Según he podido comprobar a lo largo de mi estudio sobre la
arqueología o historia alternativa, el mundo académico tiende a ignorar esta
disciplina, sobre todo para no darle una importancia que –a su juicio– no
merece de ninguna manera. En otras ocasiones, aunque en menor medida, la
ciencia establecida ridiculiza o ataca
las propuestas alternativas de una manera feroz, si bien es de lamentar que demasiadas
veces estas reacciones rozan el sarcasmo, la prepotencia o las acusaciones ad
hominem. A su vez, algunas facciones alternativas se dedican a despotricar contra
el estamento académico y no admiten ninguna clase de objeción, creyendo de una
manera dogmática que ellos están en el camino correcto. En fin, por desgracia,
en muy pocas ocasiones se produce una situación de debate y crítica
constructiva, lo que podría arrojar luz sobre muchos temas, reconociendo que
unos y otros tienen aciertos y lagunas y que nadie puede proclamarse como
“poseedor de la verdad”.
Graham Hancock |
Precisamente, acaba de tener lugar hace pocos días en el
Cairo un lamentable episodio que denota la evidente falta de diálogo y
comprensión entre la ortodoxia académica y la llamada arqueología alternativa,
por lo menos por parte de ciertas personas... Paso a explicar los pormenores de
este suceso, cuya noticia completa puede consultarse en inglés en la web del
autor escocés Graham Hancock[1].
Desde hacía meses, Hancock llevaba anunciado un tour
por Egipto en que por primera vez tendría lugar un debate franco y abierto
sobre las cuestiones más polémicas de la egiptología entre él mismo y el otrora
poderoso mandamás de la arqueología egipcia, Zahi Hawass. Este encuentro,
planeado para el día 22 de abril de 2015, se venía promocionando como “el
primer debate abierto entre dos representantes de dos versiones completamente
diferentes de la historia”, esto es, un diálogo entre un defensor de las
teorías alternativas y otro de la visión académica.
Por supuesto, debemos suponer que había previo acuerdo para
realizar tal debate en determinadas condiciones y que ambas partes acudían al
evento con la mejor de las intenciones. Además, había un público que había
pagado una no despreciable cantidad de dinero para asistir a este
acontecimiento. En suma, se podía presumir un contraste de pareceres relativamente
educado y constructivo, aunque acabase con muy pocos acuerdos, en aras de
obtener algún resultado y de no defraudar al público. No por nada ambos
personajes eran (y son) dos indiscutibles estrellas o grandes paladines de sus
respectivos mundos: un reconocido autor alternativo de gran éxito de ventas y
un reputado arqueólogo de fama mundial (aunque a veces tachado de tener
arranques histriónicos y megalómanos).
La diapositva de Hancock que abrió la caja de los truenos |
En este contexto, se presentaba un evento organizado del
siguiente modo: una hora de exposición por parte de cada uno de los ponentes y
luego un tiempo de debate en que los asistentes podrían participar y formular
preguntas a ambos. Pero llegado el momento, algo muy desagradable e
inexplicable sucedió. Poco antes de iniciarse la sesión, Graham Hancock estaba
preparando su presentación de diapositivas, y en una de ellas aparecía la
conocida Teoría de la Correlación de Orión (TCO), propuesta por su amigo Robert
Bauval hace ya 20 años. Lógicamente, Hancock había incluido una pequeña
fotografía de Bauval en su diapositiva, pero Hawass, que estaba allí presente,
se enfureció nada más verla y entró en cólera. Hawass empezó a gritar y acusar
a Bauval de “criminal”[2].
Así las cosas, Hawass se negó a tener ningún debate con
Hancock si éste insistía en mencionar a Bauval y su teoría, diciendo –entre
otras cosas– que “quién era él [Hancock] para comentar la teoría de otro”.
Hancock respondió afirmando que no podía ofrecer su visión alternativa sin
comentar la TCO y que por tanto debía mencionar a Bauval. Sólo a modo de
muestra del tenor de este enfrentamiento, me permito reproducir una breve parte
del intercambio de frases entre Hancock y Hawass, que pudo ser recogido en
vídeo por uno de los presentes[3]:
Zahi Hawass: Este hombre [Robert Bauval] es un ladrón y no quiero hablar sobre él, y no quiero que se mencione su nombre.
Graham Hancock: En el mundo académico, Zahi...
ZH: Él no es un académico. No es nadie.
GH: En el mundo académico no recurrimos a argumentos ad hominem. No debatimos sobre la persona. Debatimos sobre la materia.
ZH: Escucha, escucha. La materia ya está debatida y está cerrada.
GH: No, no lo está.
ZH: Está debatida y cerrada. Está cerrada en Chicago por todo el mundo.
GH: Entonces, no quieres oír nada de lo que tengo que decir.
ZH: Exactamente. No quiero oír nada.
Vista la situación, el autor escocés quedó muy decepcionado
y, si bien no perdió los estribos, acusó a Hawass de torpedear el debate antes
de que ni siquiera comenzase, espetándole la expresión Shame on you!
(“¡Qué vergüenza!”). Hawass reaccionó muy mal ante estas palabras y optó por
abandonar de malas maneras la sala de conferencias, aunque –ante la presión de
los organizadores del evento– aceptó finalmente dar su charla de una hora ante
los asistentes, pero recalcando que de ningún modo entraría a debatir con
Hancock ni asistiría, obviamente, a su ponencia.
Yacimiento de Göbekli Tepe (Turquía) |
Así pues, ambos expusieron sus argumentos por separado y al
final algunas personas preguntaron a Hawass por las concordancias entre el
yacimiento de Göbekli Tepe y la civilización egipcia, ante lo cual el gran
egiptólogo dijo no saber nada sobre tal lugar, traspasando la pregunta al
moderador, un arqueólogo llamado Miroslav Barta. Éste trató de solventar la
papeleta diciendo que no había relación entre el yacimiento turco y el Antiguo
Egipto, dada la diferencia temporal entre ambos, pero Hancock aprovechó para
intervenir afirmando que ese era justamente uno de los grandes temas de
discusión: que la civilización egipcia (empezando por la Gran Esfinge) podría
ser mucho más antigua de lo que se reconoce oficialmente. Y esto fue todo lo
que dio el tan esperado “debate”.
Finalmente, es de justicia aclarar un par de puntos antes de
concluir. En primer lugar, están las acusaciones de Hawass hacia Bauval. Este
asunto tiene que ver con la extracción ilícita de una muestra de pintura del
cartucho de Khufu en una cámara de descarga de la Gran Pirámide. Este punto ya
lo toqué en un artículo previo de este blog y en él se dejaba claro que había
sido un equipo de investigación alemán el responsable de tales hechos y que
Bauval no tenía relación con esta acción, aunque le habían llegado rumores
sobre quién estaba detrás de ello. En todo caso, dos días después del debate
frustrado, Bauval hizo una declaración en la web de Graham Hancock sosteniendo
que él no tenía nada que ver con el “asunto alemán” y que fue Hawass el que le
había implicado en los hechos sin ningún fundamento. Posteriormente, una de las
personas del equipo alemán, Dominique Gorlitz, confirmaba por escrito que
Bauval no había tenido ninguna participación en los hechos denunciados, sino
que había sido ella, junto con Stefan Erdmann, los que habían extraído la
muestra el 13 de abril de 2013.
En segundo lugar, he recogido algunas opiniones en Internet
de personas más o menos próximas al mundo académico y éstas consideran que la
actitud de Hawass es bastante impresentable y fuera de lugar, más allá de las
diferencias sobre la TCO o el asunto del cartucho. Por otro lado, hay quienes
se sorprenden por las palabras de Hawass cuando rechaza la validez de ciertas
tecnologías aplicadas a la arqueología o cuando dice no saber nada de Göbekli
Tepe[4].
Asimismo, algunos interpretan la “espantá” de Hawass como una mera excusa para
no haberse de enfrentar a preguntas incómodas, sobre todo relacionadas con la
Gran Pirámide y el atentado al cartucho, cometido bajo su
administración. Sea como fuere, él dio su charla y se sometió a las preguntas
de los asistentes, lo cual desmentiría dicha hipótesis.
Lo cierto es que este episodio, captado en vídeo muy
oportunamente, nos retrata a un gran referente académico poco menos que
como un cavernícola, matón, arrogante hasta la médula e incluso ignorante. No
soy amante de ver conspiraciones por todas partes, pero reconozco que todo este
asunto me parece bastante extraño y más propio de un gran teatro cuya
finalidad última se me escapa, porque no creo que los elementos de la polémica
en liza justifiquen este tipo de reacciones tan vehementes y desproporcionadas,
hundiendo un acto que estaba planeado desde hacía muchos meses.
De izq. a der.: West, Bauval, Hawass y Hancock |
Sea como fuere, los alternativos parecen haber quedado como
el bando “bueno”, mientras que la ortodoxia se ha mostrado de la peor manera
posible. No obstante, sería bueno recordar ahora que Hawass había tenido una
relación respetuosa –casi cordial pese a las diferencias– con Hancock y con
Bauval, e incluso con J. A. West, el hereje que se atrevió a redatar la
Gran Esfinge, como se puede ver en una fotografía en que los cuatro parecen
estar charlando distendidamente.
¿Que no hay diálogo? ¿Que hay intransigencia o arrogancia
intelectual? Está bien claro, y no defenderé aquí el inmovilismo y la cerrazón
académica, pero este suceso más bien parece una comedia bufa en la que
el peor parado resultó ser el público, que esperaba sin duda otra cosa. Y, por
cierto, quien escribe estas líneas, que está abierto al pensamiento alternativo
y rechaza los dogmatismos de toda clase, ha sido mucho más criticado (y a veces
de manera desconsiderada) por los llamados alternativos. Vivir para ver.
© Xavier Bartlett 2015
Fuente imagen diapositiva / West, Bauval, Hawass, Hancock: www.grahamhancock.com
Fuente imagen Göbekli Tepe: DAI
[1] Véase:
http://www.grahamhancock.com/forum/HancockG15.php
[2] En el
original inglés, “crook”, o sea, ladrón, bandido, maleante, criminal...
[3] La secuencia
de la furiosa reacción de Hawass puede verse en youtube: https://www.youtube.com/watch?v=8Ziu2ygE_Wc.
[4]
Particularmente me resulta casi imposible creer que él no sepa nada de este
yacimiento, siendo un profesional de primera categoría. Si no quiso contestar,
sus razones tendría...
5 comentarios:
hola
por favor ¿pero qué resultados arrojó la esencial prueba (!¿clandestina?¡) del famoso cartucho?
gracias un saludo
Amigo anónimo
Si se hicieron tales pruebas, lo que sigue siendo un asunto sin confirmar, no ha trascendido al público su resultado y por desgracia nos movemos en el mundo de las sospechas y los rumores, lo que no ayuda para nada a despejar la controversia. Hay muchos personalismos e intereses en todo esto y no veo que a corto plazo vaya a haber novedades en uno u otro sentido.
Lo que parece claro es que la tecnología para dilucidar si hubo fraude o no en este caso existe, al igual que existe una prueba fiable para confirmar si el disco de Faistos fue una falsificación encargada por su "descubridor". Pero nadie está por la labor.
Saludos
hola
gracias por responder
entonces el que no se hagan las pruebas pertinentes es prueba suficiente, y se justifica la redundancia...
para mi modesta opinión discutir estos temas son irrelevantes, ambos debaten para sacarle dinero a la gente, la verdad no me interesa nada respecto a esas piedras derruidas una ensima de la otra.
Mario,
Publico su comentario por cortesía, pero si a usted no le interesa nada de esto, ¿por qué lee este blog y realiza un comentario? En lo que puedo estar de acuerdo parcialmente con usted es que este evento tenía un trasfondo comercial y de promoción personal, y tanto los autores independientes como los académicos tienen su ego, sus prejuicios y sus intereses. Lo que realmente falta es un debate sincero y sin espectáculo.
Saludos
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