En varias ocasiones
me he referido en este blog a cuestiones mitológicas, sobre todo las vinculadas
al origen del mundo, del hombre y de la civilización. Y lo que resulta sorprendente
es que, a pesar de las diferencias –a veces muy grandes– en el espacio y el tiempo,
podemos observar unas constantes similitudes narrativas en culturas
aparentemente no conectadas de ningún modo.
Para ahondar en
este tema, me complace presentar un artículo de mi colega José Luis Espejo, al
que cité en la pasada entrada. Este documento ilustra la controversia con claros
ejemplos de mitología comparada que hablan por sí mismos. Y mientras tanto, el
estamento académico sigue anclado en sus autoctonismos e historias locales, y elude
la incomodidad de explicar esas repetidas coincidencias que se dieron en unas
épocas extremadamente remotas. Con tal base, el autor se pregunta si se está
escamoteando parte de nuestro pasado por pura desidia. Un servidor de ustedes
cree en la torpeza científica o en la falta de miras, pero llega un punto en
que resulta difícil explicar tanta supuesta incompetencia…
Extrañas analogías en los mitos
universales
|
Alegoría pictórica del Diluvio Universal |
Todo hace pensar que el Diluvio es un mito universal; es decir,
que el Diluvio fue en verdad Universal. Sólo hay que echar un vistazo a la “mitología
comparada”. Un fenómeno catastrófico de carácter universal es común entre los
judíos (Biblia), los griegos (Apolodoro), los germanos (Gylfaginning), en
Sumeria (Gilgamesh), en India (Satapatha-Brahmana, y Bhagavata-purana), en Irán
(Avesta), así como en Australia, Filipinas, Tailandia, China (rey legendario
Yu), África (entre los yoruba), América del Sur (entre los aymara), América
Central (entre los aztecas), Polinesia y Melanesia, etc...
Por otro lado, el personaje que recibe el encargo de crear una
nueva raza de seres humanos, tras el Diluvio, es otro punto común en los
distintos mitos: Deucalión en Grecia, Noé entre los judíos, Utnapishim entre
los acadios-sumerios, Manu entre los indios...
En definitiva, hay un aspecto que o no ha sido tenido en cuenta
(cosa harto dudosa), o ha sido escamoteado al público profano: la extraña
analogía de los mitos universales. El mito del Diluvio es un claro ejemplo.
Distintas
versiones del mito del Diluvio Universal
Comencemos por Europa. El mito noruego “Gylfaginning” dice así: “Odin,
Vili y Ve mataron a Ymir (un gran gigante helado). De sus heridas brotó tanta
sangre (agua) que, excepto Bergelmir y su mujer, los otros gigantes helados se
ahogaron en la inundación que provocó. Bergelmir escapó con su mujer al subirse
con presteza a un barco que él había construido vaciando un tronco. Ellos se
convirtieron en los padres de la siguiente raza de gigantes, que fueron
asimismo criaturas malvadas”.
Sigamos por África. Según el mito yoruba de la creación: “Los
dioses nunca se cansaban de oír a Obatala (creador de la especie humana) describir
la ciudad que él había creado en la Tierra (Ife). Muchos de ellos estaban tan
fascinados con lo que habían oído, que decidieron dejar sus casas del Cielo y
vivir entre los hombres en la Tierra... [Pero Olokun (diosa del mar) estaba
celosa de Obatala y... ] Reunió las grandes olas del océano, enviándolas a
través de la tierra que había creado Obatala. Una tras otra, las olas inundaron
la Tierra hasta que el agua sumergió toda la extensión que se podía ver a
simple vista” [Los pocos que sobrevivieron al Diluvio encontraron la ayuda de
la diosa Orunmila].
Pasemos a América del Sur. He aquí la versión aymara del mito de
la creación: “En el comienzo, el Señor Con Ticci Viracocha, príncipe y creador
de todas las cosas, emergió del vacío y creó la Tierra y los Cielos. Luego creó
animales y una raza de seres humanos gigantescos que vivieron sobre la Tierra
en la oscuridad de una noche eterna, porque aún no había sido creada ninguna
forma de luz. Cuando la conducta de esta raza disgustó a Viracocha, volvió a emerger,
esta vez desde el lago Titicaca, y castigó a esos primeros seres humanos
convirtiéndolos en piedras. Luego provocó una gran inundación. Pronto incluso
los picos de las montañas más altas estaban bajo el agua”.
|
Representación del Diluvio (Mesoamérica) |
Y ya en América Central, veamos qué dicen los Aztecas: “El cuarto
mundo fue iluminado por el sol del agua. El gran dios Quetzalcoatl creó una
raza de seres humanos a partir de la ceniza. Esta gente era muy codiciosa, por
lo que fue castigada con una inundación... El Ser Supremo salvó una pareja
humana del Diluvio. Les habló y les dijo: Encontrad un gran árbol, haced un
agujero en su tronco lo suficientemente grande, y refugiaos en él hasta que las
aguas se retiren...” [No obstante, como ni aún estos supervivientes son
suficientemente virtuosos, fueron convertidos en perros. Habrá que esperar al
quinto mundo para que vea la luz la actual especie humana.]
Acabaremos, cómo no, en Asia. La Biblia dice: “En aquellos
tiempos, había gigantes en la Tierra, y también después, porque cuando los de
la raza divina se unían con las hijas de los hombres, ellas les daban hijos;
que son los valientes de otros tiempos, hombres famosos”. [Fue el hecho de que
esos hombres fueran malvados lo que provocó el Diluvio subsiguiente.]
Reflexiones
sobre el mito del Diluvio Universal
Sería ocioso negar que cada uno de estos mitos tiene aspectos
peculiares. Ninguno es idéntico al otro; ni siquiera tienen propósitos
similares. Por ejemplo, algunos de ellos pretenden ante todo singularizar la
propia etnia sobre las demás, más que dar una explicación más o menos fabulada
de la creación de la materia y de la vida a partir de la nada o del caos.
Pero sí se pueden destacar algunas constantes: 1) En todos los
casos el Diluvio está asociado al castigo de una raza primigenia, supuestamente
malvada (excepto en el mito yoruba); 2) en todos los casos (menos el yoruba y
el aymara), una pareja se salva del Diluvio; 3) en todos los casos (menos el
yoruba y el aymara), se habla de una raza de superhombres (grandes en estatura
y longevidad, pero inmorales y malvados). ¿Quiénes son estos gigantes?
Reflexionemos sobre ello.
Dos de estos mitos parecen darnos algunas pistas: tanto en el mito
judío como en el yoruba, los primeros hombres se mezclaron con seres divinos (o
dioses). Y en el primer caso, ello provocó el castigo del Ser Supremo. ¿Sería
éste el origen de los gigantes? Y sobre todo, ¿quiénes eran esos seres
supuestamente divinos?
|
Estatuilla de El-Obeid |
Ahora examinemos la segunda gran incógnita: ¿Cuándo y cómo se
produjo el Diluvio Universal? Desde luego, no durante el V milenio a. C.,
coincidiendo en Mesopotamia con la etapa El Obeid, como se suele afirmar.
Ciertamente, en esas fechas una inundación catastrófica destruyó la primera Ur,
y poco después fue creada la ciudad de Uruk (la patria de Gilgamesh). Pero esta
evidencia histórica choca con la universalidad del mito del Diluvio.
En cuanto al modo en que éste se desarrolló, todas las versiones
coinciden al menos en un punto: el supuesto castigo divino se concretó en una
inundación (aunque en el mito azteca se habla de tres destrucciones
anteriores). Respecto a su agente, hay contradicciones: según unas versiones,
el Diluvio fue causado por lluvias torrenciales, y según otra (yoruba) por el
mar. Sin embargo, hay un caso que destaca sobremanera: en la versión nórdica se
habla explícitamente de la sangre del gigante helado Ymir. ¿Y quién es Ymir? Un
glaciar, por supuesto. Cuando hablamos de Ymir estamos hablando del agua de los
glaciares.
El mito nórdico es atrayente: ¿Un Diluvio Universal causado por el
agua derretida de los glaciares? ¿Por qué no? ¿No es éste el único fenómeno que
podría haber causado un Diluvio realmente universal?
Más
coincidencias
Pero aquí no acaban las inquietantes coincidencias en los mitos
universales. Ahora compararemos dos mitos de creación, separados en el espacio
por miles de kilómetros y en el tiempo por más de tres milenios. Tanto el mito
azteca como el mito babilonio afirman que el mundo fue construido empleando
para ello el cuerpo dividido de un monstruo marino. Es el llamado “mito de las
aguas primordiales”. Dado su excepcional interés, los expondremos ambos:
|
El dios azteca Quetzalcoatl |
El mito azteca de la creación dice así: “Quetzalcoatl, el dios de
la luz, y Tezcatlipoca, el dios de la oscuridad, miraron hacia abajo y sólo
vieron agua. Una diosa monstruosa flotaba sobre el mar... Así que los dos
grandes dioses se transformaron en dos enormes serpientes. Uno de ellos agarró
a la diosa [del mar] por los brazos, mientras el otro la cogió por los pies.
Antes de que la diosa [del mar] se pudiera resistir, ambos estiraron hasta que
la partieron por la mitad. Su cabeza y su tronco se convirtió en la Tierra, y
la parte inferior de su cuerpo se elevó al cielo y formó el Cielo”.
Ahora comparémoslo con el mito babilonio del Enuma elish: “Entonces
Tiamat [diosa de las aguas saladas] y Marduk [dios principal del panteón
babilonio] lucharon en combate singular... Marduk le disparó con su arco. La
flecha atravesó su estómago y la desgarró, partiendo su corazón y matándola...
Marduk dividió el cuerpo de Tiamat en dos partes, como un marisco. La mitad
formó el Cielo, y la otra mitad formó la Tierra”.
No se acaban aquí las homologías en el mundo de los mitos: por
ejemplo, no sólo Moisés fue encontrado en una canastilla flotando en un río;
del mismo modo fueron rescatados héroes como Sargón I y Rómulo y Remo. Y Ulises
no fue el único capaz de tensar su arco (a su llegada a su patria, Ítaca); este
es también el caso del héroe indio Rama (para ganar a su esposa Sita) y del
héroe africano Sunjata.
¿Están
escamoteando parte de nuestro pasado?
Nadie se explica cómo se han podido producir tales analogías en
los mitos y las tradiciones de sociedades tan alejadas entre sí en el espacio y
en el tiempo. ¿Difusión de un bagaje cultural remoto por el orbe terrestre,
cuando aún existían puentes de tierra firme entre los diversos continentes?
¿Producto de unas mismas pautas de pensamiento, ante circunstancias similares? ¿Cosa
del azar? Tal vez nunca lo sabremos.
En todo caso, hay algo que no encaja. O bien ha existido una
evidente desidia entre los especialistas de las distintas áreas de las ciencias
sociales que se ocupan de la mitología, la etnología y la lingüística
comparadas, en la investigación de los lazos comunes de la cultura humana (es
decir, de la protocultura que en el mito Bíblico está simbolizada por el mundo
antes de Babel). O bien están escamoteando una parte muy importante de nuestro
bagaje cultural, en su sentido más universal. Sea como sea, la explicación a
estos enigmas puede ayudar a resolver numerosas incógnitas sobre el pasado.
Bien es sabido que el mito, históricamente, ha desvelado tantos misterios como
ha creado. Todo se reduce a saber por dónde empezar a buscar.
© José Luis Espejo 2012
Fuente: https://www.joseluisespejo.com/index.php/articulos-antiguos/90-extranas-analogias-en-los-mitos-universales