El
fenómeno del megalitismo –antiguas construcciones realizadas con enormes
piedras– lleva siendo estudiado sistemáticamente (o científicamente) desde hace
más o menos siglo y medio, pero todavía encierra muchos más interrogantes que
respuestas. Podemos afirmar que se ha hecho un gran trabajo en la
identificación, excavación, conservación y estudio de los restos, pero más allá
de las descripciones objetivas y del rescate de estructuras y artefactos, el
fenómeno sigue sin ser comprendido en su totalidad. Lo cierto es que, aparte de
las estructuras con finalidad funeraria[1],
las interpretaciones sobre el sentido de estos monumentos han sido diversas, y
en muchos casos especulativas. Con todo, con el paso del tiempo y gracias a la
influencia de algunas visiones alternativas, se ha admitido que existe una
cierta correlación entre los megalitos, el paisaje circundante y el firmamento
y que se pueden observar claros alineamientos astronómicos en algunas
estructuras.
Indudablemente,
uno de los grandes focos de este fenómeno se sitúa en la mayor parte de la
fachada atlántica europea, con numerosos monumentos de diversa tipología
(menhires, trilitos, cromlechs, dólmenes, tumbas de corredor...) que se han
datado convencionalmente entre el Neolítico y la Edad del Bronce. Así, son
mundialmente conocidos algunos imponentes monumentos como las interminables
hileras de menhires de Carnac (Francia) o el cromlech de Stonehenge
(Inglaterra). Sin embargo, es muy destacable también el abundante megalitismo
presente en la isla de Irlanda, que quizás es algo menos “mediático” pero muy
sobresaliente por la gran antigüedad y complejidad de sus estructuras,
destacando con mucho el notorio túmulo de Newgrange.
P. Coppens |
Precisamente,
para aportar una nueva visión del megalitismo de Irlanda (más allá de
Newgrange) y su posible significado, me complace adjuntar aquí un artículo del
investigador independiente belga Philip Coppens, un destacado referente para
entender la arqueología alternativa en los últimos tiempos. Coppens, que
falleció en 2012 a la temprana edad de 41 años, fue autor de varios libros y
numerosos artículos sobre los más diversos aspectos de la arqueología
alternativa, combinando a menudo un enfoque audaz y especulativo con un tono
riguroso y escéptico[2].
Además, mantuvo un especial interés con todo lo relacionado con el megalitismo,
especialmente en las Islas Británicas, y fruto de ese afán es este artículo en
que nos sugiere posibles conexiones entre ciertos megalitos irlandeses y
determinadas creencias o saberes que podríamos relacionar con lo sagrado o lo
mágico, y siempre con el firmamento como telón de fondo.
(Posdata: Dedico esta entrada a las gentes de Eire (Irlanda), país que visité dos veces siendo adolescente y que me fascinó por la belleza de su paisaje y la hospitalidad de sus habitantes.)
Los gigantes estelares irlandeses
La región de Knocknarea y Carrowmore, al oeste de Irlanda, forma un enigmático pero increíblemente antiguo paisaje sagrado, que la arqueología sólo recientemente ha comenzado a comprender.
Knocknarea es la mágica montaña coronada por un túmulo[3] situada justo al oeste de la ciudad de Sligo, en el extremo de la península de Coolrea. La montaña, de 320 metros de altura, es una joroba de piedra caliza esculpida por los glaciares en retroceso al final de la última Edad de Hielo. El área alrededor de Knocknarea está cubierta de restos antiguos, entre ellos Carrowmore, que es uno de los yacimientos megalíticos más grandes de Europa occidental, y el más grande de Irlanda.
Subí la colina en una gris y húmeda mañana de julio. Esos eran los días que los antiguos egipcios habían marcado como “días de perros”, a finales de julio, cuando las temperaturas son normalmente las más calurosas del año; pero Irlanda estaba empapada de gris humedad.
Vista de la montaña de Knocknarea |
En un buen día, se pueden ver grandes cantidades de terreno (cinco condados) desde la parte superior. Originalmente, se creía que la colina y el terreno estaban bajo el “patronazgo” de la diosa Maebh. La colina se convirtió en el lugar central de culto de ésta, y como tal, la colina y el túmulo quedaron identificados con ella a lo largo de los siglos.
¿Quién era Maebh? Era la Reina Guerrera, que vivía en Crúachain, en Roscommon, con su marido Ailill. La reina forma parte de una de las sagas más famosas de Irlanda, el Saqueo del Ganado de Cooley o Táin Bó Cúailnge, que está vinculado con otro condado irlandés, Louth. Hay leyendas similares en Connacht que afirman que Maebh no está enterrada bajo el túmulo, sino que –en cambio– se mantiene erguida, esperando, lanza en mano, con sus mejores guerreros, dispuesta a atacar al Ulster, el condado que no permitió que ella tuviese su Toro Marrón, como se indica en las leyendas.
El vínculo entre la diosa y Knocknarea se debe a un gigantesco túmulo en su parte superior, conocido como la “Tumba de la reina Maebh”, un gran apilamiento de piedras de mediano a gran tamaño. Más de 40.000 piedras hacen que el monumento alcance los 35 pies (10,5 metros) de alto y mida 200 pies (60 metros) de ancho. “Tal inmenso trabajo aplicado a la realización de este monumento sólo se habría llevado a cabo para perpetuar la memoria de alguna persona o evento de la importancia más destacada”, escribió Richard Hayward. Así pues, tenía que ser una tumba, y tenía que haber una importante figura enterrada allí.
Aunque el túmulo es visible desde muchos kilómetros a la redonda, incluso en las grises condiciones en que lo encontré, no se ha producido ninguna investigación arqueológica en dicho apilamiento, si bien se han implementado algunas excavaciones de túmulos mucho más pequeños de los alrededores, próximos a la cima de la colina. La fecha más antigua registrada hasta ahora sugiere que el monumento se construyó aproximadamente hacia 3.000 a. C., lo que lo hace mucho más antiguo que, por ejemplo, Stonehenge.
La tradición dice que los restos
de Maebh están enterrados en una cámara interna del túmulo, y por lo tanto los
arqueólogos han afirmado que el túmulo probablemente cubre una tumba de
corredor similar a las de Carrowkeel y el valle del Boyne. Pero, a falta de
excavaciones, esto es una especulación.
Yacimiento megalítico de Carrowmore |
En los valles de los alrededores
Knocknarea se sitúa el importante yacimiento neolítico de Carrowmore (del
gaélico Ceathrú Mór, que significa gran trimestre), uno de los
cementerios neolíticos más importantes, junto con Carrowkeel, más hacia el
interior, en las montañas de Bricklieve. Carrowmore alberga los restos de una
de las mayores y más antiguas colecciones de estructuras de la Edad de Piedra
en Europa Occidental. Hoy en día restan en pie 27 monumentos, en diferentes
estados de conservación, y se tiene noticia de restos de al menos 65
monumentos, si bien se cree que pudo haber habido originalmente hasta 120
monumentos en Carrowmore. Las tumbas eran construidas en un anillo que rodeaba
el monumento más grande, llamado Listoghil, y sus entradas se orientaban
al interior (hacia el monumento).
Carrowmore fue cartografiado por
diversos anticuarios, incluyendo a Beranger, Petrie y Wood Martin. Un
terrateniente local, el notorio R. C. Walker, saqueó muchos de los
monumentos y vendió sus hallazgos a los coleccionistas. El yacimiento ha sido muy
recientemente excavado por arqueólogos suecos que han hecho una serie de
interesantes descubrimientos. La fecha más antigua recuperada hasta ahora de
Carrowmore es de 5.400 a. C., una fecha muy temprana, que la mayoría de los
arqueólogos irlandeses han rechazado. La opinión general hoy en día es que
Carrowmore es un yacimiento temprano, del tiempo en que los
cazadores-recolectores del Mesolítico se estaban convirtiendo en agricultores
neolíticos.
En Carrowmore, las tumbas de corredor y las piedras verticales se alzan con la montaña y la Tumba de Maebh de fondo. Cuando ya había descendido de Knocknarea y emprendía el camino hacia Carrowmore, las nubes grises se habían disipado suavemente gracias a los vientos del océano, revelando así la relación única entre las piedras megalíticas del valle, la montaña sagrada de Knocknarea y la tumba en la cima.
El centro de visitantes en Carrowmore señala cómo la interacción entre el
paisaje y el lugar de enterramiento neolítico no fue casual. Las tumbas en el
cementerio se han orientado hacia salidas y puestas solares clave, como los
equinoccios de primavera y otoño y los solsticios de verano e invierno, los
cuatro puntos del calendario que marcan las cuatro estaciones del año. Ello
demostraba cómo los constructores de las tumbas rendían una reverencia
específica al sol, y aparentemente trasladaban esa reverencia a las almas de
los difuntos.
Al mismo tiempo, las observaciones de los científicos y de los arqueólogos aficionados habían revelado lo que posiblemente podría haber diferenciado a Knocknarea de todas las otras colinas del condado, es decir, lo que le dio la colina su carácter sagrado. En la documentación que se facilitaba en el centro de visitantes se afirmaba que “el espectador que se sitúa en el túmulo de Maeve en Knocknarea puede ver la salida del sol o la luna llena sobre Lough Gill, que se traduce como «El Lago del Resplandor», en el equinoccio. Luego, al atardecer, el observador puede pararse en Cairns Hill, otro yacimiento megalítico importante justo al sur de la ciudad de Sligo, y ver el alineamiento de Knocknarea.” Otras observaciones han demostrado que la cumbre del túmulo de Maebh estaba a la misma altura que el Túmulo K en Carrowkeel, el otro cementerio megalítico, que se orienta hacia túmulo de la reina Maebh. “Si se traza un círculo desde el Túmulo K que toque la cumbre de Maeve en Knocknarea, se verá que también toca el Palacio de Maeve, el montículo de Rathcroghan en Roscommon. ¿Coincidencia? Cualquiera que sea el caso, es uno de los monumentos neolíticos más importantes y visualmente dominantes que quedan en Irlanda.”
El autor Cary Meehan añade las observaciones de Martin
Byrne a esta ya impresionante lista de interrelaciones entre los yacimientos
megalíticos y el paisaje: “Él [Byrne] ha observado que la parada lunar es un
momento importante en Knocknarea. El ciclo de la Luna tarda 18,6 años en
completarse, al moverse desde su posición más al norte hasta la más al sur. En
su posición ascendente más al sur, que tuvo lugar el pasado verano de 1987, la
luna, vista desde el túmulo de Maebh, se alzaba sobre los yacimientos de
Carrowkeel en las montañas Bricklieve. Si el corredor interno del túmulo de
Maebh estaba abierto, tal vez la luna –estando en su punto más al sur– podría
brillar en su interior.” La observación no se puede probar, dado que los
arqueólogos no han excavado el túmulo de Maebh ni han verificado la existencia
de un corredor.
Knocknarea está vinculada con Cairns Hill. El nombre de esta última, obviamente, se deriva de los túmulos neolíticos descubiertos en sus laderas. Es importante destacar que Cairn Hill está justamente al este de Knocknarea. La alineación este-oeste es importante, ya que la salida y la puesta de sol en los equinoccios son siempre hacia el este y el oeste, independientemente de dónde esté uno (en cualquier punto de la Tierra).
Knocknarea también está relacionada con la reina Maebh, pero se dice que el túmulo occidental de Cairn Hill, visible desde Knocknarea, es la tumba de Daghdha, marido de Maebh, jefe de los Tuatha de Danann y Dios padre de los celtas. Está claro cómo se transportó la interacción de los fenómenos solares y lunares al paisaje y se relacionó específicamente con las colinas sagradas, en cuyas cimas estaban los túmulos, que más tarde fueron identificados con las tumbas de los dioses, especialmente vinculados con la luna y el sol. Como tal, Knocknarea (Knock na Ré en irlandés) es conocida como la “Colina de la Luna” y Maebh debe ser vista como la diosa de la luna.
El gran túmulo de Newgrange |
Si efectivamente fueron construidos alrededor del 5.400 a. C., serían más
antiguos que los yacimientos prehistóricos irlandeses más famosos, como Knowth
y Newgrange. Además, las recientes dataciones por radiocarbono han apoyado el
horizonte mesolítico para el inicio de Carrowmore, pero siendo la arqueología
tan conservadora, se sitúa el núcleo de la construcción megalítica entre el
4.300 y el 3.500 antes de Cristo, más acorde con la datación neolítica, pero
aun así inusualmente antigua. La excavación de otras tumbas en la zona ha
indicado que, a pesar de que (los constructores) emplearon diferentes estilos
arquitectónicos, todos eran contemporáneos de Carrowmore, lo que muestra la
extensa presencia de una cultura megalítica en la zona.
Casi todos los enterramientos en
Carrowmore fueron cremaciones, habiéndose hallado inhumaciones solamente en
Listoghil. Incluso a partir de los restos cremados, se hace evidente que los
muertos fueron sometidos a una compleja secuencia de tratamientos, incluyendo la
descarnación[5] y el segundo
entierro. Los ajuares funerarios incluyen broches de asta con cabeza en forma
de seta y bolas de piedra o arcilla, si bien otras tumbas fuera de Carrowmore presentan
conjuntos de elementos completamente diferentes. La disposición del cementerio
sugiere una cuidadosa selección, en la cual los muertos parecían estar durmiendo
a la sombra de la diosa, la cual, a su vez, estaba situada dentro de un
intrincado paisaje sagrado. Esto demuestra cómo, hace muchos años, las gentes de
la isla occidental ya parecían ser capaces de basarse en las observaciones aún más
antiguas de los fenómenos estelares, y cómo interactuaron con su entorno. Pero
casi siete mil años después, la arqueología de estos lugares está por desgracia
todavía en su infancia...
© Philip Coppens
Fuente (en inglés): http://philipcoppens.com/irish_stellar.html
Fuente imágenes: artículo original y Wikimedia Commons
[1] Se han
excavado muchos megalitos con tumbas o restos humanos en su interior, lo cual,
empero, no implica que fueran diseñados originalmente para ser tumbas, o bien
es posible que tuvieran otras funciones aparte de la meramente funeraria.
[2] Para más
detalle sobre su obra, recomiendo visitar su sitio web que sigue activo tras su
deceso: http://philipcoppens.com
[3] En el
original, cairn: túmulo, mojón, hito o simple apilamiento de piedras.
[4] El
territorio de los Fiachra (un clan irlandés).
[5] En arqueología,
la descarnación se refiere a la antigua costumbre de extraer la carne y las vísceras
del difunto, enterrando sólo los huesos.
2 comentarios:
No es por desmerecer, pero en Antequera tenemos loscos más espectaculares, pena de marketing.
;-)
Saludos.
Hola Piedra,
Sí, sí, ya sé que el megalitismo peninsular tiene poco que envidiar a según qué grandes monumentos muy visitados en otros países. Por ejemplo, el megalitismo de Los Millares es realmente espectacular, y hay más casos notables al sur de la península (también en Portugal). Lo que comentas, es cierto que falla el marketing porque el turismo en este país es básicamente de "playa, paella y sangría" y el patrimonio cultural queda muy en segundo término.
saludos,
X.
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