Introducción
No cabe duda de que uno de los
temas estrella de la arqueología alternativa de los últimos años ha sido
el supuesto descubrimiento de un conjunto de grandes pirámides en las cercanías
de Visoko (una localidad próxima a Sarajevo, la capital de Bosnia), o al menos
eso es lo que ha defendido a capa y espada su valedor, el empresario y
arqueólogo amateur bosnio-americano Semir “Sam” Osmanagic. Lo cierto es que a
partir del mismo momento del descubrimiento, que tuvo lugar en 2005, se
desató una gran polémica entre los creyentes en este conjunto piramidal y los
partidarios de la ciencia oficial, que sólo ven formaciones naturales donde
Osmanagic cree haber identificado estructuras artificiales.
Por supuesto, nada sería de esto
realmente impactante si no fuera porque, para la arqueología ortodoxa, en
Europa nunca se construyeron pirámides, a excepción de algunas estructuras
escalonadas de tamaño reducido, que raramente son consideradas como auténticas
pirámides[1].
Por consiguiente la aparición en el corazón del continente de una pirámide más
grande que la de Keops, y de una antigüedad más que considerable, supondría un
hecho bastante incómodo e inexplicable, de muy difícil encaje en los axiomas de
la arqueología convencional.
Lo que es patente es que
Osmanagic ha recibido durísimas críticas (en Internet se pueden hallar varias
páginas web que se sitúan en esta línea) y que incluso ha sufrido más de un
rechazo o desplante por parte de investigadores alternativos, lo cual no
siempre ha sido bien encajado por el propio Osmanagic. Es más, muy
recientemente ha tenido que convocar en Bosnia a algunos autores alternativos
de cierto renombre (Dona, Tellinger, LaViolette...) para mostrar que no está
solo y que se mantiene firme en su lucha contra el mundo académico. Con todo,
es indudable que el crédito se le va acabando y que el impacto que causó en
2005 ha ido disminuyendo año tras año, a pesar de sus políticas de comunicación
y promoción.
“Nosotros, los arqueólogos profesionales abajo firmantes de todas las partes de Europa, deseamos protestar enérgicamente por el continuo apoyo de las autoridades bosnias hacia el llamado proyecto de la Pirámide llevado a cabo en los montes de Visoko y cercanías. Esta empresa es un cruel fraude hacia un público no informado y no tiene cabida en el mundo de la ciencia genuina. Es un desperdicio de recursos escasos que estarían mucho mejor empleados en la protección del auténtico patrimonio arqueológico, y que está distrayendo la atención de los acuciantes problemas que están afectando diariamente a los arqueólogos profesionales de Bosnia-Herzegovina.”
Sin embargo, aun con estos
precedentes, no quisiera caer en el prejuicio de cerrar las puertas
anticipadamente a este enorme desafío a la arqueología ortodoxa. Por
consiguiente, en este artículo trataré de ofrecer el beneficio de la duda a
esta extraña empresa medio arqueológica, medio espiritual iniciada por el
empresario bosnio. Vamos pues a analizar la controversia desde los datos
conocidos hasta el momento, tratando de formular al final algunas conclusiones
razonables al respecto.
¿Quién es Sam Osmanagic?
Semir "Sam" Osmanagic |
Asimismo, ha viajado por los
cinco continentes y tiene un cierto conocimiento de la llamada arqueología
alternativa, aunque desde luego él ha explotado la vertiente más
sensacionalista de esta disciplina. En este ámbito ha escrito varios libros y
artículos, casi todos ellos centrados en la cuestión de las pirámides, y
también ha realizado varios documentales.
En octubre de 2005[2]
proclamó a los cuatros vientos que una colina llamada Visočica, próxima a Visoko (Bosnia), era en realidad una
antiquísima pirámide recubierta de tierra y vegetación, que él mismo bautizó
como “Pirámide del Sol”. Más tarde declaró que había identificado otras
estructuras piramidales en el mismo valle, lo que venía a conformar un gran
conjunto arqueológico. A raíz de este hecho, se incrementó exponencialmente su
presencia en los medios y empezó a dictar conferencias por todo el mundo,
generalmente despotricando contra la historia y la arqueología académicas.
En cuanto a su actitud y enfoque
en este tema, ya desde su irrupción en el mundo de la arqueología alternativa
ha venido cultivando una imagen personal de investigador “en busca de la
verdad” con algún tinte egocéntrico, y con ciertos aires de teatralidad,
empezando por el simple detalle de llevar siempre su sombrero de estilo
explorador (a lo “Indiana Jones”). Por supuesto, estas no son más que
observaciones superficiales que pueden pecar de injustas por no conocer
personalmente al protagonista de la historia, pero lo que aparenta “desde
fuera” es que estas pirámides constituyen para él una especie de obsesión o
desafío en el cual él está profundamente implicado, tal vez algo parecido
–salvando las distancias– a lo que sucedió con Heinrich Schliemann y Troya hace
150 años, lo que de alguna manera podría contaminar el mantenimiento de una
visión plenamente científica e imparcial.
Sea como fuere, los críticos no
ven en Osmanagic más que a un embaucador pseudocientífico con ganas de hacer
negocio y de autopromocionarse a partir de su enclave arqueológico ficticio,
independientemente de que crea con honestidad (o no) en su propia aventura.
Las tesis de Osmanagic
[A fin de evitar confusiones,
cabe dejar claro que todos los datos que se aportarán en este apartado y los
tres siguientes han sido extraídos de la web oficial de las pirámides de Bosnia,
o sea, de la Fundación creada por el propio Osmanagic.]
Según Sam Osmanagic, la Pirámide
del Sol forma parte de un conjunto arqueológico (el “valle de las pirámides
bosnias”) que precedería en varios milenios a las pirámides de Egipto y que
formaría parte de una civilización desaparecida que sitúa en una época anterior
a la última era glacial. Este conjunto estaría compuesto de las siguientes
estructuras: la Pirámide del Sol, la Pirámide de la Luna, la Pirámide del
Dragón, la Pirámide del Amor, el templo de la Madre Tierra, un túmulo en
Vratnica y la estructura “Dolovi” (también en Vratnica)[3].
"Pirámide del Sol" |
Según Osmanagic, debajo de la
capa de tierra y vegetación[4]
se ha hallado en diversas zonas un inconfundible revestimiento bien de
arenisca, bien de cemento –en forma de losas, placas o baldosas– de origen muy
antiguo y de una calidad incluso superior a los estándares actuales. Además,
debajo de la pirámide existirían al menos dos complejas redes de túneles
(llamadas “Ravne” y “KTK”) que a su vez estarían conectadas con diversos
túneles correspondientes a las otras estructuras.
"Pirámide de la Luna" |
A continuación vamos a repasar
someramente el alcance de los trabajos llevados a cabo en Visoko desde 2006
hasta 2014 y los resultados obtenidos, en términos de hallazgos de estructuras
y artefactos, dataciones y otras observaciones de tipo multidisciplinar.
Las primeras campañas arqueológicas
Para llevar a cabo sus
investigaciones y dar una mayor credibilidad a sus proclamas, Osmanagic ha
intentado rodearse de especialistas cualificados –en gran parte bosnios, pero
también de otros países– provenientes de diversos campos de la ciencia.
Asimismo, sus campañas de excavación, sustentadas con el esfuerzo de cientos de
voluntarios, han sido dirigidas o asesoradas por arqueólogos, según consta en
sus credenciales, si bien el más reciente jefe del proyecto arqueológico, el
neocelandés Timothy Moon, procede del campo de la industria musical (!).
Los resultados de sus primeros
cuatro años de excavación, recogidos en el informe realizado para el primer
congreso internacional sobre las pirámides bosnias, se pueden resumir en los
siguientes puntos:
1. Características
geométricas y orientación de las pirámides
Mapa de Visoko y sus alrededores |
Por otro lado, una característica
típica de las pirámides en todo el mundo es la ajustada orientación de los
lados a los cuatro puntos cardinales. Osmanagic se apoya en un estudio del
Instituto Geodésico de Bosnia Herzegovina de 2006 para afirmar que la Pirámide
del Sol está perfectamente orientada al norte estelar con un error inferior a
un grado. El resto de pirámides también presentarían esta misma característica,
si bien la precisión exacta no ha sido medida o publicada.
Finalmente cabe resaltar que
Osmanagic ha puesto de manifiesto que la unión de las cimas de las tres
pirámides principales (Sol, Luna y Dragón) forma un triángulo equilátero de
2,170 kilómetros de lado, una alineación geométrica que a su juicio no debe ser
“natural”, sino muestra de un plan constructivo.
2. Análisis
geológico-sedimentarios
Bloques de conglomerado |
Por otra parte, unas mediciones
de inercia termal revelaron que las colinas-pirámides estarían formadas por un
material poco consolidado o denso y con cavidades internas, lo que estaría
justificado en el caso de una estructura artificial.
3. Análisis
de radar y geo-radar
Las pruebas realizadas mediante RADARSAT y sistema
de radar SPOT sugerían la presencia de ciertas alineaciones que podían ser
tomadas como indicio de terrazas, muros, pasadizos, cavidades o cámaras
situadas en el interior de la estructura de la Pirámide del Sol. Igualmente,
unos trabajos de georadar implementados en el invierno 2006-2007 por técnicos
serbios y alemanes detectaron hasta 44 anomalías en todo el valle de las
Pirámides, en forma de terrazas, escalones, pasadizos, etc. Asimismo, Osmanagic
hace referencia a fuentes militares que aseguran que en situaciones de
bombardeo de artillería (durante la guerra de Bosnia) se habían detectado
vibraciones del suelo, ecos, y movimientos del terreno cada vez que la colina
sufría impactos.
4. Pruebas
de tipo geoarqueológico
En lo que sería propiamente la
labor arqueológica de excavación, Osmanagic ha invertido muchas horas de
trabajos de técnicos y voluntarios[6].
La mayoría de esfuerzos se han centrado en la Pirámide del Sol y en menor grado
en la de la Luna; por su parte, los túneles también han sido objeto de atención
prioritaria, especialmente en los últimos años.
Supuestas losas artificiales |
Túnel Ravne |
Sobre el hallazgo de artefactos,
los resultados han sido más bien modestos, como admite el propio Osmanagic.
Aparte de los supuestos monolitos, se han extraído algunos pequeños objetos o
utensilios de piedra, piedras grabadas con signos o marcas, alguna estatuilla,
un posible “amuleto”, y una especie de “mini pirámide” hecha de arcilla y con
decoración incisa.
5. Dataciones
de radiocarbono
Un aspecto crucial para dar
empaque a todo el proyecto de Osmanagic era la datación de los restos, pues él
ya sostenía desde 2005 que las pirámides eran extremadamente antiguas,
anteriores al final de última era glacial. Así pues, desde el principio se
afanó en obtener dataciones fiables mediante carbono-14.
Los primeros análisis, a partir
de muestras de estratos del suelo de la colina, apuntaban a una antigüedad
estimada de unos 12.000 años[8].
Posteriormente, en 2008, un fragmento de madera hallado en el conglomerado del
complejo de túneles Ravne fue datado por dos laboratorios distintos (Kiel Lab
en Alemania y Gliwice Lab en Polonia), dando fechas entre 31.000 y 34.000 años
de antigüedad. Con todo ello Osmanagic ya pudo afianzar y pregonar la
exclusividad de su yacimiento de forma sensacionalista, pues tal cronología
superaba con creces todo lo aceptable por las visiones ortodoxas.
Últimos resultados
Monolito hallado en uno de los túneles |
El trabajo en la Pirámide del Sol ha seguido en
la línea de ir descubriendo la extensión del enlosado de cemento y la
profundidad a la que aparece, que parece no ser uniforme, seguramente por el
efecto de la erosión. A su vez, se ha trabajado bastante en los túneles
y se han descubierto bastantes artefactos, la mayoría de piedra[9].
En particular se ha magnificado el hallazgo, a 180 metros de la entrada del
túnel Ravne, de un gran monolito denominado “K-5”, al que se le ha concedido un
peso estimado de 25.000 kilos, junto con restos de posibles muros, lo que
sugeriría que en aquel lugar hubo ocupación humana. Asimismo, se ha puesto
bastante énfasis en algunos objetos que mostraban signos de escritura o
similar, lo que ha permitido afirmar que se está trabajando en “tres nuevos
lenguajes simbólicos”.
Análisis de C-14 encargado por Osmanagic |
Por último cabe resaltar que Osmanagic ha
dedicado estos años recientes a promover un mayor acercamiento del público en
general al yacimiento, lo que ha conseguido mejorando los accesos hasta los
lugares de excavación e incluso creando en 2013 el primer “Museo” con los
artefactos hallados hasta la fecha.
El componente “piramidológico”
Sin ánimo de ser despectivo por
usar este término, me referiré brevemente a otra vertiente de las
investigaciones de Sam Osmanagic, que se sitúan en un terreno aún más
heterodoxo que el anterior, por cuanto entran de pleno en aspectos relacionados
con las energías piramidales o telúricas u otros fenómenos afines no
reconocidos por la ciencia, a veces enviados directamente al saco de la
pseudociencia o bien al de las creencias de tipo “New Age”. Por supuesto, no
hace falta recalcar que este tipo de investigación todavía le ha condenado más
como hereje o charlatán a ojos académicos.
¿Haz de energía en la cumbre piramidal? |
Y puesto que él considera que las
pirámides son quizá el legado de una ciencia más elevada, se ha preocupado de
identificar las propiedades especiales (“energéticas y espirituales” según
consta en su web) que presentan estos monumentos en el ámbito del
electromagnetismo y los ultrasonidos. Así pues, Osmanagic ha llevado a cabo los
siguientes trabajos:
1) En 2010 un equipo de físicos
croatas –liderado por el profesor Slobodan Mizdrak– documentó la existencia de un haz o rayo de
energía, de unos 4,5 metros de radio, que procedía de la cima de la Pirámide
del Sol y que resonaba a intervalos regulares de 4,2 Khz hasta una frecuencia
de 28 Khz. Según Mizdrak, estas ondas observadas en la cima de la pirámide son
de naturaleza no hertziana, longitudinal y escalar.
2) En 2011, otros expertos
italianos y finlandeses detectaron en el mismo lugar fenómenos de ultrasonidos.
3) En la red de túneles se ha
podido constatar que no hay rastro de radiación negativa, ya sea de tipo
cósmico, radioactividad natural o bien radiación procedente de las aguas
subterráneas. Es por tanto, “uno de los lugares más seguros del planeta para la
protección de la salud.”
Con todo esto, Osmanagic afirma
en su web sin tapujos que: “el antiguo pueblo que construyó estas pirámides
conocía los secretos de la frecuencia y la energía. Usaron estos recursos
naturales para desarrollar tecnologías y emprender construcciones a una escala
que no hemos visto antes sobre la Tierra.”
En otros aspectos de tipo
heterodoxo, Osmanagic también ha encontrado una correlación entre la
disposición geográfica de los monumentos del valle de las pirámides y un
sistema basado en una cuadrícula de 8 X 8, o de 16 vientos, o sea, el mismo
método empleado en tiempos antiguos para la navegación y la cartografía. Y para
añadir más elementos de corte claramente “alternativo”, Osmanagic saca a
colación una cierta geometría sagrada de la zona, con referentes astronómicos o
astrológicos, y a la aparición de unas grandes esferas de piedra
sospechosamente parecidas a las famosas esferas de Costa Rica.
Las visiones “neutrales”
Desde el mismo momento en que Sam
Osmanagic anunció en 2005 su descubrimiento, no tardó en desatarse la polémica
en torno a sus pirámides y así pues aparecieron opiniones a favor y en contra
sustentadas con múltiples argumentos de
diversa índole. Lamentablemente, esta controversia –en vez de encaminarse hacia
un debate sereno y constructivo– ha
desembocado a menudo en una fuerte hostilidad entre los bandos e incluso en
ataques personales, y como resultado, se ha llegado a un punto muerto basado en
unas posiciones polarizadas e irreconciliables.
No obstante, cabe destacar que
algunas personas –entre ellas varias de reconocida trayectoria científica– han
preferido eludir la confrontación o el puro maniqueísmo y se han acercado a
Visoko con la mente abierta y sin ningún prejuicio, a fin de examinar las
pruebas de una forma –digamos– “neutral”. A continuación, veremos algunas de
estas opiniones, incluyendo las que puntualmente podrían suponer cierto apoyo
(o al menos el beneficio de la duda) a las tesis de Osmanagic.
Robert Schoch |
Schoch argumentaba que la naturaleza está llena
de regularidades y que ciertas formas atribuidas a la acción humana tenían una
explicación geológica bien conocida, como por ejemplo las capas regulares de
arenisca, que son en realidad producto de una sedimentación cíclica. En cuanto
al espinoso tema de los grandes bloques de cemento (artificial, según
Osmanagic), Robert Schoch sólo veía grandes losas de arenisca o conglomerados
naturales que se habían roto en pedazos más o menos grandes a causa de
presiones tectónicas y de desplomes. Su dictamen técnico se puede resumir de
esta manera[10]:
“Las fuerzas tectónicas deformaron plásticamente las arcillas y las lutitas pero las areniscas y los conglomerados, que su equipo había excavado en numerosos lugares, se rompieron en piezas de forma semi-regular, interpretándose como pavimentos, terrazas, bloques de cemento, piedras de cimentación, etc. Es interesante y revelador observar que los tamaños de los bloques de conglomerado y de arenisca hallados se corresponden con el grosor de los estratos de la roca original. Los finos estratos de arenisca, presionados tectónicamente, se rompieron en pequeños trozos mientras que las gruesas y firmes capas de conglomerado se rompieron en trozos enormes. Este es exactamente el patrón que se podría esperar en las formaciones rocosas naturales.”
Y para acabar de aguar la fiesta a Osmanagic,
Schoch también inspeccionó uno de los “antiguos” túneles y se llevó una gran
decepción. En su exploración, aseguró que se trataba de un túnel que había sido
practicado y modificado en tiempos recientes, según deducía a partir de algunos
graffiti[11], de
paredes y techos caídos y de un posible uso militar en la guerra de Bosnia de
los años 90. En definitiva, Schoch desestimaba por completo las tesis de
Osmanagic, si bien admitía que el lugar tenía una gran riqueza geológica y arqueológica
que debía ser investigada y explotada adecuadamente.
Por otro lado, es muy significativo que muchos
autores internacionales del género de la arqueología alternativa hayan
preferido eludir el tema de forma discreta, pasándolo por alto tanto en sus
libros como en sus sitios web. Precisamente, durante la entrevista que en 2013
realicé a Graham Hancock para
Dogmacero, le pregunté directamente por el tema de las pirámides bosnias y me
contestó que no podía pronunciarse porque no se había formado una opinión a
partir de la información disponible.
Nabil Swelim |
"Enlosado" de la pirámide de la Luna |
Swelim también se apoyó en gran parte en las
observaciones previas de su compatriota el Dr. Aly Barakat, geólogo, que había
estado el año anterior en Visoko y que –si bien coincidía en las apreciaciones
de los geólogos bosnios (críticos con Osmanagic) sobre la composición de la
colina de Visočica[12]– estimaba que posiblemente había habido una
actuación humana para modificar la forma de la colina y convertirla en pirámide
mediante la aplicación de unas losas de revestimiento. Incluso se atrevió a
sugerir que tal empresa había sido obra de alguna “civilización antigua”. Ahora
bien, Barakat se mostraba confundido ante la extraña regularidad de la pirámide
del Sol, y reconocía que la única cara propiamente regular (triangular) era la
del norte, y en menor medida la cara este. Las otras dos caras serían bastante
más irregulares y además la inclinación uniforme de las caras sería más bien un
efecto óptico a cierta distancia, pues sobre el terreno se apreciaba una
evidente variación en diferentes puntos de la colina. De todas formas, el
geólogo egipcio pensaba que los elementos naturales (erosión, fuerzas
tectónicas, vegetación...) y la intervención humana habían provocado una cierta
deformación de la pirámide.
Sea como fuere, tanto Barakat
como Swelim se mostraron
bastante prudentes en sus conclusiones y se remitieron a la necesidad de
implementar estudios posteriores. Estas opiniones benevolentes, sin
embargo, levantaron una cierta polvareda en el estamento académico y acabaron
por producir la reacción del famoso y mediático Zahi Hawass, el entonces
Secretario General del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto (SCA). Así,
cuando fue interpelado sobre la cuestión de Bosnia, Hawas emitió un comunicado
(sin haber estado en Bosnia y valorando el asunto a partir de referencias)
condenando sin paliativos el proyecto de Osmanagic, al que desacreditó
duramente por su falta de conocimiento sobre las pirámides y por sus veleidades
pseudocientíficas. En cuanto a las opiniones de su compatriota Barakat, también
lo desautorizó diciendo que, como geólogo, no sabía nada de pirámides y que no
había ido a Bosnia en representación del SCA.
Lo que es claro y manifiesto es que con el
tiempo los dos científicos egipcios se fueron distanciando de sus primeras
impresiones “neutrales” o ligeramente favorables a Osmanagic y se mantuvieron
en un discreto silencio. En todo caso, Nabil Swelim creyó necesario desmarcarse
explícitamente de Osmanagic y así en 2010 escribió un breve artículo en el cual
–si bien no se retractaba del todo de su anterior posición– sí realizaba ciertas
puntualizaciones categóricas (aunque sin aportar nuevos argumentos
significativos) que le situaban en un punto intermedio entre Osmanagic y los
académicos que le habían puesto en la picota debido a su defensa de ciertas
ideas cercanas a la herejía. Sin embargo, detrás de las declaraciones
altisonantes de unos y otros apenas se puede entrever un debate racional sino
más bien un choque de egos personales y científicos, sin descartar otras
motivaciones[13]. Por su
parte, Osmanagic ve cierta conspiración en todo este asunto y acusa
directamente a Swelim y Barakat de haber cedido a las presiones de Hawas, que
presuntamente les habría amenazado con retirarles sus retribuciones públicas[14].
Encuentro Davidovits-Osmanagic en 2008 |
Finalmente, me gustaría citar otra opinión
neutral muy representativa pues cuanto procede de Carlos Mesa, un investigador
alternativo español, que se acercó a Bosnia con la mente abierta pero también
buscando rigor y respuestas claras. Mesa escribió un interesante artículo en
2011 sobre su visita a la zona, donde estuvo excavando como un voluntario más,
lo que sin duda constituye una experiencia de primera mano. Básicamente, los
hechos que Mesa ponía de relieve sobre el proyecto arqueológico eran los siguientes:
- No se podía apreciar una correcta metodología arqueológica; se excavaba a destajo a pico y pala en diferentes sondeos con el único objetivo de llegar al corazón de la pirámide.
- Muchos arqueólogos ortodoxos han rechazado las tesis de Osmanagic y han vertido incluso acusaciones de “montaje” sin haber pisado nunca la zona.
- Tanto en la Pirámide de la Luna como en la del Sol se puede observar un pavimento (o enlosado) real y artificial en determinados puntos. Sin embargo, no hay ninguna continuidad en estos recubrimientos, cosa que se podría esperar de una estructura tan grande como una pirámide
- Según algunos expertos, Osmanagic está descubriendo en la zona algunos restos arqueológicos de antiguas culturas y de Edad Media (de hecho, en la cima de la Pirámide del Sol se pueden visitar los restos de una antigua fortaleza medieval), pero no hay nada realmente “antediluviano”. Muy posiblemente, casi todos los restos, signos y artefactos identificados en Visoko podrían pertenecer a cultura neolítica Vinca, que surgió en los Balcanes entre el 5.000 y el 4.000 a. C.
Así pues, al final de su artículo, Mesa ofrecía una
nueva lectura de los vestigios hallados en la colina de Visočica:
“¿Y si en lugar de pirámides estuviéramos encontrado túmulos o restos de construcciones artificiales que, con el paso de los siglos, la erosión, las lluvias y glaciaciones, se hubieran desplazado montaña abajo? ¿Y si estas construcciones hubieran estado en la cima? Tal vez, debido a ello, no había uniformidad alguna, y sí era posible localizar estos restos desperdigados de forma arbitraria.”
Problemas con la “ciencia” de Osmanagic
Ya hemos visto en resumen lo que
el equipo de Osmanagic ha aportado durante estos años, y no se puede negar que
se han ido acumulando datos obtenidos mediante métodos y tecnologías del ámbito
de la ciencia. Sin embargo, una cosa es excavar el terreno y realizar pruebas
científicas –ya sean muchas o pocas– y otra cosa es tergiversar su contenido o
finalidad para tratar de demostrar con ellas las tesis planteadas. Este es
precisamente el núcleo de toda la oposición al proyecto de la Fundación: bajo
un aparente enfoque científico, no habría en realidad nada de ciencia sino un
burdo montaje preparado para respaldar unas tesis que de ningún modo se
aguantarían aplicando el método científico convencional.
Así, varios profesionales académicos han
escrito sobre la pseudoarqueología que se practica en Visoko, con el propósito
de dejar en evidencia la absoluta falta de profesionalidad y espíritu científico
de Osmanagic. De entre todas las aportaciones críticas cabe destacar
particularmente la labor de la geomorfóloga francesa Irna Lautre, cuya
página web (http://irna.lautre.net) está
casi completamente dedicada a desmontar el mito de las pirámides a partir de
una enorme recopilación y evaluación de la información disponible desde 2005
hasta la actualidad. Para no extendernos en demasía, expondré seguidamente los
puntos principales y remito a los lectores interesados a que consulten dicha
web, que contiene una gran diversidad de documentos muy significativos (en
francés, inglés y bosnio).
El dudoso apoyo de personalidades científicas destacadas
Logotipo de la Fundación de las pirámides de Bosnia |
Los problemas con el equipo de arqueólogos
A fin de excavar la Pirámide del Sol y el resto
de monumentos, Osmanagic ha recurrido a unos pocos jóvenes profesionales
con poca o nula experiencia. El joven arqueólogo italiano Ricardo Brett parece
ser que todavía era estudiante (sin título oficial) cuando estuvo a cargo
de las excavaciones. En cambio, su compatriota Sara Acconci sí tendría esa titulación,
así como el británico Andrew Lawler. También estuvo al cargo de las
excavaciones un tal Mislav Hollós (un historiador del Arte por la
Universidad de Zagreb), que en unos pocos meses apenas pudo redactar un informe, siendo luego descartado, supuestamente por no aportar el
suficiente apoyo a la existencia de las pirámides. En efecto, ninguno de estos profesionales estuvo
demasiado tiempo con Osmanagic. Para Lautre, la posibilidad de entrar en un
proyecto de estas dimensiones y con cierta aura épica habría atraído a estas
personas con ganas de hacer carrera. Ahora bien, una vez superado el influjo de
Osmanagic, todos ellos acabaron por abandonar Visoko al ver lastimosamente cómo
la arqueología real chocaba con las manipulaciones de su patrón[16].
Brett, no obstante, sigue trabajando en Bosnia, pero en proyectos de
arqueología “convencional”.
La falsa regularidad de la Pirámide del Sol
Lautre no niega que algunas de las colinas de
la zona presentan caras más o menos triangulares o trapezoidales, pero las
únicas caras con un aspecto triangular “regular” son las caras norte y oeste de
Visočica.
No por casualidad, todas las fotos muestran estas caras a modo de prueba
irrefutable, pero no las otras, que son completamente irregulares (o
simplemente “no existen”). Además, el parecido del resto de colinas con
auténticas pirámides es realmente muy forzado. Lo cierto es que los geólogos
locales ya han explicado esas formas como fruto de procesos naturales.
Asimismo, la perfecta orientación de las caras a los cuatro puntos
cardinales no sería tal, básicamente por la dificultad de estimar sobre el
terreno las alineaciones rectas de la colina, lo que haría que la
medición fuese como mínimo discutible.
La interpretación “personal” de la geología y la arqueología locales
"Terraza" en la pirámide del Sol |
En el ámbito arqueológico, cabe señalar que
alguna ocasión se ha llegado a interpretar libremente toda una estructura, como
cuando se anunció que se había encontrado una supuesta entrada a la Pirámide de
la Luna. Se trataba de una estructura rectangular de piedra, que tras ser
excavada, cayó en el olvido, dejando de ser mencionada en el sitio web de la
Fundación. En efecto, no se publicó nada sobre esta investigación ni se tiene
ninguna datación de los restos. En la práctica, pudo haber sido un refugio para
ganado, o una cabaña de leñador o una estructura de finalidad militar, pero
todo son especulaciones.
La lectura sesgada de las pruebas científicas
A pesar de que la Fundación muestra en su sitio
web pruebas de diversas personalidades o instituciones científicas, un estudio
detallado de tales documentos prueba que Osmanagic ha sacado de contexto los
resultados y los ha presentado de forma tendenciosa. Por ejemplo, las pruebas
sobre el “cemento artificial” realizadas por instituciones bosnias confirman
que se trata de un material de gran dureza, pero en ningún momento se hace
referencia a su origen (natural o artificial). Y en cuanto al estudio del
Politécnico de Turín sobre este tema, pese a ser citado en la web oficial de la
Fundación, parece que nadie ha tenido acceso directo a él[17].
En otro caso, las investigaciones implementadas con geo-radar fueron
presentadas como clara prueba de que existían estructuras (artificiales) bajo
Visočica,
pero lo que estos análisis realmente resaltaron es que había ciertas anomalías
subterráneas. Esto puede suponer que haya cavidades, pero también cambios de
densidad en el terreno, fallas, etc. Por tanto, es muy aventurado afirmar con
esos datos que existen redes de estructuras o cámaras por debajo del terreno.
La confusa excavación de los túneles
Los extraños artefactos de la civilización perdida
Fragmentos de cerámica local hallados en las excavaciones |
Las dataciones de C-14 no datan nada en concreto
La geóloga francesa reconoce que se han llevado
a cabo dataciones metodológicamente correctas mediante C-14, que han arrojado
fechas de entre 3.000 AP y 35.000 AP (Antes del Presente). Sin embargo, la
paradoja es que tales dataciones, obtenidas a partir de muestras orgánicas
recogidas al azar, no datan las “pirámides”, ni ningún estrato ni objeto
arqueológico. Y lo que es más: son menos representativas por cuanto se han
obtenido de restos en superficie, más propensos a estar contaminados por
aportaciones de carbono modernas. En el mejor de los casos, las cronologías
obtenidas de las muestras (raíces, hojas o fragmentos de madera) sólo
indicarían aproximadamente la edad del terreno natural formado sobre la colina.
En suma, desde el punto de vista arqueológico, estas dataciones prácticamente
no tienen valor.
Conclusiones
Comparando lo que ofrece Osmanagic con lo que
argumentan sus críticos, podemos ver que su posición resulta ya prácticamente
indefendible ante el peso de los hechos y datos sobre el terreno. Dentro de
poco se cumplirán diez años de trabajos en la zona y Osmanagic no ha sido capaz
de aportar nada sólido o creíble sobre sus pirámides pese a todos sus informes,
vídeos, congresos internacionales o ruedas de prensa. Además, sus malas
prácticas, tergiversaciones y falta de rigor científico no sólo le han puesto
en la picota académica sino que le han alejado de gran parte de la comunidad
alternativa. Así, a estas alturas, casi todo el mundo reconoce que lo que está
haciendo en realidad es excavar (mal) restos de las culturas locales y que –en
vez de escribir una nueva historia– está destrozando el patrimonio arqueológico
bosnio.
Lo cierto es que si hubiera una pirámide debajo
de la tierra y vegetación, habría salido a la luz tarde o temprano en las
labores de desbroce y excavación, como ocurrió con las pirámides de Teotihuacan
(México). Pero la realidad es que tras miles de horas de trabajo no se ha
podido acceder a nada inequívocamente artificial, si es que los diversos
expertos que han realizado esta valoración no están todos equivocados al
respecto del famoso revestimiento[19].
Sólo los túneles (o al menos parte de ellos) parecen ser un hallazgo genuino,
aunque luego hayan sido mal excavados o mal interpretados. En suma, hay
demasiados vacíos y conjeturas para tantas y tan altas expectativas. Por lo
tanto, todo apunta –con una probabilidad cercana al 100%– a que hay un pasado
por estudiar en Visoko, pero no el que Osmanagic ha querido crear desde su
visión de una civilización desaparecida.
Desde luego, no cabe duda de que el envite era
muy fuerte: proponer la existencia de un complejo de grandes pirámides de una
civilización antediluviana en pleno corazón de Europa era un desafío tan fuerte
a la ortodoxia que requería del máximo esfuerzo y rigor, porque nadie iba a
aceptar fácilmente tales propuestas. Sin embargo, Osmanagic desoyó cualquier
opinión que no coincidiese con la suya, incluso las que le ofrecían el
beneficio de la duda, y siguió en una especie de huida hacia delante que nadie
sabe muy bien cómo va a terminar. Quizá la historia se ha hecho tan grande a
estas alturas que se ha convertido en un monstruo con vida propia que ni
siquiera el propio Osmanagic se ve capaz de controlar, al estilo de lo que pasó
con el doctor Javier Cabrera y sus célebres piedras de Ica.
Aquí podríamos cerrar el caso de las pirámides
bosnias como un triste episodio en que la arqueología alternativa ni es
“arqueología” ni es “alternativa”; es simplemente un circo o un espectáculo.
Con todo, a modo de contrapunto, quisiera resaltar algunos elementos que me han
llamado la atención y que quizá merecerían algunas reflexiones posteriores.
En primer lugar, me sigue pareciendo muy
singular la presencia de una montaña natural con dos caras triangulares tan
marcadas y con una orientación evidente (aunque no exacta) a los cuatro puntos
cardinales. Los expertos opinan que tal formación es totalmente explicable en
términos geológicos, y de hecho existen otras montañas de formas similares,
pero la gran regularidad de Visočica no deja de ser muy llamativa. Otra cosa
sería determinar de qué manera una civilización antigua hubiera podido
“piramidalizar” una colina ya existente (la tesis Barakat/Swelim), si
descartamos el uso del famoso cemento, la única explicación a la que se ha
podido aferrar Osmanagic.
En segundo lugar, tenemos el fenómeno
“energético” de carácter electromagnético observado y medido por varios
científicos en la cima de la colina, que si bien suele ser objeto de burlas por
parte de la ciencia ortodoxa, plantea algunas relaciones directas con fenómenos
similares observados en las puntas de pirámides “de verdad” de Centroamérica y
Egipto. Esto no implicaría que la colina fuese una verdadera pirámide, pero tal
vez podría indicar que ciertas energías cósmicas y/o telúricas pueden
concentrarse y canalizarse a través de las formas piramidales. Lamentablemente,
a ojos ortodoxos, este tipo de estudios todavía reside en el campo de la
pseudociencia (y a veces mezclado inadecuadamente con la New Age y
movimientos similares) y no ha avanzado lo suficiente como para poder traspasar
la frontera piramidológica.
Por último, una reflexión no poco importante
sobre el affaire de Visoko y que aparentemente ha sido pasada por alto
por la gran mayoría de las opiniones. Y es que sumando todas las piezas y
viendo cómo se han desarrollado los hechos, podemos decir que algo extraño
pasa con este proyecto. A pesar de que la Piramidología no es tema precisamente
nuevo, resulta que nadie había reparado en la forma sospechosamente piramidal
de Visočica
hasta que en 2005 apareció por allí Osmanagic, que conocía bien la región por
ser nativo de allá. Y acto seguido, todos los grandes medios internacionales se
hacen eco de las noticias espectaculares que trae el empresario
bosnio-americano. Y pese a que la comunidad académica, en línea con el poder
político, tiene un peso decisivo para decidir qué se investiga y qué no en
todos los países del mundo, aquí se da la vuelta a la tortilla y toda la
atención se centra en las proclamas de Osmanagic. Y por si fuera poco, no sólo
las autoridades bosnias bendicen y financian el proyecto de las pirámides;
incluso en 2006 el Alto Representante de la Comunidad Internacional en Bosnia,
el Sr. Christian Schwarz-Schilling ofreció a Osmanagic su apoyo (tras considerarlo todo un
“visionario”), yendo más allá de sus estrictas
atribuciones.
Visto este panorama, algunos
aseguran que detrás de la excavación de las supuestas pirámides habría un
fuerte componente político nacionalista. De este modo, el hallazgo de las
pirámides vendría a ser la recuperación de un orgullo bosnio perdido tras una
pavorosa guerra étnica y política en la antigua Yugoslavia, lo cual
justificaría la creación de un falso –pero épico– pasado. Por otro lado, no faltan los que
han visto una clara maniobra de tipo económico, a fin de atraer el turismo
internacional a la zona y por extensión a todo el país. Sin embargo, la ya
citada Irna Lautre en una reciente entrevista (2013) reconocía que el
entusiasmo inicial ha decaído mucho y que el impacto social y económico en la
zona de Visoko no ha sido ni mucho menos el esperado. En sus propias palabras:
“Según mis contactos en el área, las “pirámides” no han traído la bonanza esperada, el desempleo en Visoko no ha descendido y muchas personas ya no creen en las promesas del Sr. Osmanagic.”
Para tratar de explicar estas paradojas, se ha
sugerido que Osmanagic tiene en Bosnia mucho más poder e influencia de lo que
parece (su padre había sido ministro de gobierno) y que de este modo puede
llevar a cabo una empresa tan compleja y heterodoxa sin tener que dar
demasiadas explicaciones ni preocuparse de las amenazas de los académicos. Aun
así, cuesta entender cómo esta aventura se ha podido sostener durante tantos
años sin que tenga visos de acabar a corto plazo pese a las claras dificultades
económicas que todavía afronta el país. Ahora cabría preguntarse a quién sirve
un proyecto de este tamaño que no da rendimientos científicos, ni culturales,
ni económicos. Pretender que sólo sigue en pie para satisfacer el ego de una
persona me parece una salida demasiado simplista, pero no tengo mejores
respuestas.
© Xavier Bartlett 2015
Referencias
BRETT, R. Official MRAV - summer camp 2012 archaeological
report. Foundation “Archaeological Park: Bosnian Pyramid of the Sun” (2012)
MESA, C. “Las pirámides bosnias”,
en www.carlosmesa.com (2011)
OSMANAGICH, S. Bosnian valley of the
pyramids: discovery and road to recognition. First International Scientific Conference on
the Bosnian valley of the pyramids (2008)
OSMANAGICH, S. Las pirámides del mundo y las pirámides perdidas de
Bosnia. Ed. Obelisco. Barcelona, 2013.
SCHOCH,
R. “The Bosnian Pyramid Phenomenon”, en The New Archaeology Review. September
2006 issue (Volume 1, Issue 8).
SWELIM, N. “The pyramid hills:Visočica and Plješevica
Hrašće: observations and analyses”.
(2007)
SWELIM, N. Visočica on the balance. (2010)
http://irna.lautre.net
http://piramidasunca.ba/eng/home-en.html
http://skeptoid.com/episodes/4140
http://www.bosnianpyramids.org/
http://www.bosnian-pyramid.org/
http://www.davidovits.info/
http://www.robertschoch.com/bosniacontent.html
http://www.semirosmanagic.com/en/
Fuente de imágenes: documentos procedentes de la web oficial de las pirámides bosnias y Wikimedia Commons
[1] Estas
estructuras se hallan en distintos países como Grecia, Italia, Alemania o
España (las llamadas pirámides guanches). La única pirámide de caras
lisas existente en Europa es una conocida réplica romana, la tumba de Caius
Cestius. Aparte, existen grandes túmulos o colinas artificiales que recuerdan a
pirámides, como Silbury Hill (en Gran Bretaña) que de hecho tiene un núcleo
piramidal en forma de espiral. Lo más cercano a unas grandes pirámides no
reconocidas –al estilo Osmanagic– son tres colinas próximas a
Montevecchia (Italia), que de algún modo recuerdan por su forma y disposición a
las tres grandes pirámides de Guiza.
[2] Cabe
puntualizar que sus primeras observaciones sobre las “pirámides” se remontan al
mes de abril de ese mismo año y que hasta octubre realizó algunas prospecciones
de tipo geológico, sobre todo para confirmar la existencia de los túneles. La
difusión internacional y la campaña mediática tuvo lugar a la vez que el
lanzamiento de su libro sobre este enclave.
[3] En realidad
todas estas estructuras tienen desde antiguo su propio nombre local en
tanto que colinas o montes, pero Osmanagic las ha rebautizado y registrado con
su nombre “arqueológico”, a su libre criterio, por supuesto.
[4] Aquí
Osmanagic remarca que el gobierno yugoslavo implementó una campaña de
plantación de árboles en todo el monte durante los años 50 y 60, si bien desde
la mitad hasta la cima tales plantaciones no fructificaron. Esto recuerda
bastante a las campañas similares llevadas a cabo por el gobierno chino en las
pirámides (“túmulos o mausoleos”) de la provincia de Shaanxi.
[5] Su
composición se basaría en una mezcla de grava, caliza y esquisto con un
elemento aglutinante arenoso a base de partículas de cuarzo, feldespato y mica
[6] Según sus
propios datos, entre 2005 y 2008 ya se acumulaban más de 300.000 horas de
trabajo, a lo que habría que sumar un cifra aún superior de las campañas más
recientes.
[7] Osmanagic
afirma en su web que todo el material conglomerado (miles de toneladas) se
había “extraído” y utilizado luego en forma de cemento para cubrir las
pirámides.
[8] Este trabajo
lo llevó a cabo el Instituto Federal de Pedología de Bosnia.
[9] Es
significativo citar que en el propio informe de 2013, se reconoce que muchos
objetos han sido extraídos y almacenados preventivamente a partir de una
política expresa de “en caso de duda, se recogen” sin tener nada claro si son
artificiales o naturales, pues –debido a que son de un “tiempo anterior” aun
por explorar– ofrecen más dificultad para su interpretación.
[10] Fragmento traducido del artículo:
Schoch, R. “The Bosnian Pyramid Phenomenon”, en The New Archaeology
Review. September 2006 issue (Volume 1, Issue 8).
[11] Schoch no
vio ninguna inscripción ni escritura antigua, sino trazos modernos, que incluso
podrían ser en algún caso un intento de fraude, según una “fuente fiable” del
lugar que le aseguró que dos años antes no había ninguna inscripción en los
túneles.
[12] De hecho,
Barakat no habla de losas de cemento artificial sino de un conglomerado natural
o breccia, formado por fragmentos de piedras de diferente tamaño y
composición.
[13] A este
respecto, he leído opiniones que justifican la posición de Barakat y Swelim en
clave política, por simpatía hacia el Estado Bosnio, de fuerte tradición
islámica.
[14] Esta
acusación se puso por escrito en un correo electrónico de Osmanagic a Swelim,
del cual recibí copia directamente.
[15] Algunas fuentes afirman que la
muestra procedía en realidad de un túmulo cercano (también considerado
artificial por Osmanagic).
[16] Estas
diferencias no serían poco importantes, pues incluirían la intención de Osmanagic de “tapar” ciertos
hallazgos (como una lámpara de minero en uno de los túneles) o de modificar los
informes arqueológicos antes de su publicación.
[17] La única
información referente a este análisis aparece en un correo electrónico enviado
a Osmanagic por Giancarlo Barbadoro, un investigador alternativo italiano, que
habría tomado muestras de conglomerado
en un visita a Visoko y las habría hecho analizar por la institución ya citada.
[18] Con todo,
Lautre reconoce que las esferas de Costa Rica sí son artificiales y no descarta
al 100% que las de Visoko lo sean también, pero la documentación fotográfica le
inclina a pensar que son un producto geológico.
[19] De todos
modos, es bueno recordar que la geología no es una ciencia tan “exacta” u
objetiva como cabría esperar, sobre todo cuando choca con la práctica
arqueológica y con las ideas preconcebidas; véanse al respecto los casos de
Hueyatlaco o la Esfinge de Guiza, entre otros.
9 comentarios:
Es que uno de estos circos aporta mucho a la "Marca Bosnia" y no están los tiempos para desaprovechar nada, jejeje.
Flaco favor se hace a todo aquel que pretende buscar alternativas a los dogmas oficiales, pues es equiparado a estos vividores que encuentran en los intereses comerciales el mayor (único), apoyo de sus delirios.
Saludos.
PD: ¿habrá algún día un artículo sobre las pirámides Chinas? Esas tienen alguna posibilidad de ser reales, aunque el gobierno Chino no esté por la labor de confirmarlo, quizás de ahí parte de su "encanto"
Amigo Piedra:
Sobre Bosnia, sigo sin ver claro qué hay detrás de este extraño proyecto, pues la parte económica no parece funcionar, pero Osmanagic no tira la toalla y las autoridades lo siguen apoyando...
Bueno, sobre las pirámides chinas ya escribí un artículo en este blog (mencionando, por cierto, la visita de Osmanagic a la zona) y creo que allí también hay mucho trabajo por hacer. Sin embargo, creo que en este caso las pirámides (o mausoleos) son auténticas, aunque no sepamos gran cosa de ellas, porque a día de hoy no se han investigado a fondo por diversas razones. Lo más posible es que tuvieran una función funeraria, pero insisto en que hay que esperar y ver los resultados arqueológicos. Por de pronto, algo se ha avanzado, porque del mutismo y el secretismo hemos pasado a los primeros estudios y a la aperuta de la zona al gran público.
Saludos,
X.
Hermanos continentales, asistimos a un momento crucial de la historia del mundo.
Las culturas ancestrales, se ponen en valor, su verdad aparece en tiempos de grandes necesidades de cambios de estilos de gobierno mas honestos y libres de corrupción.
Estas novedades que te proporcionamos en esta entrega, sirvan para que proclames en el continente que los ancestros se están manifestando.
La hora del Cambio ha llegado. Construyamos un duradero proyecto de libertad continental.
Luis Alberto Castro.
Enhorabuena por el artículo, se agradece leer un trabajo tan elaborado que escasea tanto por la red últimamente y conducido bilateralmente con tanta cautela y precisión.
Si bien es cierto que Osmanagic ha acumulado cientos de críticas, y en este asunto me incluyo yo mismo (cuando descubrí que al mismo tiempo de las excavaciones se construía y publicitaba un complejo turístico antes de tener prácticamente nada solido reconocido), también cabe decir que semejante empresa de trabajo e investigación depende de una no menos colosal necesidad de financiación y que no contará nunca con el apoyo de las eminencias arqueológicas establecidas.
Creo que Osmanagic sabe muy bien lo que está buscando y que realiza un trabajo en Bosnia que no le permitirían hacer en Egipto. Se trata de reunir a gente de todas las ramas de ciencia y dejarlos que expongan y trabajen en sus ideas nuevas (por cierto alejándonos de la creencia de que fueron concebidas y diseñadas para ser simples tumbas o tener motivos religiosos).
El problema es que aún no ha encajado lo que está buscando aunque creo que en algunos aspectos anda muy muy cerca.
Creo también que el método que emplea es el que humanamente se puede permitir. Las eminencias establecidas en arqueología deberían de haber hecho como él, en vez de investigar exclusivamente para qué usaron una construcción como La Pirámide de Guiza deberían de haberse hecho primero la pregunta de "¿Por qué hicieron hace tantos miles de años una maravilla de la ciencia y el conocimiento? y ¿porqué se reprodujeron por todo el mundo?
Aun nos queda mucho tiempo para tener un dominio tal de tecnología y conocimiento que sea suficiente para construir nuestras propias maravillas, que tengan un uso mundial, que resistan diluvios universales y que envíen un mensaje para que lo reciban dentro de otros 15 o 20 mil años los supervivientes de nuestras generaciones futuras.
Apreciado Juan M.
Muchas gracias por el comentario y las amables palabras dedicadas a mi trabajo. La verdad es que este es un tema complejo, en que es muy fácil caer en la aceptación o negación incondicional, pero tuve la oportunidad de escuchar en persona a Osmanagic en un congreso celebrado el pasado año y me reafirmo en que él ha emprendido una carrera en la que lo único que le importa es "su verdad". Yo he tratado de estudiar todos los puntos de vista y extraer una conclusión, y no pretendo tener la verdad absoluta. En lo que sí coincido con Osmamanagic es que el tema de las pirámides muy posibloemente ha sido mal estudiado e interpretado por la ciencia ortodoxa y que algunas visiones alternativas podrían estar en la línea correcta.
Saludos,
Xavier
Enhorabuena por el post, llevo un tiempo buscando fuentes que analicen este asunto imparcialmente, y son muy escasas, como bien dices están tan polarizadas por lo general que "tiran para atrás".
La fascinación que despierta en tanta gente puede deberse a causas naturales, la zona está cuajada de corrientes de agua subterránea que provocan un flujo energético que llega a ser perceptible, en más o menos grado. En la cima de Visocica por ejemplo, con un mínimo de atención y presencia, me vi envuelto en una especie de humo blanco vibrante que suelo percibir en espacios naturales con corrientes subterráneas. Allí arriba era muy abundante y persistente. Puede que exista en la zona una especial concurrencia de los efectos energéticos de estas corrientes. Según se lee en la wikipedia acerca de la posible etimología del nombre del país encontramos una pista:
<>
(La redacción está así en la entrada)
Por ahí veo una posible lanza que romper en favor de la idea de que en un pasado olvidado, la humanidad conoció la naturaleza bajo paradigmas científicos distintos de los actuales. No digo mejores ni peores, sino distintos. El uso que se le diera a estos conocimientos tal vez se empieza a atisbar desde los enfoques científicos alternativos, que siempre ha habido en la ciencia occidental, pero que en tiempos recientes han dado lugar a la idea del resurgir de un "nuevo paradigma", que tanto irrita al positivismo materialista racionalista, pero que no hace sino intentar ampliar el ángulo de visión a la hora de comprendernos.
Gracias funámbulo por tu comentario.
Bueno, en eso estamos, en ofrecer información alternativa, pero con rigor y contraste y sin prejuicios ni sesgos en uno u otro sentido. Coincido con tu opinión de que si bien arqueológicamente no parece haber rastro de pirámides, "algo" podría haber y en ello se incluye un conocimiento (y uso) antiguo de ciertas fuerzas naturales o cósmicas que hoy se nos escapan. No descarto pues la tesis de Swelim que se hubiese intentado "piramidalizar" una colina natural (¿para obtener o canalizar energía telúrica?).
Un saludo,
X.
Y se agradece el esfuerzo y dedicación a tal fuente de información, Xavier.
La tesis de Swelim contradice la teoría geológica detractora que interpreta la capa de conglomerado como resultado de la ascensión y ruptura del lecho de un lago del mioceno tras abruptos movimientos de la placa tectónica. Como ignorante absoluto en la materia no puedo meterme, pero no por falta de ganas... Me imagino el lecho de aquel vetusto lago como un fango sedimentoso, que de haber cedido a fuerzas provenientes de estratos inferiores para ascender, habrían precipitado los elementos más pesados hacia abajo. El sentido común me dice que algo no encaja a la vista de esos bloques homogéneos de conglomerado, pero como digo, soy un ignorante en lo que a geología se refiere, y por tanto pienso que puedo estar omitiendo alguna ley en contra de mi particular sentido común.
Por otra parte veo que el texto de wikipedia copiado y pegado no ha salido. Lo intento otra vez, ya que me parece de cierta relevancia para considerar las características de esta zona del planeta, y la percepción que desde antiguo se tiene de ella:
El nombre "Bosnia" probablemente de Bosna un río importante que corre por esta región, ha sido punto de historia que en la era romana se le conoció como Bossina, pero la etimología del mismo es desconocida. El filólogo Anton Mayer propone una conexión con la raíz indoeuropea *bos o *bogh, que significa "agua que corre". Algunas fuentes romanas igualmente mencionan a Flumen Bathinus como nombre a Bosona, los cuales significaría "agua que corre" también. Otras teorías implican que Bosnia es un término raro del latín que significa límite, y los posibles orígenes son eslavos.
Saludos,
F
Gracias otra vez funámbulo
Bien, simepre está el tema del "acto de fe", esto es, cuando delegamos el estudio de un tema a unos expertos que saben más que nosotros y que emiten una opinión cualificada que luego nos creemos a pies juntillas. En este sentido, la gran mayoría de geólogos han expresado un veredicto de "formación natural", incluido Schoch, que es más proclive al pensamiento abierto y a cargarse si hace falta la visión ortodoxa, como hizo en Guiza con la Esfinge. Pero ya me ha dado cuenta de que las ciencias supuestamente exactas u objetivas no lo son tanto y admiten discusión e interpretación, y por ello prefiero ser prudente.
También he visto que los expertos han dado como naturales varias formaciones en piedra (mira el artículo sobre la "civilización fantasma" de este mismo blog) que bien podrían ser monumentos artificiales en que se ha tallado la piedra y se la ha dispuesto de una manera determinada. No te digo que este sea el caso de Bosnia, pero insisto en que puede existir error (ya no diré intencionado) por parte de los geólogos, del mismo modo que los arqueólogos tienden a dar por buenas sus interpretaciones históricas o antropológicas por encima de otras evidencias o datos oscuros o contradictorios.
Saludos,
X.
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