitud de la primera pirámide por su ancho nos da exactamente π. Y en la siguiente, si dividimos la longitud por el ancho nos da φ.

Asimismo, con la colaboración de mi ingeniero de sonido, vimos que las pirámides se despliegan y encajan en los patios y refuerzan las alineaciones ya observadas, y todavía hay otras conjunciones que hay que estudiar más a fondo y que no incluimos en el documental. Estoy seguro que si mirásemos las alturas y trabajásemos en 3D incluso obtendríamos unas matemáticas aún más complejas.

Pregunta: Y según tus observaciones, ¿hay algo más que llame mucho la atención en las pirámides de Güímar?

Respuesta: Pues aparte de todo lo dicho, es muy destacable el tema de las sombras sobre las pirámides. Comprobé que no sólo nunca se salen de los costados (como puede verse en todas las fotografías, tomadas a cualquier hora en cualquier día del año) sino que además son un reloj astronómico, pues las sombras van ascendiendo por los escalones progresivamente hasta que llegan arriba. A continuación, queda iluminada la parte superior (la plataforma) y la sombra se va desplazando hacia el otro costado para ir bajando los escalones hasta que se hace de noche.

Las sombras se van ajustando a los escalones a lo largo del día

Pregunta: ¿Y has recogido alguna reacción a este documental por parte de otros investigadores o de las autoridades, alguna respuesta...?

Respuesta: Ninguna. A Teidevisión, que es un canal de televisión local, les gustó mucho y lo difundieron, pero luego nadie ha dicho nada, ni se ha rebatido ni se ha entrado en polémica: silencio absoluto. Para mí es buena señal porque quien calla otorga, y de todas formas el documental ha tenido bastantes visitas en el canal de vídeo en que se puede encontrar. Pero me hubiera gustado entrar en debate y eso no ha sucedido.

Pregunta: Entonces, ¿tú crees que el conocimiento de las pirámides de Güímar es un tema maldito, por decirlo así?

Respuesta: Bueno, lo que veo es que tanto la televisión canaria como la televisión española, que tienen muchos minutos de vacío, ya que no hay publicidad, nos enseñan lo de siempre: las Cañadas del Teide, el Botánico, etc. Siempre sale lo mismo. Y no tienen ni un minuto para dedicarlo a las pirámides, nunca las ponen. El abandono u olvido que la televisión y el gobierno muestran sobre las pirámides es evidente. Y ni siquiera las sacan como unos “majanos” singulares, algo de lo que podrían presumir los canarios. No se quiere despertar el interés sobre las pirámides; de hecho, muy pocos canarios las visitan.

Vista de la llamada "pirámide del sol"

Pregunta: Visto todo esto, ¿cómo ves tú el panorama arqueológico de las islas? ¿Hay un problema de falta de recursos, de interés...? ¿Y qué pasa con los expolios?

Respuesta: En referencia a esto último, puedo decir que el expolio ha sido sistemático. Las cuevas [de Tenerife] han sido barridas y cribadas buscando hasta la última cuenta de collar. Con todo, me consta que hay varias cuevas donde todavía hay momias guanches intactas y que el gobierno canario, la Universidad y el Museo lo saben y no han tenido ningún interés en excavarlas. Aquí en Tenerife no se ha excavado ninguna momia in situ por parte de las autoridades culturales, a fin de poder estudiarlas y datarlas. De hecho, las que se pueden ver en el Museo Arqueológico han sido donadas por particulares.

Pregunta: Así pues, la actividad arqueológica es mínima...

Respuesta: Para ser exactos, la actividad arqueológica es “cero patatero”. Pero es tal el despiste que hace pocos meses salió una noticia en la prensa –en portada– como ésta: “Los guanches conocían el fuego”. Se había identificado un palo con agujero en medio mediante el cual los guanches hacían fuego. Un palo que se había encontrado... en los sótanos del Museo. Y luego lo ponen como gran titular, es una vergüenza... cuando el conocimiento de ellos era muy superior (hornos, cerámicas, molinos, etc.). Me está dando la sensación de quieren dar una imagen de los guanches de “retrasados mentales”.

Pregunta: Y finalmente, es muy curioso que existan monumentos muy semejantes en otras partes del mundo, y además muy distantes de las Canarias, ¿no?

Respuesta: Pues sí, hay otras pirámides que se parecen muchísimo a las de Güímar, en estructura y materiales, en lugares como el Índico o el Pacífico, y con la coincidencia de que las piedras también podrían tener origen volcánico. Y pensemos que las piedras con las que se hicieron las pirámides de Güímar las tuvieron que traer desde cierta distancia, lo cual descarta una vez más que pudieran ser majanos.

(c) Xavier Bartlett 2016

martes, 12 de abril de 2016

La historia como ciclos de conciencia


Entre las muchas herejías que ha propuesto la arqueología alternativa en las últimas décadas, destaca la osada propuesta de que la historia de la humanidad no es un hecho lineal y progresivo –como defiende el actual paradigma científico evolucionista– sino que es un continuo ciclo (o sea, un círculo sin inicio ni final prefijado) en que se van repitiendo unas determinadas fases a lo largo de periodos de tiempo extraordinariamente extensos. Cabe remarcar, empero, que esta teoría de la historia cíclica no es nada nuevo pues se asienta en las tradiciones y mitologías de numerosas antiguas culturas, que insistían en la existencia de varias humanidades que habían nacido, crecido y desaparecido a causa de diversos fenómenos catastróficos.

De entre todas estas tradiciones sobresale poderosamente la historia cíclica hindú, que quedó reflejada en las escrituras sagradas sánscritas, los Vedas. En efecto, estos textos nos hablan de un universo en constante movimiento cíclico de la conciencia humana a lo largo de miles y millones de años. Este conocimiento quedó relegado durante milenios al ámbito de la religión y las creencias, hasta que a finales del siglo XIX, un erudito indio, Sri Yukteswar, reveló la existencia de un mensaje de tipo histórico y científico difuminado entre estos textos.

Con el tiempo, varios estudiosos occidentales han recogido el legado de Yukteswar y lo han aplicado al estudio histórico y arqueológico moderno, siendo su mayor exponente el conocido autor Michael Cremo. En esta ocasión, me complace presentar el trabajo de otro investigador norteamericano, Joseph Selbie, que en 2010 escribió junto con David Steinmetz un libro titulado The Yugas: Keys to Understanding Our Hidden Past, Emerging Energy Age and Future Enlightenment[1], que supone un amplísimo y riguroso trabajo basado en las propuestas de Sri Yukteswar para tratar de demostrar que los “misterios” del pasado (léase las cosas que no cuadran, sobre todo en cuanto a conocimientos avanzados en épocas muy remotas) y que las referencias de tipo religioso-espiritual tienen una traducción objetiva en términos de fechas históricas y de hechos comprobados.

El siguiente artículo es una breve introducción a este trabajo, que supone una interesante inmersión en una sabiduría ancestral que conecta de algún modo el conocimiento espiritual con el conocimiento científico más avanzado, aportando además una lúcida visión sobre el concepto de conciencia y su proyección en la historia de la humanidad.

Un nivel más alto de conciencia explica muchos misterios del pasado


Existen muchos ejemplos interesantes de conocimientos anómalos en el antiguo pasado: conocimientos de anatomía y fisiología y tratamientos médicos modernos ya en uso en el 2.500 a. C. en Egipto, China e India, construcción de precisión en la Gran Pirámide en 2.600 a. C. (o quizás antes), y conocimiento preciso de matemáticas y física, incluyendo el tamaño y la naturaleza del átomo, introducido en los Vedas de la India, que datan del sexto milenio antes de Cristo, sólo por mencionar unos pocos.

El campo de la historia alternativa ha buscado durante mucho tiempo la respuesta a de dónde vino este conocimiento avanzado, y por qué no sobrevivió.

Una teoría, familiar para la mayoría de nosotros, es que los extraterrestres llegaron a la tierra en el remoto pasado y concedieron un conocimiento al hombre que estaba más allá de su comprensión. Como dice dicha teoría, cuando –con el tiempo– los alienígenas se marcharon, el conocimiento se extinguió rápidamente porque el hombre aún no estaba preparado para ello.

Otra teoría, presentada a veces por los apologistas de la arqueología ortodoxa, es que tal conocimiento avanzado pudo haber existido en el pasado antiguo, pero que fue debido únicamente a combinaciones casuales de la tecnología primitiva y el genio individual, un descubrimiento fortuito. Como defiende esa teoría, cuando desapareció ese genio particular, o circunstancia fortuita, el conocimiento se extinguió rápidamente porque el hombre aún no estaba preparado para ello.

Sin embargo, existe otra explicación para el conocimiento avanzado en el pasado: una explicación que proviene del mismo pasado antiguo, y que no depende de los alienígenas o de la casualidad. La explicación es que el hombre tuvo en el pasado una conciencia más avanzada que la que posee en la actualidad, y que fue esta conciencia avanzada, natural al hombre, la que le permitió desarrollar un conocimiento avanzado por su cuenta, sin necesidad de la intervención alienígena o de la casualidad.

Si bien esta explicación alternativa no se basa en las visitas extraterrestres, tampoco se opone a ellas. Pero en lugar de antiguos astronautas que llegan a un planeta lleno de seres primitivos, puede ser que los extraterrestres fuesen recibidos por una población tan avanzada como ellos mismos. Por otra parte, la avanzada conciencia del hombre en el pasado bien le podría haber permitido que fuese él mismo el que viajara a través de las estrellas para visitar otros planetas.

Lo característico de esta explicación, que nos ha legado la propia antigüedad, es la idea de que la conciencia del hombre pasa por un ciclo de desarrollo, en el que la concienciación, la percepción y las habilidades del hombre avanzan y luego disminuyen en un ciclo que se va repitiendo. Este concepto ha sido parte de la tradición cultural de numerosas culturas desde muy antiguo. Quizás la más conocida para nosotros en Occidente sea la descripción de la antigua Grecia del descenso de edades: desde la Edad de Oro, pasando por la de Plata y la de Bronce, para llegar finalmente a la Edad de Hierro. La tradición de las edades descendentes existe en todo el mundo. En la obra Hamlet’s Mill, de Giorgio de Santillana, se exploran los casos de tales tradiciones.

En la India la tradición de las edades descendentes se conoce como los yugas o el ciclo yuga. (Yuga simplemente significa “edad”.) El ciclo yuga, sin embargo, se distingue de las otras descripciones tradicionales del mismo fenómeno. Así, los modernos proponentes del ciclo yuga, como Sri Yukteswar, cuya descripción del ciclo yuga aparece en su libro “La Ciencia Sagrada”, escrito en 1894, ofrecen tanto fechas como explicaciones del ciclo.

Sri Yukteswar proporciona fechas específicas para el comienzo y el final de cada edad o yuga. Además, a diferencia de la mayoría de las tradiciones de las edades descendentes, que establecen que el hombre todavía está en el punto más bajo de su desarrollo, Sri Yukteswar afirma que el hombre llegó a su punto más bajo en el 500 d. C. pero que desde entonces ha empezado a avanzar una vez más, como se puede ver en el diagrama de abajo.



Tal vez aún más importante que la determinación de las fechas para explicar el lejano pasado es la descripción que hace Sri Yukteswar de la conciencia del hombre en cada yuga. Su descripción clara de la conciencia y la capacidad del hombre antiguo también puede permitirnos entender, finalmente, algunos de los misterios más perdurables de la antigüedad.

El caso en cuestión: el Treta Yuga y los Vedas

 
El Rig Veda, una colección de más de 10.000 versos en sánscrito, es el trabajo espiritual más antiguo conocido en el mundo, y se puede remontar a una fecha tan antigua como 7.300 a. C. El Rig Veda es la fuente de conocimiento espiritual de lo que conocemos como el hinduismo y ha permanecido así durante más de nueve mil años. El Rig Veda está escrito en sánscrito, con toda probabilidad, la lengua más antigua en la tierra, y hasta la fecha sigue siendo el sistema de comunicación más preciso y consistente internamente del mundo. La estructura y la gramática del sánscrito han sido estudiadas por los desarrolladores de lenguajes de programación para ayudarles a crear lenguajes de programación carentes de ambigüedad.

Los Vedas fueron transmitidos con exactitud de generación en generación en la India en virtud de un sistema extremadamente metódico de transmisión oral que implicaba cantar cada estrofa de diez maneras diferentes para tener una verificación cruzada de su integridad. Se cree que sólo dos palabras se han dañado en más de nueve mil años.

Tal eficaz y elaborado sistema de transmisión oral es sorprendente en sí mismo, pero más sorprendente aún es que hay una gran cantidad de conocimiento astronómico, matemático y físico incrustado en los Vedas, un conocimiento que hasta ahora se ha creído que no fue descubierto en Europa hasta el Renacimiento o más tarde.

Los científicos contemporáneos han encontrado los siguientes conocimientos introducidos en los Vedas:
  • El Sol y los planetas son esféricos
  • Cada uno de los siete colores del arco iris lleva una cantidad diferente de energía
  • El Sol es la fuente de toda la energía para la vida en la Tierra
  • La Tierra gira alrededor del Sol
  • El Sol, la Tierra y otros planetas giran sobre sus propios ejes
  • La rotación de la Tierra crea la noche y el día
  • La ruta orbital de la Tierra y su inclinación axial dan como resultado las estaciones
  • Los polos tienen días y noches de seis meses de duración
  • Las dos trópicos y el ecuador están separados por 24 grados
  • La Tierra tiene una órbita ligeramente elíptica
  • La causa y el momento de los eclipses solares y lunares
  • Debido a su órbita alrededor del Sol, el planeta Venus es a la vez la estrella vespertina y la estrella matutina
  • El movimiento aparente de las manchas solares se debe a la rotación del Sol
  • Vista desde la Tierra, la rotación completa del sol dura 27 días
  • La órbita de la Tierra alrededor del Sol crea un plano, sobre el cual se sitúan las doce divisiones del zodiaco
  • La precesión de los equinoccios
  • La duración de un año solar es 365,244 días
  • La luz de la luna procede del reflejo de la luz del Sol
  • La energía del Sol se genera por un proceso continuo en su núcleo
  • El Sol es gaseoso
  • La superficie de la Tierra está cubierta en un 70% por agua
  • Las nubes consisten en vapor de agua producido por el calor, que a su vez dan lugar a la lluvia
  • Las estrellas son “innumerables”
  • Las estrellas se agrupan en colecciones (niharikas), o galaxias, que giran alrededor de sus propios puntos centrales
  • La Tierra y el Sol forman parte de una galaxia que gira alrededor de un punto central
  • El mundo físico se compone de átomos
  • Los átomos tienen una estructura interna que se asemeja al sistema solar
  • El símbolo y el concepto de cero
  • El sistema decimal de notación
  • El concepto de infinito
  • El concepto de progresión aritmética
  • El concepto y el valor de pi
  • La fórmula para calcular el área de un círculo
  • El concepto de un número de hasta 1018
  • El teorema de las diagonales (el Teorema de Pitágoras)
  • Los medios para determinar las raíces cuadradas y raíces cúbicas
  • El concepto de números negativos
  • El concepto de ecuaciones algebraicas usando símbolos de letras para las cantidades desconocidas
  • La concepción y la expresión de las ecuaciones cuadráticas e indeterminadas
  • La geometría del triángulo, el paralelogramo, el rectángulo y el círculo
  • La geometría de la esfera, el cono y la pirámide
 
¿Cómo se explica esto?

Los Vedas son, después de todo, herramientas espirituales, escritura sagrada. Los versos de los Vedas son mantras cuya finalidad es elevar la conciencia de quien los canta. Los versos de los Vedas expresan una relación íntima entre el hombre y la divinidad. Sin embargo, al mismo tiempo contienen conocimiento científico, un conocimiento que actualmente se cree que sólo puede alcanzarse a través de las matemáticas desarrolladas de forma secuencial, de instrumentos científicos como el telescopio, y de una metodología de experimentación rigurosamente aplicada.
De acuerdo con Sri Yukteswar, en el Yuga Treta más reciente (6.700 a. C. a 3.100 a. C.), durante el cual se compusieron los Vedas, el hombre era capaz de comprender directamente que todo se compone de ideas o pensamientos. La sintonía del hombre del Treta Yuga con el pensamiento también lo hizo muy intuitivo, capaz de percibir las verdades sin necesidad del engorroso proceso de experimentación.


Si el hombre en el antiguo pasado poseía esa concienciación y comprensión, no habría tenido necesidad de utilizar las herramientas de la ciencia tal y como las entendemos hoy en día. Habría percibido estas verdades directamente a través de la intuición. Las verdades “científicas” de los Vedas se percibieron conjuntamente con las verdades espirituales, como parte de la misma realidad indivisible.

Si tal explicación parece rebuscada, permítanme ofrecerles un ejemplo interesante de forma intuitiva derivada –y muy precisa– de información científica que se descubrió intuitivamente en los inicios del siglo XX.

Annie Besant y C. W. Leadbeater, destacados miembros de la Sociedad Teosófica, llevaron a cabo investigaciones intuitivas sobre la naturaleza de los átomos. Así, compilaron un gran número de descripciones y dibujos de lo que observaban mientras estaban en trance profundo. Sus descripciones y dibujos eran bastante detallados y complejos; de hecho, más complejos que los hechos conocidos en aquellos días.

Muchos años después del fallecimiento de Besant y Leadbeater, el físico Dr. Steven M. Phillips comenzó a estudiar sus diarios. Publicó sus hallazgos en 1980 en la obra Extra-Sensory Perception of Quarks. Un examen minucioso de sus investigaciones psíquicas llevó Phillips a la conclusión de que Besant y Leadbeater habían descrito con precisión el número y la naturaleza de los quarks, unas partículas subatómicas que componen las estructuras más grandes del núcleo del átomo, tales como protones y neutrones, muchos años antes de su descubrimiento por la física moderna.

Los yugas, como han sido explicado por Sri Yukteswar, no requieren ninguna influencia externa para explicar los misterios del pasado. Los yugas dicen simplemente que a medida que avanza la conciencia del hombre, sus conocimientos, percepción y habilidades avanzan también. El hombre no se limita a saber más con el avance de los yugas: el hombre es más.

Mi co-autor, David Steinmetz, encontró huellas arqueológicas e históricas sorprendentemente claras que coinciden con las fechas y la conciencia de cada yuga. Pero tampoco tenemos que depender de lo extraño, inhabitual o controvertido para ver esas huellas. Se puede apreciar una visión clara del arco de los yugas en las tendencias generales y los hechos aceptados del pasado y del presente. Creemos que el ciclo yuga podría servir como marco para los descubrimientos y el trabajo de muchos investigadores y autores en el campo de la historia alternativa.

© Joseph Selbie 2011



[1] “Los Yugas: las claves para interpretar nuestro oculto pasado, la emergente era de energía y nuestra futura iluminación”.