Introducción
Aun en pleno siglo XXI, el mito de la Atlántida sigue
despertando pasiones y preguntas sin respuesta, sobre todo en cuanto a su
supuesta localización. Desde que Ignatius Donnelly, a partir de un exhaustivo
trabajo documental, situara a este mítico continente en medio del Océano
Atlántico, otros muchos autores –con argumentos y pruebas de todo tipo– han
ubicado la Atlántida en diversos lugares del planeta, desde el Mediterráneo hasta
Sudamérica, e incluso en el Lejano Oriente.
A. Schulten |
Por lo que se refiere a Schulten, su interés por la
Atlántida vino precedido por otra cuestión a caballo entre la arqueología, la
mitología y la historia. Así, cuando en los años 20 estaba realizando un
estudio de la obra Ora Marítima, del autor clásico Avieno[1],
se fijó especialmente en una ciudad o civilización llamada Tartessos[2],
ubicada al sudoeste de la Península Ibérica, en Andalucía occidental. El sabio
alemán quedó atrapado por esta historia y empezó a investigarla a fondo,
llegando a la conclusión de que sería posible hallarla mediante excavaciones
arqueológicas, siguiendo fielmente las descripciones de las fuentes clásicas.
Este fue el gran empeño –casi obsesión– de Adolf Schulten
durante muchos años, y pese a que llevó a cabo numerosas intervenciones en la
zona del actual Parque de Doñana, nunca llegó a descubrir unos restos que
pudieran atribuirse con seguridad a la ciudad de Tartessos; lo más notable que
sacó a la luz fue un conjunto de ruinas que probablemente pertenecieron a un
asentamiento pesquero romano. De todos modos, sus investigaciones –plasmadas en
el libro Tartessos (1924)– pusieron las bases para un estudio metódico
de esta cultura. De hecho, gracias a los trabajos arqueológicos a lo largo del
siglo XX[3],
Tartessos fue rescatada de su limbo casi mítico, ya que se la pudo relacionar
con una cultura material de la Edad del Bronce y Primera Edad del Hierro del
sudoeste peninsular, posiblemente fruto de la unión de una cultura local con
unas claras influencias orientales, en particular, fenicias. En todo caso,
actualmente los expertos consideran que Tartessos sería más bien un territorio
y no una ciudad concreta.
Adolf Schulten y su hipótesis Tartessos = Atlántida
Lo que aquí nos interesa es que Schulten vio enseguida que
bastantes características atribuidas por las antiguas fuentes a Tartessos
venían a coincidir con muchos elementos citados por Platón al respecto de la
Atlántida, lo cual aumentó el afán del arqueólogo alemán por descubrir las
huellas de esta cultura[4].
Para sostener su hipótesis, Schulten propuso más de veinte similitudes, si bien
algunas de ellas son un poco forzadas o incluyen factores altamente
especulativos, hasta el punto de que la mayoría de expertos de su época
juzgaron que había entrado directamente en terrenos fantasiosos. Vamos a
exponer ahora de forma resumida estos paralelismos para que el lector juzgue
por sí mismo[5].
- La Atlántida se situaría más allá de las columnas de Hércules (Gibraltar) y se extendería por lo menos hasta Gades, coincidiendo con la ubicación aproximada de Tartessos.
- La capital de la Atlántida se situaba en una isla formada por un triple anillo de agua; esto es, no estaba directamente en la costa. A su vez, Tartessos estaría en una isla situada en la desembocadura del río Betis (Guadalquivir). En otras palabras, ambas ciudades se situarían en un canal o estuario que las comunicaría con el mar abierto[6]. Las naves más grandes arribarían a la ciudad navegando por dicho estuario, del mismo modo que los barcos actuales remontan el Guadalquivir. Además, la distancia dada desde el principio del estuario hasta la ciudad, unos 50 estadios (poco más de 9 kilómetros) sería sorprendentemente coincidente en ambos casos.
- El foso alrededor de la capital atlante descrito por Platón sería en realidad un río, con su típica desembocadura fluvial, lo que se relaciona con la desembocadura del Guadalquivir. Schulten aporta nuevamente la semejanza de las medidas: el ancho del foso era de un estadio (185 metros) mientras que el ancho medio del río andaluz se calcula en unos 200 metros.
- La descripción de la llanura atlante se parece mucho al territorio atribuido a Tartessos. Schulten recurre aquí a las dimensiones aportadas por Platón y a la descripción de que la llanura “estaba totalmente rodeada de montañas”. Para el arqueólogo alemán, estaba claro que se estaba hablando de una buena parte de la Andalucía occidental, si bien aquí estaba especulando con el espacio ocupado realmente por el imperio tartessio. En su visión, todo cuadraba: “Los 3.000 estadios de la longitud del terreno coinciden respecto a la longitud (Este-Oeste) del imperio tartessio que se extendía desde el Guadiana hasta el Cabo Palos (costa oriental) [...] Los 2.000 estadios de anchura (Norte-Sur) medidos en el centro contando desde el mar, es decir, hacia el interior, coinciden para la latitud del imperio tartesio, midiendo desde el estrecho hacia el norte hasta el Guadiana.” Además, la llanura atlante estaría cruzada por multitud de canales, a la vez conectados por otros canales transversales, lo cual él relaciona con lo que el autor clásico Estrabón dijo acerca del valle del Betis, surcado por una red de canales, que deberían estar ya presentes en los tiempos de Tartessos.
- La gran riqueza de la Atlántida también está reflejada en la riqueza y prosperidad de Tartessos. Según los antiguos relatos, Tartessos era sin duda la ciudad más rica de Occidente, en gran medida gracias a la extracción y comercialización de metales. Así, las fuentes nos hablan de abundancia de plata, oro, hierro, cobre... Todo ello vendría a coincidir con lo que Platón dijo sobre la Atlántida, cuyos mayores recursos serían precisamente los metales. En este sentido, Schulten cree que el metal llamado oricalco, considerado en la Atlántida tan valioso como el oro, sería en realidad el bronce, aleación muy usada en Tartessos. Por otro lado, la Atlántida también tendría otros recursos naturales, como frutos de la tierra, árboles (bosques) y animales. A este respecto, Schulten considera que esto es equiparable con el paisaje y la riqueza natural del valle del Betis, tomando como fuente a Estrabón. En particular, cita los toros sagrados de Poseidón y los compara con los toros del rey tartesio Geronte; todo ello tendría su explicación en el contexto mediterráneo, pues el culto taurino procedería de Creta y se habría extendido a Occidente.
Pieza del tesoro de El Carambolo, atribuido a Tartessos |
- Como secuela de lo anterior, Schulten aprecia que la cultura atlante tiene marcadas influencias del mediterráneo oriental (costumbres, monumentos, arte, objetos, etc.), en particular de Creta, y estas mismas influencias se pueden observar en la cultura tartessia.
- Para Schulten, no hay duda de que el imperio de la Atlántida, de carácter marítimo, se corresponde con el imperio de Tartessos, cuya influencia llegó hasta Asia e incluso hasta Gran Bretaña. Así, Platón decía que la Atlántida traficaba “con otras islas del Océano y desde éstas con el continente de enfrente”[7]. El arqueólogo alemán interpreta que tales islas debían ser las Casitérides, islas estanníferas próximas a Gran Bretaña.
- Según Platón, los atlantes tenían una gran columna de oricalco en la que habían grabado sus antiguas leyes, dictadas por Poseidón. Schulten retoma de nuevo a Estrabón y saca a relucir que los tartessios también tenían antiguas leyes escritas en forma métrica con una antigüedad de 6.000 años.
- La Atlántida estaba regida por reyes, y siempre por el hijo mayor, exactamente igual que en el caso de Tartessos.
- La Atlántida tenía una fortaleza o castillo real, lo que coincidiría con un cierto Arx Gerontis de los tartessios. Se trataría de una fortaleza situada en la desembocadura del Betis, según Avieno.
- La Atlántida se hundió de forma repentina tras un terremoto. Schulten ve aquí el fin fulminante de Tartessos, destruida tras la invasión cartaginesa[8].
En definitiva, Schulten creía que lo que de verdad hizo
Platón fue novelar o maquillar una realidad histórica conocida por los griegos,
tomándose las licencias literarias oportunas pero describiendo con fidelidad lo
que había sido el imperio de Tartessos, en especial en los detalles
geográficos. No obstante, parece claro que Schulten también se tomó sus
licencias y que muchos de sus razonamientos son conjeturas o comparaciones
asentadas en la necesidad de encajar el relato de Platón con la cultura de
Tartessos, escogiendo selectivamente los datos que más o menos cuadran y
desechando todo aquello que no tiene encaje. Lo cierto es que, puestos a buscar
datos anómalos, la extensión completa de la Atlántida sería realmente muy
grande (como el norte de África y el Oriente Medio juntos) y de una antigüedad
más que considerable, pues Platón dice que el fabuloso continente había
desaparecido a causa de un gran cataclismo 9.000 años antes de su era[9],
lo cual nos sitúa en una fecha aproximada de 9.500 a. C. Por tanto, ninguno de
estos dos datos puede casar bien con lo que conocemos de Tartessos.
La aportación de Díaz-Montexano
Paisaje del Parque de Doñana |
Sea como fuere, los esfuerzos de Schulten por equiparar la
Atlántida con Tartessos no cayeron en saco roto. Así, en los primeros años de
este siglo se ha producido un fuerte revival de esta polémica de la
Atlántida en la Península, nuevamente en relación con Tartessos. Cabe decir que
a nivel mediático se produjo un cierto revuelo en 2007 cuando apareció un tal
Rainer W. Kühne, un joven investigador alemán, con una serie de fotografías
cenitales de la zona de Doñana –más concretamente en la Marisma de los Hinojos–
según las cuales se podrían apreciar estructuras cuadrangulares y circulares
concéntricas, al estilo “atlante”, en línea con el relato platónico. Y a raíz
de estos indicios, en 2009 la National Geographic Society patrocinó una
expedición arqueológica dirigida por el profesor norteamericano Richard Freund,
cuyas labores y conclusiones, reflejadas en un documental (“Finding Atlantis”:
Descubriendo la Atlántida), tendieron más al espectáculo televisivo y al
sensacionalismo que al rigor científico. Pero en realidad, toda esta polémica,
iniciada por Kühne y seguida por Freund, se había basado en observaciones
previas del investigador independiente
hispano-cubano Georgeos Díaz-Montexano, al cual sí vale la pena dedicarle
cierta atención.
Díaz-Montexano[10],
de hecho, lleva muchos años estudiando a fondo el mito de la Atlántida, tema
que ya le interesaba desde la adolescencia. Su investigación, plasmada en
varios libros y artículos, ha combinado la revisión de diversas fuentes
antiguas, el trabajo de campo, el estudio filológico y la observación de
fotografías aéreas y de satélite de la zona de Doñana. Este autor, que se
autodefine como atlantólogo, planteó sus primeras hipótesis a partir de
su propia traducción de los diálogos de Platón Timeo y Critias,
dado que él cree que tales diálogos fueron tergiversados y mal traducidos por
los copistas medievales.
Libro de Georgeos Díaz-Montexano |
Así, afirma que la narración sobre la Atlántida no era
ninguna alegoría, ya que el propio Platón la describe como “historia
verdadera”, vinculada a una realidad geográfica específica. En cuanto a su
naturaleza y localización, Díaz-Montexano considera que no que sería
propiamente un continente sino una isla o territorio insular que estaría
ubicado entre Iberia, el norte de África y las islas Madeira, justo después del
estrecho de Gibraltar (“las columnas de Hércules”). A este respecto, el autor
se basa en la literalidad de la expresión griega pro tou stomatos (“ante
la boca”), que a su juicio ha sido mal interpretada como más allá (de
las columnas de Hércules) cuando pro debe traducirse como “ante”,
“delante” o “frente a”, lo cual indica exactamente que estaba a la
vista, muy cerca de Gibraltar. Por tanto, si se quiere ser fiel a Platón, el
único lugar donde podía estar la Atlántida sería esa porción de territorio
adyacente al estrecho, antes de la conocida ciudad antigua de Gadir o Gades
(Cádiz).
En lo referente al final de la Atlántida, Díaz-Montexano
contempla la posibilidad de que la Atlántida-Tartessos hubiera sido arrasada
por algún tsunami en época antigua. A este respecto, se apoya en ciertos
estudios geológicos que apuntaban a un posible tsunami en aquella región,
acaecido hacia 1.500 a. C., lo cual obligaría a reubicar cronológicamente la
antiquísima fecha ofrecida por Platón, que muchos autores han considerado del
todo equivocada o mal interpretada[11].
En este sentido, y a pesar de un primer escepticismo y rechazo ante esta
propuesta, unos investigadores de la Universidad de Huelva y del CSIC
confirmaron hace pocos años, a partir de unas muestras del subsuelo de las
marismas de Doñana, que podrían haberse producido por lo menos dos tsunamis en
aquella zona, uno en las fechas apuntadas por Díaz-Montexano y otro más tardío,
en el siglo III después de Cristo.
En resumen, Díaz-Montexano, siguiendo fielmente el relato
original de Platón, considera que muchos estudiosos han cometido serios errores
y exageraciones que se han perpetuado hasta la fecha y que han desvirtuado la
descripción real de la Atlántida. Así pues, él remarca los siguientes puntos
“desmitificadores”:
- Que Platón no es la única fuente de la Atlántida. Existen referencias más antiguas y autores que hablan de la Atlántida y que no parecen tener conexión con el filósofo griego[12].
- Que la Atlántida no es una mera fábula o metáfora política de Platón, sino que existió realmente en un contexto histórico antiguo.
- Que la Atlántida no fue una super-civilización muy avanzada con alta tecnología, con cristales como fuente de energía o máquinas volantes.
- Que la Atlántida no era una gran masa continental, sino una isla o península.
- Que la Atlántida no estaba “más allá” de las Columnas de Hércules (se interpreta en pleno Atlántico) sino delante de éstas, esto es, cerca de Gibraltar. Además, no se correspondería al tamaño de Asia y Libia juntas; sería simplemente la isla mayor.
- Que la Atlántida no fue la cuna de la civilización egipcia.
- Que la Atlántida no se hundió completamente a causa de una erupción volcánica[13]. La descripción de los hechos se ajusta más a lo que conocemos por un tsunami.
Con todo, más allá de los trabajos filológicos y los
estudios geológicos, es de destacar una contribución concreta de Díaz-Montexano
al referirse a unos restos arqueológicos tangibles (nada de indicios o
supuestas formas apreciadas a través de fotografía aérea) que podrían asociarse
a la Atlántida. Así, Díaz-Montexano ha apreciado un claro paralelismo entre las
estructuras halladas en el yacimiento de Marroquíes Bajos (Jaén) y la forma de
la acrópolis de los atlantes, según lo descrito por Platón. En efecto, este
yacimiento andaluz –que se ha datado en un horizonte que va desde el
Calcolítico (Edad del Cobre) hasta la Edad de Bronce– presenta una organización
urbana en cinco fosos circulares concéntricos, a través de los cuales se
canalizaban las aguas para ser distribuidas a las viviendas, siendo su núcleo
una isla central o acrópolis, al estilo de la Atlántida. Por otra parte, por
las características de la obra, no parece que tal estructura fuese un ensayo,
sino la reproducción de un patrón ya conocido, quizá aplicado por vez primera
en una ciudad de mayor tamaño, la que sería propiamente la urbe atlante (¿o
Tartessos?).
Inscripción tartésica |
Por supuesto, los críticos han objetado que tal poblado
estaría muy lejos de mar aún en épocas antiguas y que es prácticamente
imposible que fuera afectado por un tsunami. No obstante, Díaz-Montexano cree
que este podría ser el modelo arquitectónico de las ciudades de una rica
civilización occidental de la Edad del Cobre-Bronce, que Platón habría
atribuido a los atlantes, o sea, los habitantes de la región atlántica. Además,
el investigador hispano-cubano alude al descubrimiento de una pieza de
cerámica, hallada en Jaén y datada a finales de la edad del Bronce, en la que
se puede ver pintado el diseño de una ciudad estructurada en círculos
concéntricos con un canal central, lo que reforzaría la semejanza con las
descripciones de Platón. A este respecto, Díaz-Montexano señala que se tiene
constancia de un motivo similar (anillos concéntricos) representado en muchos
objetos de civilizaciones del área mediterránea (minoicos, micénicos, fenicios,
griegos...), pero no con el canal central, lo cual indicaría que la cerámica de
Jaén –y otros hallazgos afines en la Península Ibérica– sería la muestra de la
relación directa entre la Atlántida e Iberia.
Conclusiones
Finalmente, queda en el aire la pregunta: ¿Fue Tartessos la
Atlántida o simplemente un poderoso reino occidental tomado por Platón como
inspiración? Vayamos por partes. Por un lado, tenemos las fuentes históricas
que hablan de Tartessos, que –gracias a varios hallazgos arqueológicos– ha
podido asociarse con cierto grado de certeza a una cultura de la Edad del
Bronce en el sudeste de la Península Ibérica. En realidad, como ya hemos
señalado, los expertos creen que más bien se trataría de un amplio territorio
más que de un enclave específico (una ciudad al estilo de Gades[14]).
Este reino podría haber sido la cultura ibérica más rica y avanzada de su
tiempo, sobre todo por la potente influencia de los colonizadores
mediterráneos, básicamente fenicios, y por sus recursos mineros y naturales.
Ahora bien, no sabemos exactamente cómo desapareció o decayó
esta gran cultura, si bien la mayoría de opiniones apuntan a la conquista
cartaginesa, en el marco de la lucha de las potencias coloniales por el control
del Occidente mediterráneo. Lo que sí parece claro, según las crónicas
históricas, es que este final o decadencia se produjo a inicios de la Edad del
Hierro y no en la época del supuesto tsunami (hacia 1500 a. C.) y muchos menos
9.000 años antes de Platón, si bien aquí volveríamos a tocar la controversia de
la cronología. Además, desde el punto de vista histórico y arqueológico, vemos
que tras la caída de Tartessos se aprecia una cierta continuidad cultural en la
misma región, constatada por la presencia de dos pueblos ibéricos bien conocidos,
los turdetanos y los túrdulos.
Recreación artística de la Atlántida |
Por supuesto, nada de esto tiene valor hasta que no se
realicen las correspondientes excavaciones arqueológicas y se pueda identificar
ante qué tipo de yacimiento estamos (si es que hay tal), sobre todo en términos
culturales y cronológicos, para determinar si esa supuesta ciudad se puede
datar en la época del Calcolítico o Bronce o si es más moderna. Recordemos que
también Schulten estuvo excavando en Doñana durante varios años y no pudo
encontrar nada propiamente tartésico (y por consiguiente, “atlante”, según su
teoría). Por lo tanto, hemos de tomar todas estas noticias con cierta
prudencia, a la espera de que podamos por fin hallar una gran ciudad tartésica
en la zona en cuestión, que a su vez sea asimilable a la Atlántida narrada por
Platón.
Por de pronto, siempre quedará como elemento polémico la
cuestión del tamaño de la Atlántida y del desfase cronológico, que –visto lo
visto– parece ser bastante moldeable, a gusto de las teorías de los autores.
Sin embargo, creo que es razonable considerar una tercera vía, esto es, que ni
la Atlántida fue una mera invención ni que fue una inequívoca realidad geográfica
e histórica, sino una combinación de ambas. Así pues, no resultaría
descabellado pensar que Platón –a fin de ilustrar su alegoría de tipo político–
echara mano de una realidad histórica ya antigua en su época, bien conocida por
los egipcios, griegos y otros pueblos mediterráneos: la existencia de Tartessos,
un opulento y lejano reino atlántico, típico de la Edad del Bronce, que pudo
haber servido de base para construir su narración. Después, habría maquillado o
adaptado los hechos y detalles con las oportunas licencias literarias,
magnificando quizá una exótica cultura ibérica para convertirla en una gran
potencia de un remotísimo pasado.
© Xavier Bartlett 2015
[1] Se trataba
de una descripción del litoral de la Península Ibérica basada en un antiguo
periplo griego del siglo VI a. C.
[2] Según algunos
investigadores, la ciudad llamada Tarshish o Tarsis en la Biblia
también se referiría a Tartessos, pero no habido consenso al respecto, dado que
otros autores la sitúan en regiones orientales o tropicales.
[3] Entre ellos
cabría destacar el hallazgo del tesoro de El Carambolo.
[4] Aquí es de
justicia señalar que la posible presencia de la Atlántida en la Península ya
era una teoría antigua, propuesta desde la Edad Media y mantenida por algunos
autores a lo largo de los siglos a partir de narraciones mitológicas. Con todo,
hay que reconocer que nunca antes de Schulten se había hecho ningún estudio
científico o sistemático sobre tal cuestión.
[5] Fuente:
SCHULTEN, A. “Atlantis”. Revista Ampurias, nº 1. Barcelona, 1939.
[6] Schulten
remarca en este punto que Platón, en vez de ceñirse a la costumbre griega de
construir las ciudades en la costa, describió una situación distinta, lo que da
tintes de mayor realismo.
[7] Algunos
autores han sugerido que ese continente “al otro lado” era en realidad el
continente americano, que ya sería pues conocido en el Mundo Antiguo
[8] Cabe reseñar
que las noticias históricas sobre Tartessos acaban hacia el 500 a. C., con lo
cual la historia de esta ciudad sería relativamente próxima a los tiempos de
Platón.
[9] Para ser
exactos, no lo dice así literalmente, pero sí enmarca esta destrucción en la
guerra entre Atenas y la Atlántida, y por consiguiente éste debería ser el
marco temporal de referencia.
[10]
Véase su sitio web: http://www.GeorgeosDiazMontexano.com
[11] Bastantes
investigadores atribuyen el error a asumir que la cifra dada se refiere a años
solares, cuando en realidad se estaría hablando de meses, lo cual reduciría
considerablemente la antigüedad de los supuestos hechos, hasta situarlos en el
segundo milenio antes de Cristo.
[12] La mayoría
de expertos, empero, insisten en que Platón es la única fuente original y que
todo lo que se escribió después procede de algún modo de su relato. No
obstante, en muchas civilizaciones y épocas se ha mencionado un mito muy
parecido, por no decir idéntico, a la destrucción de la Atlántida.
[13]
Díaz-Montexano descarta totalmente la extendida hipótesis de la erupción de la
isla de Santorini como modelo para Platón. Ni su situación ni su tamaño
concuerdan con el relato platónico, que además sólo habla de un desastre
acuático (el posible tsunami), sin referencia alguna al fuego o erupción
volcánica.
[14] Sin
embargo, algunos investigadores propusieron que la propia Gades fenicia habría
sido la urbe principal de Tartessos.
22 comentarios:
Sr. Bartlett
Ante todo felicitarle no solo por este excelente resumen sobre la cuestión de la Atlántida y su relación con Tartessos, sino por el total de su obra intelectual enfocada a este difícil y casi siempre ingrato campo que es el estudio de los enigmas verdaderos de las antiguas civilizaciones y culturas.
Por otra parte, quiero expresarle mi más sincero agradecimiento no solo por haber tenido en cuenta (algo que muy pocos han hecho de modo honesto) mis investigaciones y estudios en materia de atlantología histórico-científica en los que llevo inmerso ya más de veinte años publicando centenares de artículos y una treintena de libros, sino también por hacer un resumen bastante correcto de los principales puntos argumentados en mis hipótesis, algo que también -reconozco- es bastante difícil de hacer, ante tantísima información que tengo publicada y la evolución que -naturalmente- han tenido en tantos años de investigación, análisis y reflexiones...
Si me permite este espacio, me gustaría precisar mejor algunos pequeños puntos que enumero a continuación:
1. El revuelo en los medios sobre la cuestión de las fotos de satélite que parecían mostrar unos posibles anillos circulares en Doñana, comenzaron exactamente en 2004, cuando el físico alemán, Rainer Kühne, partiendo de información mía publicada entre el 2002 y 2003 en el foro de Atlantis Rising (y de otro profesor alemán), lanzó a los medios la noticia como si fuera producto de una investigación y hallazgos propios. Por suerte, un periodista del ABC nada más ver la noticia en los medios en 2004, al intentar verificar las fuentes terminó dando con los mismos mensajes míos de Atlantis Rising donde Kühne comentaba sobre tales fotos publicadas por mi y mostraba su gran interés en el asunto, todo esto, en el verano de 2003. Rápidamente ABC publicó primero una noticia más corta contando la verdad, y después un amplio reportaje, a partir de ahí, El Mundo, El País, y otros diarios contactaron conmigo, y lo mismo la TV y varias emisoras de radio. Así se formó el verdadero revuelo, al menos durante varios meses en 2004.
Después de aquello, no fue hasta 2009 que Richard Freund (un profesor judíoamericano experto en historia del judaísmo) contactó conmigo para hacer un documental con National Geographic sobre mi teoría y mis hallazgos. Le pasé toda la información, incluso inédita, pero después de un año de perder todo contacto con el mismo, me encontré con la desagradable sorpresa, en marzo de 2011, de que el documental salió adelante, con gran parte de mi investigación y datos aportados (la mayor parte), pero sin mencionárseme como fuente ni siquiera en las más pequeñas letras al final, en los créditos, y los más sorprendente de todo, él crédito (parcial se le otorgó a Rainer Kühne, quien apareció unos segundos caminando entre las arenas de Doñana. En fin, no pretendo robarle demasiado tiempo con esta triste historia de vampirismo intelectual y oportunismo, si desea conocer algo más, le recomiendo el análisis crítico realizado por el Dr. César Guarde-Paz, de la Universidad d Barcelona, quien venía siguiendo mis investigaciones desde 2002, y quedó muy indignado por tales abusos, engaños y manipulaciones. Puede ver su crítica en el sitio de AGON: http://www.agonfilosofia.es/index.php?option=com_content&view=article&id=36:ngs&catid=13
También le recomiendo otro artículo donde menos críticamente un destacado psicólogo onubense, Raúl Manuel Ortega Librero: http://www.odiseajung.com/editoriales/tsunamis-en-japon-cadiz-huelva-y-la-atlantida/
[Continua en el siguiente mensaje]
2. Sobre la cuestión de las fechas y cronologías de la Atlántida. la fecha de hacia el 1500 AC (en cifras redondas) es la fecha más reciente posible que he logrado reconstruir (tras el análisis de los mismos datos ofrecidos en el Timeo y el Critias y otras fuentes primarias), pero la fecha más probable para el fina de Atlantis podría situarse hacia el 2700/2500 AC. Todo ello lo argumento ampliamente en mis libros, sobre las mismas bases, es decir, sobre el análisis de las fuentes primarias, de Platón y de otros autores, y cotejado todo con evidencias científicas sobre la existencia de antiguos tsunamis y megatsunamis causados por grandes eventos sísmicos en la región Atlántica que rodea las costas de Iberia y Marruecos. Para mayor información se pueden consultar algunos artículos sobre cronología de Atlantis reconstruida en mi web: www.AtlantidaHistorica.com. Solo hay que usar el buscador interno y escribir (de modo correcto, con acento si lo lleva). Entre los resultados recomiendo la lectura de los siguientes artículos:
- Cronología de Atlantis. Resumen: https://georgeosdiazmontexano.wordpress.com/2014/05/21/cronologia-de-atlantis-resumen-del-timeline-de-atlantis/
- Sobre la cuestión de la verdadera cronología de la Atlántida.: https://georgeosdiazmontexano.wordpress.com/2014/05/20/sobre-la-cuestion-de-la-verdadera-cronologia-de-la-atlantida-3/
Como se puede constatar, finalmente pude lograr una reconstrucción creíble, además de probable, de la cronología de Atlantis, sin necesidad de recurrir a la cuestión de años de simples meses lunares confundido con años solares, hipótesis que aún no descarto del todo, por supuesto. Solo que no sería necesaria de acuerdo a los datos que observamos en las fuentes primarias (especialmente en el mismo Timeo y Critias) si logramos leerlos, traducirlos e interpretarlos correctamente.
3. Yo no propongo o afirmo exactamente que la Atlántida "existió realmente en un contexto histórico antiguo." Lo que realmente propongo y defiendo, es que la Atlántida no es un mera fábula o mito inventado por Platón, sino que es una narración que realmente fue contada a Solón por sacerdotes egipcios, y que estos se la trasmitieron -tal como se indica- como una historia verdadera (alethinon logon), no como un mito (mythos) o mera ficción. De modo que yo no afirmo que la Atlántida realmente existió en un contexto histórico antiguo, ya que por muy convencido que crea estar de ello (al menos en más de un 90%), aún no he hallado la prueba científica definitiva que me permitiría hacer tal afirmación, y tal prueba, como todos sabemos, sería el hallazgo de ruinas arqueológicas de una ciudad con planta circular concéntrica bajo las aguas del Atlántico, en la región más aproximada posible a la descrita en las fuentes primarias, o sea, entre Iberia, Marruecos, Madeira y Canarias. Es decir, una ciudad como mínimo similar a la hallada en Marroquíes Bajos, Jaén, pero debajo de las aguas del Atlántico.
Resumiendo: lo que yo sostengo y argumento (con centenas de evidencias y pruebas indiciarias), es que Platón no inventó nada, que él realmente utilizó como fuente unos apuntes de Solón, como bien confirmó Plutarco en Egipto mismo (o sea, por fuentes egipcias directas) un exordio o mera introducción que había redactado Solón según las fuentes egipcias que consultó y que tal redacción quedó apenas como unos meros apuntes, porque siendo ya muy mayor le sorprendió la muerte y no pudo seguir avanzando en su proyecto literario de componer una gran obra épica al estilo de las de Homero.
[Continua en el siguiente mensaje]
Por otra parte, tenemos el testimonio del no menos célebre -por su honestidad intelectual y seriedad- filósofo griego, Crantor, quien personalmente confirmó -de nuevo por fuentes egipcias directas- hasta la existencia de ciertas estelas con inscripciones egipcias donde se podía ver la misma historia descrita en el Atlántico o Critias de Platón.
Sobre estos excelentes pilares (entre otras muchas evidencias documentales como textos y mapas antiguos egipcios en papiros y en paredes y techos de tumbas y templos) es que no tuve más remedio que concluir que la historia sobre la Atlántida fue realmente trasmitida por sacerdotes egipcios a Solón y que esta hunde sus raíces en tradiciones mágico-religiosas y quizás hasta históricas de los antiguos egipcios sobre una remota isla en el gran océano de aguas frías del occidente donde había una isla de más o menos mediano tamaño, os ea, ni demasiado grande ni pequeña, justo situada delante de una canal o estrecho marítimo, frente a lo que serían las costas de Libia e Iberia. Tal isla es nombrada en las fuentes egipcias más antiguas que he logrado hallar como la "Isla de los Dioses" (iw-nTr.w) y más tarde como la "isla del Trono Elevado Acuático (o rodeado por las aguas), en egipcio: iw-spA-nia o iw-spA-miw.
4. Sobre la cuestión del tamaño de la Atlántida. Me gustaría puntualizar o precisar algo más, para que pueda ser comprendido más fácilmente cuál es mi hipótesis. Es sencilla. Se basa en una mera lectura gramatical que considero más que correcta de acuerdo a al gramática y sintaxis griega clásica. El pasaje que se ha traducido (desde la Edad Media) y que nadie cambiado hasta hoy, como que "la Atlántida era una isla más grande que libia y Asia juntas", lo considero un error de interpretación de un pasaje que, literalmente lo que dice es: "y la Isla, al mismo tiempo, de Libia era y de Asia, la mayor", o sea, que la isla Atlántida era al mismo tiempo, la isla mayor (o más grande) de libia y de Asia, o sea, la isla más grande de Asia y la isla más grande de Libia, precisamente por estar ubicada en el Atlántico, y creerse entonces (al menos en los tiempos de Platón, tal como comprobamos en Aristóteles) que frente a las costas de libia, por el Atlántico, enfrente, del otro lado, se hallaba las costas de Asia (no se tenía noción consciente de América, obviamente). Así, como se creía que el Atlántico (tal como acredita Aristóteles de nuevo) no era demasiado ancho, y que en pocos días se podía llegar hasta las costas de Asia, siguiendo en dirección Oeste, por ello mismo, la isla Atlantis, aunque comenzaba muy cerca de las costas de Libia, cerca de Gibraltar y la región de Gadeira (Cádiz), en su extensión hacia el occidente, llegaba hasta muy cerca de las "otras islas" (allas nêsous), desde las cuales se alcanzaba en gran continente situado justo enfrente, que obviamente sería América, pero que para los sabios griegos de entonces (especialmente los dela Academia) sería Asia. Por ello se podía decir, en efecto, que la Isla Atlantis era al mismo tiempo la isla mayor (o más grande) de Libia y de Asia, porque debido a su cercanía relativa a las costas de Libia, podría considerarse como su isla mayor, y por la misma razón, podía considerarse como la isla mayor de Asia (Véase en mi web los mapas de reconstrucción paleogeográfica de la Atlántida, según las fuentes primarias).
[Continua en el siguiente mensaje]
No obstante, hay otra interpretación más simple todavía. La palabra meizôn, comparativo griego de megas, no solo significa "más grande en tamaño", sino también (de hecho testimoniado, estadísticamente, como principal uso), mayor o más grandiosa en cuanto a poder, magnificencia o grandeza como civilización o cultura, incluso se puede traducir como "más importante", o "más antigua". De modo que el pasaje bien podía significar: que la Isla Atlantis era más poderosa que libia y Asia" o "más antigua" o "más importante" que Libia y Asia. No obstante, el uso de ese AMA (al mismo tiempo, a la vez), es lo que me ha llevado a defender la primera interpretación como las más probable, incluso como la traducción correcta.
5. Sobre la cuestión de la vasija cerámica hallada en Jaén con motivos de círculos concéntricos más canal central, que interpreto como un posible símbolo de la metrópolis y acrópolis sagrada de Atlantis, me gustaría señalar que no solo descubrí esa evidencia, también en otra cerámica halada en el Carambolo y que ha sido considerada como turdetana, y también en otra hallada en Guadalajara, considera como celtíbera, en otras ibéricas, y también miles de petroglifos y pinturas rupestres hallados en la misma península ibérica, y en menor grado en otros puntos del Atlántico (islas Británicas, Península escandinava) y Marruecos, en los alrededores del Atlas), fuera de estas regiones no existe ni en el Mediterráneo ni en otros lugares del mundo, salvo uno o dos casos muy dudosos, o mas bien asociados a espirales, no a varios círculos concéntricos con un canal que partiendo de su centro se prolonga hasta e exterior de los anillos sobresaliendo un cierto tramo, o sea, el símbolo esquemático y simple de la planta urbanística de la metrópolis de Atlantis, tal como vemos en los libros y enciclopedias cuando se ha intentado representar dicho esquema.
6- Manuel Cuevas no ha descubierto ninguna estructura de gran tamaño y con una distribución en anillos concéntricos. La única foto que muestra donde se ven unos círculos concéntricos, la conozco de hace años, la publiqé varias veces, y se corresponde con lo que podría ser un pequeño túmulo de no más de 30 metros de diámetros. Lo que pasa es que el Sr. Cuevas no muestra escala en sus fotos. Pero la mayor parte son pequeñas estructuras. Nada que permita suponer una gran trazado de una gran cidad, ni siquiera de un modesto asentamiento. Todas las fotos que ha publicado son más que conocidas, y yo mismo investigué la zona 'in situ' durante años, y a nivel de fotografía por satélite, ortofotos, y hasta fotografías toadas desde globos, y hay mucho más que lo que él ha creído descubrir con fotos de Google Earth, pero os puedo asegurar que todo lo que se puede ver, es prácticamente imposible poder relacionarlo con la Atlántida, y a lo sumo se podrían relacionar con asentamientos turdetanos, fenicios o tartésicos. Pero desde el punto de vista circular concéntrico no hay absolutamente nada, ni una sola estructura con suficiente tamaño como para poder hablar aunque sea de un pequeño asentamiento o aldea circular concéntrica, solo estructuras que solo podrían ser pequeños túmulos funerarios, o sea, tumbas de personajes turdetanos o quizás tartésicos.
[Continua en el siguiente mensaje]
7- Usted dice: "Por de pronto, siempre quedará como elemento polémico la cuestión del tamaño de la Atlántida y del desfase cronológico, que –visto lo visto– parece ser bastante moldeable, a gusto de las teorías de los autores."
Sinceramente, no se justifica de ningún modo que sea algo "moldeable" la cuestión, al menos del tamaño. Las referencias son muy claras, y en todas las fuentes primarias que he logrado reunir. La Atlántida es descrita siempre como una isla, y el tamaño de la misma debe ser como mínimo, tan grande como Iberia misma, o su mitad, porque al describirse las dimensiones solo de una comarca, la principal, la del reino de Atlas, donde se hallaba la metrópolis, tales dimensiones ofrecen un tamaño casi tan grande como toda Andalucía o Portugal, pero de las dimensiones del resto de las diez comarcas o provincias, como se dice en el Critias, no se hablará, pero se sugiere que algunas eran incluso mayores. Así que tomando como media, que todas las demás, fueran incluso la mitad de tamaño que la de Atlas, la isla se presenta entonces como algo tan grande como Iberia, como mínimo. De modo que si la isla era incluso como la mitad de Iberia -tirando muy por debajo- y esta se hallaba delante de Gibraltar, con su región o estremidad oriental o levantina cercana a Gadeira (como se puntualiza en Critias 114a-b), y la misma isla se hundió bajo el mar (como se dice siempre en todas las fuentes primarias), guste o no, no, aquí no hay nada que 'moldear', definitivamente la metrópolis de Atlantis no puede haber estado en Iberia ni mucho menos ser la misma ciudad de Tartessos. Esta solo podría ser, a lo sumo, y por su más tardía cronología, no solo por hallarse fuera de la Atlántida misma, una ciudad fundada por supervivientes de la cercana isla Atlantis, tras el gran cataclismo sísmico-tsunámico que la hundiría en el mar. En cuanto al desface cronológico, también es un hecho más que evidente, no es nada que se pueda "moldear", porque, incluso considerando la fecha más reciente posible para el hundimiento final de Atlantis, estaríamos hablando de alrededor del 1550 o 1530 AC. En esas fechas no se puede hablar de Tartessos, por lo que conocemos arqueológicamente. Tartessos no surgiría como ciudad-estado y emporio, y con ese nombre, al menos hasta después de siglo X AC, como fecha más temprana posible. De modo que "moldear" estos claros hechos, como bien señalas, "a gusto de las teorías de los autores", en realidad no es más que tergiversar y manipular los verdaderos datos registrados en las fuentes primarias.
8- Usted concluye: "Sin embargo, creo que es razonable considerar una tercera vía, esto es, que ni la Atlántida fue una mera invención ni que fue una inequívoca realidad geográfica e histórica, sino una combinación de ambas."
Esta es justa la misma teoría que vengo defendiendo desde hace muchos años. La teoría del sustrato histórico. Una redacción parahistórica basada en información histórica, mezclada con algo de embellecimiento literario y puede que hasta con ciertos elementos míticos o legendarios obtenidos por tradiciones diversas, pero en cualquier caso, una redacción de tipo histórica o parahistórica, basada en antiguas tradiciones (ek palaias akoês) como se puntualiza en el mismo Timeo.
[Continua en el siguiente mensaje]
9. Usted concluye también: "Así pues, no resultaría descabellado pensar que Platón –a fin de ilustrar su alegoría de tipo político– echara mano de una realidad histórica ya antigua en su época, bien conocida por los egipcios, griegos y otros pueblos mediterráneos: la existencia de Tartessos, un opulento y lejano reino atlántico, típico de la Edad del Bronce, que pudo haber servido de base para construir su narración. Después, habría maquillado o adaptado los hechos y detalles con las oportunas licencias literarias, magnificando quizá una exótica cultura ibérica para convertirla en una gran potencia de un remotísimo pasado.
En la primera parte: " echara mano de una realidad histórica ya antigua en su época, bien conocida por los egipcios, griegos y otros pueblos mediterráneos", estoy de acuerdo, pero no con lo que sigue, de que fue Tartessos la verdadera ciudad y su reino, la base de la historia de la Atlántida. Tesis clásica atribuida a Schülten, pero que ya fue expuesta en su casi totalidad y mismos términos por el historiador Juan Fernández Amador de los Ríos (1919), y su padre, poco antes, Francisco Fernández González. Según toda la nueva información que he logrado reunir en mis más de viente años dedicado a la atlantología histórico-científica (o sea, no a la tradicional atlantología pletórica de falsedades varias y múltiples fantasías e invenciones), la fuente de la historia es egipcia. En eso coinciden todos los antiguos autores. Y la fuente, a su vez, de los egipcios, no parece haber sido Tartessos, pues he rastreado la tradición en sus propios escritos, y esta podría remontar, como mínimo, hasta el Imperio Medio, hasta el 1900 o 1800 AC., aunque podría incluso remontarse hasta la época de las grandes pirámides. En cualquier caso, desde las referencias más antiguas que se podrían relacionar con la misma tradición que llegó hasta la época de Solón, desde su orígenes, siempre se habló de una isla situada delante de una estrecho arítimo, en el inmenso océano de aguas frías, cuya longitud y anchura no conocía ni siquiera Osiris mismo, tal como se lee en las leyendas de los mismos mapas donde tal "Isla de los Dioses" es representada. Toda esta información obtenida de fuentes primarias grecolatinas y egipcias, sumada a la antigüedad del florecimiento y desaparición de la Atlántida que podemos reconstruir con mayor verosimilitud, hacen del todo imposible que la fuente de la historia que los egipcios contaron a Solón fuera la ciudad y reino de Tartessos. Esta sería una fuente demasiado reciente. Tan reciente que aún existía en tiempos de Solón, o sea, que Tartessos era materia de historia moderna y contemporánea para los egipcios que hablaron con Solón, por lo que es muy poco probable que se haya usado para tejer una historia basada en fuentes y tradiciones históricas que se ofrecen como muy vetustas.
En cualquier caso, agradezco de nuevo su amable tratamiento a mi persona como autor y experto en la Atlántida y le felicito, una vez más, por tan excelente y útil artículo.
Un cordial saludo,
Georgeos Díaz-Montexano
www.GeorgeosDiazMontexano.com
[Continua en el siguiente mensaje]
Apreciado Georgeos:
Muchas gracias por su extensísimo comentario y por sus amables palabras. Sólo he tratado de explicar de forma más o menos breve esta controversia y quizá por ello he podido cometer algún desliz con los datos, pero ahí quedan sus amplias puntualizaciones y aclaraciones para todos los lectores de este blog.
Sobre el tratamiento a su persona, sé que ha sido ninguneado o tergiversado en más de una ocasión y lamento de veras lo que ocurrió con el documental citado. El mundo está lleno de desagradecidos y ególatras. Por mi parte, en este blog trato de exponer de una forma ponderada y crítica todo lo relacionado con la arqueología alternativa, ofreciendo el máximo de puntos de vista. En general, como habrá podido ver, no me alineo con la posición académica, pese a ser arqueólogo de carrera, pues creo que en muchas cosas dicha posición está instalada en el dogmatismo y en el prejuicio, aunque muchos autores alternativos también han caído en los mismos males.
Sobre el tema que nos ocupa, podríamos discutir más ampliamente, pero más o menos creo que he expuesto mi visión (confieso que menos fundamentada que la suya, debido a sus extensos estudios del tema) y sigo teniendo mis serias dudas en las cuestiones cronólogicas y geográficas. Mi conclusión es próxima a la de Schulten, pero yo creo que él estaba bastante más convecido de la certeza de la descripción geográfica. En todo caso, tenemos dos problemas: 1) Tartessos, como gran urbe (si es que existió) sigue sin aparecer hasta el momento, pese a los esfuerzos de prospección. 2) Aun en el caso de hallar Tartessos, tendríamos que ver si podemos compararla adecuadamente con la acrópolis atlante.
Por otra parte, algunas cuestiones me llaman la atención: ¿Por qué Platón recurrió a los egipcios para hablar de un tema relacionado con Atenas? ¿Fue una licencia literaria o realmente la historia egipcia es la correcta, pero no necesariamente se refiere a Tartessos? ¿O acaso todo es de otra manera? O sea, en vez de presentar una alegoría política en el marco de la "mítica" Atlántda, tal vez se trataba de hablar de la Atlántida como algo "real" en el marco de una alegoría. La verdad, el estudio de las fuentes antiguas es todo un problema, incluso Herodoto no me parece fiable al hablar de Egipto, si hemos de fiarnos de "lo que le contaron". ¿Qué parte de distorsión, mito, literatura o simple inexactitud tienen estas fuentes? Dejémoslo aquí.
Un saludo cordial, y le deseo el máximo éxito en su investigación,
Xavier
La palabra Nessos a menudo traducida como "isla" en el relato de Platón puede traducirse también como "Península". El Peloponeso no es una isla sino una península, por eso y por las razones comentadas en el artículo me parece muy probable que la Atlántida estuviera en las costas de la Península ibérica en la desembocadura del Guadalquivir hace unos 3500 años. Debido a la subida del nivel del mar asociada a la fusión de las masas de hielo, que yo dato hacia 1500 a Jc, la línea de costa actual no coincide con la antigua, y por ello la desaparecida Atlántida debería encontrarse unos 50 km mar adentro sumergida en el océano Atlántico en el actual Golfo de Cadiz.
En cuanto a las fechas me consta que los egipcios medían el tiempo por lunas o meses lunares, por tanto los 9000 años deberían ser meses lunares lo que daría una fecha entre 1300 y 1400 a Jc.
Es probable por tanto, que al terminar la edad de hielo hacia el 1500 a Jc hubiera un rebote isostático importante y un incremento del vulcanismo y de la actividad tectónica. Este incremento está evidenciado en la destrucción de la isla de Thera (Santorini) hacia el 1500 o 1600 Jc lo que apoyaría este punto de vista. Por otra parte el terremoto de Lisboa de 1755 produjo un Tsunami en las costas de Huelva y Cádiz por lo cual un fenómeno catastrófico como el relatado por Platón, no sería nada nuevo. La Atlántida pienso yo, fue destruída por un tsunami producido no mucho después del final de la edad de hielo (hacia 1500 a Jc).
Por otro lado, Las historias de invasiones de "los pueblos del mar" tienen sentido en un trasfondo de cambio climático global severo, que por otra parte es algo admitido por la historia convencional y fechado hacia el 2200 a jc, unicamente aquí sólo cambiarían un poco las fechas y la razón de este cambio climático que se correspondería con el final de la edad de hielo. Saludos Xavier
Sr. Galileo: Permítame aclarar algunos puntos sobre lo que acaba de comentar. Como bien sabrá usted todo eso que acaba de comentar, ciertamente lo estuve defendiendo durante años. De hecho fui el primero en defender el argumento de la doble interpretación de la voz griega nêsos (no nessos) tanto como 'isla' que como 'península'. Lo hice durante casi una década (desde 1994) hasta que nuevas evidencias de mayor calidad y peso probatorio me terminaron obligando a descartar que Platón o Solón mismo hubieran usado el término nêsos para referirse a una península. Sin ninguna duda, en el contexto que ellos usaron el término nêsos fue siempre para denominar y describir una 'isla'. Tal significado fue siempre la acepción principal. El significado secundario de península solo se conoce en ejemplos posteriores a Solón y a Platón. Hice un amplio estudio lexicográfico donde lo pude corroborar todo. Nadie antes había realizado un paleográfico de las fuentes primarias en relación con la Atlántida a través de todos los códices (72 en total) conocidos de la tradición manuscrita del Timeo y el Critias de Platón, ni tampoco naide antes había logrado reunir la mayor compilación de fuentes primarias y secundarias escritas sobre la Atlántida o sobre lo atlantes o una legendaria cultura avanzada del Atlántico. Ahí está mi serie de Atlantología Histórico-Científica (en varios extenso volúmenes) donde se puede verificar todo lo anterior.
La conclusión de que Iberia fuera la misma Atlántida y lo que se hundió serían tan solo la capital situada en la costa sur (en algún punto entre Huelva y Cádiz), yo mismo la defendí durante años hasta que numerosas nuevas evidencias de calidad, tales como fuentes primarias escritas en griego, latín, árabe, egipcio, etc., y múltiples mapas antiguos, desde egipcios (de hasta 4000 años) hasta griegos y romanos tardíos fabricados en Cartago (pero de influencia púnica o egipcia), y mapas pintados en cuevas y mapas rupestres (petroglíficos) grabados en roca al aire libre, en la misma Iberia, de épocas que remontan como mínimo a la Edad del Bronce (el pintado en rojo datado en el Epipaleolítico), me obligaron a abandonar esa vieja hipótesis.
Nadie en toda la historia de la atlantología ha logrado compilar una cantidad tan enorme de evidencias y pruebas indiciarias de casi todo tipo, y créeme que si abandoné esa idea que tanto me satisfacía y gustaba de que con la palabra nêsos se hubieran referido a una península y que esta fuera la misma Iberia, fue porque no me quedó otra opción, pues como buscador honesto de la verdad, era, es y seguirá siendo mi deber y mayor principio, justo ese: la búsqueda honesta de la verdad histórico-científica, esté donde esté, sea cual sea, y caiga quien caiga.
[Continua en el siguiente comentario]
Todas estas numerosas evidencias epigráficas, paleográficas, petroglíficas y cartográficas han terminado dejando más que claro que la leyenda histórica que los egipcios trasmitieron a Solón hacía referencia a una isla que comenzaba justo por delante o enfrente de Gibraltar, entre Iberia, Marruecos, Madeira y Canarias. Una isla cuya extremidad del nordeste (tal como se afirma en Critias 114a-b) estaba regida por el rey Gadeiro y quedaba justo enfrente de la región que se conocía (en el tiempo e que loas sacerdotes egipcios están hablando con Solón) con el nombre de Gadeira (Cádiz), que había tomado tal nombre, precisamente por la celebridad de la región homónima de la isla Atlantis que quedaba justo enfrente (en posición opuesta o enfrentada). De modo que, más allá de cualquier duda razonable posible, esta descripción está situando la isla Atlántida por debajo de Iberia, frente a la actual Cádiz. Es decir, que la región nordeste de Atlantis quedaría frente a las costas de Cádiz y frente al mismo estrecho de Gibraltar, extendiensode, por tanto hacia el Oeste (quizás hasta cerca de Madeira) y hacia Sur (quizás hasta cerca de Canarias, aunque no sepamos aún hasta donde se extendía en tales direcciones, pero al menos ya sabemos (por el Critias 114a-b) que la parte nordeste de la Isla llegaba hasta muy cerca de la actual Cádiz, enfrente de esta.
Como decía, la isla (si realmente existió y no fue una mera invención de los egipcios o un grave error o confusión de los egipcios) tenía su comienzo justo por delante o enfrente de Gibraltar, en el Atlántico. Por tanto, dependiendo del tamaño que hubiera tenido, esta se extendía entre Iberia, Marruecos, Madeira y el norte de las Canarias. Espacio este suficiente para una isla bien grande, aunque a juzgar por las diversas representaciones cartográficas, no sería mayor que toda Iberia (en los casos más grandes), o incluso menor que Portugal o Andalucía, tal como se observa en muchos otros mapas.
Todas esas evidencias y pruebas indiciarias (que suman ya casi medio millar) no dejan lugar a duda de que la Isla (Nêsos) Atlantis no era Iberia, sino una isla (en algunos casos un archipiélago con una isla mayor) independiente, situada en el Atlántico, pero bastante cercana a las costas de Iberia y Marruecos, y casi tocando por el Oeste a Madeira y por el Sur, casi tocando las actuales Islas Canarias.
[Continua en el siguiente comentario]
Para concluir este asunto: sin la menor duda, en los textos del Timeo y el Critias de Platón se usa la voz griega nêsos en su sentido de ‘isla’, no como ‘península’. Si bien yo mismo defendí por muchos años que es un término que se podía usar igualmente para una 'península', como ya apunte antes, finalmente me terminé convenciendo de que en el contexto en el que Platón usa el términos nêsos es indiscutiblemente como 'isla'. Analizando la evidencia interna, es decir, los mismos textos de Platón, me quedó claro cómo él mismo usa el término para nombrar a las anillos de tierra que se hallaban justo como islas entre los fosos circulares de agua y también para referirse a la pequeña zona central que quedó aislada de todo lo demás como una pequeña isla circular. De modo que si Platón usó el término nêsos en su acepción principal de ‘isla’ para describir a tales anillos de tierra aislados y rodeados de agua y a la pequeña isla central donde se erigió la acrópolis el templo y los palacios o casa reales, es obvio que no podía haber usado el mismo término para referirse a toda la Atlántida si esta era entonces una península. Al menos habría aclarado que "parecía como una isla", por ser una gran península casi rodeada por todas partes por el mar, aunque en realidad era una extremidad o punta de Europa o de Libia (Marruecos). Cuando mínimo Platón (o el mismo Solón) habría añadido a la palabra nêsos otra voz griega que significara tierra, punta, cabo, extremidad, etc., del mismo modo que poco antes Heródoto usaba el compuesto jerso-nêsos (Χερσόνησος), mal transcrito al castellano como "quersonesos", y que literalmente significa: “tierra-isla”, o sea, “extensión de tierra que es casi como una isla”. Casi el mismo sentido que el latín paenīnsula, de paene-, ‘casi’, e īnsula, ‘isla’; “casi una isla”. Ahora bien, ¿existía la posibilidad de que los sacerdotes egipcios hubieran usado un término que significara 'península' o bien lo mismo 'isla' que 'península' y que entonces Solón no se percatara de ello y solo usara el término nêsos en su acepción principal de ‘isla’? Bien, me propuse indagar esta posibilidad, y después de un profundo análisis lexicológico y etimológico quedó demostrado que los egipcios -en los mismos tiempos de Solón- tenían dos términos para referirse a 'isla', pero que nunca se usaron para 'península'. Es decir, que no se usó jamás ninguna de esas dos voces para nombrar a una península, la cual los egipcios sólo podían describir con el mismo término que usaban para 'cabo', 'extremidad' o 'lengua de tierra'. De modo que la conclusión final es que sin la menor duda Platón (o Solón mismo) habló siempre de una auténtica isla, nunca de una península.
En cuanto a lo que usted dice ahora: "que yo dato hacia 1500 a Jc, la línea de costa actual no coincide con la antigua, y por ello la desaparecida Atlántida debería encontrarse unos 50 km mar adentro sumergida en el océano Atlántico en el actual Golfo de Cadiz.".
[Continua en el siguiente comentario]
Resulta que esa misma fecha la vengo defendiendo desde hace más de veinte años en cientos de artículos y en mis más de treinta libros como la fecha más probable para el final catastrófico de Atlantis. Aunque en la última década (de nuevo obligado por nuevas evidencias epigráfico-paleográficas de mayor peso probatorio) la he ampliado a un marco temporal que va desde el 2700 AC hasta el 1550 AC). En cuanto a lo que dice sobre la distancia del mar para el 1500 AC, no es correcto. A esa distancia de 50km mar adentro, desde cualquier punto de la costa del Golfo de Cádiz, nos ubicamos en profundidades de más de 700 y 1000 metros, y eso no se corresponde con ningún período humano conocido. Por debajo de los -120 metros ya rebasamos el umbral del Paleolítico Superior, y el mar en todo el Océano Atlántico, se considera que jamás estuvo por debajo de esos -120 o -130. De modo que si algún hallazgo arqueológico probara que existen restos de una civilización bajo el Golfo de Cádiz a esa distancia de 50km desde la costa, estas ruinas no podrían ser datadas nunca como más recientes que unos 18000 años. En ningún caso en el 1500 AC, cuyo límite de la costa se ubicaría mucho más cerca a penas unos 5 km mar adentro, a menos que se pudiera probar que toda esa zona donde se hallasen esas supuestas ruinas es parte de una isla que estuvo emergida hasta el 1500 AC y por un gran cataclismo sísmico se hundió hasta caer a tal profundidad de más de 1000 metros. Obviamente, esta posibilidad (remota por no decir imposible para la inmensa mayoría de los geólogos) yo la vengo proponiendo desde hace mucho tiempo como única manera de explicar la presencia de edificaciones a profundidades que estén por debajo de los 120 metros y más aún en profundidades mayores.
Sobre lo otro que usted expone: "En cuanto a las fechas me consta que los egipcios medían el tiempo por lunas o meses lunares, por tanto los 9000 años deberían ser meses lunares lo que daría una fecha entre 1300 y 1400 a Jc." Sabrá usted bien que igualmente he sido uno de los que más publico y argumento con todo tipo de referencias en fuentes primarias este argumento. Sin embargo, una vez más tuve que abandonar casi por completo (digo casi, porque aún mantengo una mínima posibilidad, aunque remota) de que esa sea la explicación. Cuando tuve la oportunidad de analizar todos los códices griegos y las variantes entre unos y otros, rápidamente comprendí que no era necesario en absoluto recurrir a este argumento para explicar el imposible dato de que Atlantis se hubiera hundido hace más de 11 580/70 años, por la sencilla razón que en ningún momento eso es lo que se dice en los textos del Timeo y el Critias. Tal civilización atlántica remontaría sus orígenes (no su final como erróneamente muchos aún creen) hasta hace unos 11 580/70 años (9000 antes de Solón), mientras que su final catastrófico sucedería en una fecha más reciente, entre finales del Calcolítico y la Edad del Bronce, aproximadamente entre el 2700 AC y el 1550 AC. Todo lo anterior está perfectamente documentado en las fuentes primarias escritas, sobre todo en los mismos escritos del Timeo y el Critias de Platón, obviamente si estos son leídos e interpretados de modo correcto, especialmente a través de traducciones gramaticalmente correctas, y si mejor aún si se hace directamente desde el griego ático usado por Platón.
[Continua en el siguiente comentario]
Después de toda la evidencia epigráfica y paleográfica (fuentes primarias escritas) y sismológica (nuevos hallazgos sobre eventos sísmico-tsunámicos en el área del Atlántico y Golfo de Cádiz) que he logrado reunir en todos estos años, mi respuesta más actualizada y de rigor -a día de hoy- es que el final de Atlantis, o sea, cuándo es que fue destruida por un gran cataclismo sísmico-tsunámico (que nada tuvo que ver con volcanes, como queda claro tras la lectura de las fuentes primarias), debió acontecer en algún momento entre el 2700 y el 1550 AC. Éste es el marco de tiempo que he podido establecer con la mayor precisión que puede conseguirse, de acuerdo a todas las evidencias y pruebas indiciarias actualmente existentes. El timeline de Atlantis puede resumirse del siguiente modo:
Hace unos 11570 años, o sea, 9000 antes de los tiempos en que Solón visitó Sais, que sería hacia el 570 AC Los dioses Olímpicos, regidos por Zeus, Hades y Poseidón, tras vencer a los Titanes se reparten el mundo (como se indica en el Critias), el Ática es entregada a Hefesto y Atenea y se funda la primigenia ciudad de Atenas con Cécrope o Erecteo, nacido de la simiente de Hefesto y Gea, al mismo tiempo, una isla en el mar Atlántico (que entonces tendría otro nombre autóctono) fue entregada a Poseidón. El dios se une a Clito, una hermosa joven nativa de la isla, y con ella tiene diez hijos. Entonces comienza la historia de Atlantis, nombre que -tal como se explica en el Critias- tomó la isla y el mismo mar que la rodeaba en honor al primer hijo: Atlas; aunque el verdadero nombre tampoco sería Atlas, puesto más adelante se aclara que los nombres griegos del relato son las traducciones que Solón hizo de los originales, guiándose por el significado de los mismos, en el caso de Atlas, pues sería la traducción griega de un nombre que significaría: "El que soporta, sostiene o eleva (el cielo)", en egipcio el dios Schu o Shu, que es el equivalente conocido del dios Atlas. En el mismo principio, Poseidón rodea la colina donde vivía Clito por tres fosos o canales circulares que inunda con agua de mar para que nadie pudiera acceder a la misma, porque entonces -se puntualiza- la humanidad no conocía todavía el arte de la navegación. Esto coincide con las fechas, es decir, con los finales del paleolítico.
[Continua en el siguiente comentario]
Hace unos 5000 años, o sea, hacia el 3000 AC. Tras sucesivas generaciones -donde cada generación de reyes se preocupaba por embellecer la capital de Atlantis y tratar de superar las dinastías o reinados anteriores, en este sentido- los Atlantes alcanzan una alta civilización del tipo Ciudad-Estado, similar a la de las grandes civilizaciones de la Edad del Bronce, y entonces ya dominan el arte de la navegación, además de casi todos los metales y la construcción a gran escala de edificaciones variadas, desde casas, palacios y templos, hasta gimnasios, termas y acueductos sobre puentes, o sea, como el típico acueducto sobre arquería que se cree fue inventado por los romanos casi unos doscientos años después de haber muerto Platón mismo. Resulta obvio que todo este nivel de civilización no puede haberse alcanzado ni siquiera en el mismo primer siglo en que comienza la historia de Atlantis, o sea, en el 9000 antes de Solón. Sería necesario, como mínimo, el paso de varios miles de años. Esto se constata por todas partes. Todas las grandes civilizaciones conocidas, no llegaron a esta fase de alta civilización de la Edad del Bronce hasta después de unos 6000 o 5000 años transcurridos desde finales del paleolítico. Por ello es que se precisa en varias ocasiones en el Critias lo de las sucesivas generaciones de reyes o dinastías y cómo cada generación se esmeraba por perfeccionar y embellecer la ciudad. Por tanto, podemos deducir con total sentido común, de acuerdo a la descripción que leemos en los mismos textos de Platón, una fecha razonable de circa 3000 AC (cuando surgen las grandes civilizaciones como la sumeria y la egipcia) para el momento en que la civilización Atlante y su gran Ciudad-Estado alcanza una notable grandeza como civilización.
Hace unos 4700 años -hacia el 2700 AC. los Atlantes, ya muy alejados de la esencia divina de los primeros linajes reales descendientes del dios Poseidón, tal como se indica al final del Critias, llenos de hybris (orgullo desmedido y prepotencia) y ambición por el oro y las riquezas, decidieron expandir su poder dominando a otras ciudades y naciones del Atlántico y del interior de las Columnas de Hércules, o lo que es lo mismo, del Mediterráneo. Por la parte de Europa, desde Gibraltar hasta alcanzar la Tirrenia o península itálica, y puede que parte de Anatolia, Siria y Palestina, ie, Asia Menor, y por la parte de África, igualmente desde Gibraltar hasta alcanzar los límites de Libia con Egipto.
En algún momento entre el 2700 AC y el 1550 AC (como fecha más reciente posible), los Atlantes son derrotados por los Atenienses, y "tiempo después" (tal como se indica en el Timeo), aunque no se precisa cuánto tiempo después, la primigenia Atenas es destruida por un gran cataclismo que se precisa fue la tercera gran destrucción por aguas. Se afirma que dicho cataclismo precedió al acontecido en tiempos de Deucalión, que es la cuarta destrucción por aguas (Plat. Criti. 112a). Según parece, también Atlantis fue destruida en esa misma tercera gran destrucción por aguas, anterior al cataclismo de los tiempos Deucalión, pues así se dice que “del mismo modo” o “de la misma manera” la isla Atlantis se hundió bajo el mar y desapareció (Tim. 25e.).
[Continua en el siguiente comentario]
Este es el mejor resumen que puede hacerse del timeline de Atlantis de acuerdo a lo que de verdad podemos leer en las fuentes primarias escritas, especialmente, en la principal y más importante fuente para la historia de la Atlántida: los escritos de Platón. Queda claro que Atlantis no puede haber sido destruida hace unos 11580/70 años, o sea, en el 9000 antes de Solón, porque esa es la fecha del momento en que se inicia la historia. La fecha de cuando los dioses se reparten el mundo y mientras a Hefesto y Atenea les corresponde la península del Ática, a Poseidón se le entrega la isla Atlantis. Por tanto, es la fecha del comienzo de la historia de ambos pueblos.
Resulta de mero sentido común deducir que, antes de que los Atlantes pasaran desde su estado primitivo típico de finales del paleolítico (cuando aún no conocían ni siquiera el arte de la navegación) a un alto nivel de civilización, típico de las grandes ciudades de la Edad de los Metales (Calcolítico o Bronce), debió transcurrir, como mínimo, unos seis o cinco mil años. Y queda claro en el mismo Critias que cuando los Atlantes alcanzan el culmen de su civilización, había transcurrido ya “muchas generaciones” (ἐπὶ γενεὰς πολλὰς), expresión que se repite varias veces en el Critias, y estos últimos Atlantes se hallaban bastante alejados de la simiente divina de los primigenios linajes reales. Por tanto, ya había pasado mucho tiempo.
El fin de Atlantis se puede establecer en algún momento dentro del marco temporal que va, en cifras redondeadas, desde el 2600 al 1600 AC, por la sencilla razón de que el cataclismo diluvial que destruye la primigenia Atenas (después que los Atenienses ya habían derrotado a los Atlantes) se dice que fue justo el anterior al que sucedió en los tiempos de Deucalión (epi Deukalionos), el cual se fija en las fuentes escritas griegas más confiables, hacia el 1530 AC Todas las fuentes clásicas coinciden en que tal cataclismo anterior a Deucalión fue el acontecido en tiempos de Ogygos u Ogiges. El cataclismo de Ogiges se ha venido identificando -ya desde la propia antigüedad- con el célebre cataclismo bíblico conocido como “Diluvio de Noé”, que ha sido fijado por los exegetas bíblicos, en número redondos, en algún momento entre e 2500 y el 2300 AC Justo en este mismo marco de tiempo se ha registrado en el Atlántico, cerca de las costas de Iberia y Marruecos y el Golfo de Cádiz, huellas inequívocas de uno o dos eventos sísmico-tsunámicos de alta energía (Dataciones por radiocarbono apoyan hipótesis sobre el final de la Atlántida, por Georgeos Díaz-Montexano: http://georgeosdiazmontexano.wordpress.com/2013/09/28/dataciones-por-radiocarbono-apoyan-hipotesis-sobre-el-final-de-la-atlantida/), que algunos llaman Megatsunami. Es decir, un acontecimiento sísmico de alta intensidad que provocó grandes tsunamis, y que bien pudo haber destruido a muchas ciudades costeras y terrenos a poca altura sobre el nivel del mar, y puede incluso que causara el hundimiento de una isla que comenzaría justo en el Golfo de Cádiz y que no tendría una base geológica suficientemente firme, al romperse dicha base por un fuerte choque tectónico entre la placa de África y la de Europa que justo en esa misma área presenta una gran línea de fractura entre ambas placas.
[Continua en el siguiente comentario]
Una parte importante de esta misma isla al parecer existía todavía en una fecha tan tardía como el siglo II, según Elio Arístides (Aristd. Or.36,85.), quien claramente hace referencia a una gran isla que se hallaba en el Atlántico frente a las costas de Iberia, al comentar unos pasajes de Eutímenes de Masalia (Marsella), autor del 500 AC, por lo que es posible también que lo de la isla en realidad lo haya leído en la obra de Eutímenes.
Esta misma gran isla, que ocuparía parte del Golfo de Cádiz y se extendería por el Oeste hasta Madeira y por el sur hasta cerca de las Canarias, sería un resto de la misma Atlántida que, obviamente, no se hundió cuando el cataclismo de Ogygos que destruyó a la primitiva Atenas, tiempo después de que los Atenienses derrotaran a los Atlantes. Muy probablemente se trate de la misma gran isla que he hallado representada en casi doscientos mapas egipcios y al menos dos realizados en Cartago de posible tradición púnica o quizás egipcia misma. Para conocer todo lo referente a estos mapas, remito al lector a los dos tomos del Epítome de la Atlántida Histórico-Científica, o bien a los dos compendios que resumen el mismo epítome (Si no funciona el siguiente link: http://cort.as/9pR9, escribir en el buscador de Amazon: Georgeos Díaz Montexano Atlántida Epítome). Para leer una versión más ampliada y detallada de este asunto, con citas textuales de los pasajes extraídos de las fuentes primarias, recomiendo la lectura del siguiente documento: http://georgeosdiazmontexano.wordpress.com/2014/05/20/sobre-la-cuestion-de-la-verdadera-cronologia-de-la-atlantida-3/
En el diálogo de Critias o el Atlántico, que Platón redactó según los apuntes originales que su tío-pentabuelo Solón había traído de Egipto, cuando se dispone a describir la gran llanura del reino central del rey Atlas, en la cual se hallaba la metrópolis (Crit. 118c), podemos leer el siguiente pasaje:
"... [118β] [...] ὧδε οὖν τὸ πεδίον φύσει [118ξ] καὶ ὑπὸ βασιλέων πολλῶν ἐν πολλῷ χρόνῳ διεπεπόνητο. ..." (Critias, Platón, Edición de Burnet, 1903).
"...Ahora bien, la llanura, por la naturaleza y por causa (por la acción o influencia) de muchos reyes durante un período de tiempo muy largo, fue conformada. ..." (Traducción literal, 'in verbatin', Díaz-Montexano, 2000).
"...Now as a result of natural forces, together with the labors of many kings which extended over many ages, the condition of the plain was this. ..." (Traducción W.R.M. Lamb. Cambridge, 1925).
"... Ahora bien, esta llanura, por acción conjunta y simultánea de la naturaleza y de las obras que realizaran en ella muchos reyes, durante un período (de tiempo) muy largo, había sido dispuesta de la manera siguiente. ..." (Traducción de Samaranch, 1963).
"... la naturaleza y muchos reyes, con su largo esfuerzo, habían conformado la llanura de la siguiente manera. ..." (Traducción de Durán & Lisi, Gredos, 1992).
Comentario: Resulta inadmisible -y hasta inexplicable- que la traducción de Durán y Lisi haya eliminado por completo la secuencia "ἐν πολλῷ χρόνῳ", "durante mucho tiempo", y en su lugar haya intercalado: "con su largo esfuerzo", que de ningún modo puede ser una traducción de "ἐν πολλῷ χρόνῳ". Esta expresión solo puede ser traducida como "un período de tiempo excesivamente largo, "de muchas edades, lo que responde al tránsito natural de las varias edades, desde la Edad de Oro y Plata de los griegos que equivalen a la Edad de Piedra y la Edad de los Metales (Calcolítico) hasta la Edad del Bronce, o edad de los hérores, que justo es con la que termina la historia de aquella civilización marítima atlántica cuando esta pierde la guerra ante los héores atenienses primigenios de la Edad del Bronce del linaje de los Cecrópidas, tal como se indica en el Critias 112a-b.
[Continua en el siguiente comentario]
Sigamos con más ejemplos de traducción del mismo pasaje del Critias 118c:
"...As a result of its nature, and of many years of engineering by successive kings, the plain had taken on the following character: ..." (Traducción de Robin Waterfi eld, Oxford, 2008).
"...A planície foi mantida pela natureza e também por muitos reis durante muito tempo do seguinte modo..." (Traducción de Rodolfo Lopes, 2011, Universidad de Coimbra). [En castellano: "La llanura fue mantenida por la naturaleza y también por muchos reyes durante mucho tiempo del siguiente modo. ..."]
En griego, literalmente, o sea, 'in verbatim', "... ὧδε οὖν τὸ πεδίον φύσει καὶ ὑπὸ βασιλέων πολλῶν ἐν πολλῷ χρόνῳ", es "Ahora bien, la llanura, por la naturaleza y por causa (por la acción o influencia) de muchos reyes durante un período de tiempo muy largo...". El sentido es claro. Se va a hablar de la conformación de la gran llanura central de Atlantis, por la acción de la naturaleza misma y de muchos reyes durante muchísimo tiempo. La expresión "πολλῷ χρόνῳ" es habitual en los textos griegos con el mismo sentido -indefinido- de un periodo de tiempo muy largo.
En el mismo Timeo y Critias se aclara en varios pasajes (ver los artículos de mi blog que enlazo debajo) que la historia de Atenas y de Atlantis comienza cuando los dioses se repartieron el mundo (hecho que sucede tras la batalla con los Titanes, cuando los Olimpicos logran la victoria y deciden repartirse el mundo), y se precisa que tal repartición -donde a Hefesto y Atenea le correspondió el Ática y a Poseidón la isla Atlantis- había sucedido 9000 años antes, es decir, entre el 9580 y el 9560 antes de Cristo, pues Solón conversaría con los sacerdotes egipcios entre el 580 y el 560 AC.
La historia de Atlantis comenzó en el 9000 antes de la conversación de Solón con los sacerdotes egipcios, o sea, hace unos 11580/11560 años, pero después se precisa en varios pasajes que pasaron muchas generaciones de dinastías o descendencias de reyes, y un período de tiempo muy largo, tal como acabamos de ver en Cri. 118c, "βασιλέων πολλῶν ἐν πολλῷ χρόνῳ", antes de que finalmente se corrompieran y decidieran hacer la guerra a las demás naciones y cayera sobre ellos la destrucción final por terremotos e inundaciones, tiempo después (no precisada la cantidad) de que fueran derrotados por legendarios reyes atenienses de la Edad del Bronce (o de finales del Calcolítico) del linaje de los Cecrópidas.
Así pues, a todos esos autores que aún siguen sosteniendo en libros, artículos, presentaciones, conferencias, entrevistas radiales, documentales, etc., que, "según Platón, los Atlantes comenzaron a expandirse tras la inundación o subida del mar, hace más de 12000 años, y que la misma Atlántida desapareció hace unos 12.000 años, o más", les hago una simple pregunta:
¿Cómo es posible tal cosa cuando -según leemos en los mismos textos de Platón- la historia de Atenas y de Atlantis comenzó en el 9000 antes de Solón (es decir, entre el 11.580 y el 11.560 antes del presente), y que después transcurrieron "muchas generaciones y descendencias de reyes" y "muchísomo tiempo", o "un período de tiempo muy largo" (πολλῷ χρόνῳ) antes de que ellos se corrompieran y emprendieran las guerras contras las demás naciones y finalmente sucediera el gran cataclismo que destruyó la isla Atlantis?.
[Continua en el siguiente comentario]
Si de verdad se lee a Platón, y se le tiene en cuenta como fuente principal, no se puede sostener de ningún modo que "la Atlántida desapareció hace unos 12000 años", porque, precisamente, eso no es lo que nos trasmite Platón a través de los apuntes que su tío-pentabuelo Solón trajo de Egipto. Afirmar tal cosa, además, es el mayor de los absurdos. Los Atlantes no pueden haber comenzado su proceso de expansión militar conquistadora y colonizadora en el mismo momento en el que surge su historia, o sea, en el 9000 antes de Solón (hace casi doce mil años), cuando ni siquiera tenían barcos ni sabían navegar, tal como se aclara en el mismo Critias en el pasaje de los orígenes de la historia, cuando Poseidón decide ailsar la colina en que vivía Clito, haciéndola rodear por tres fosos que inundó de agua del mar, precisamente, porque los hombres aún no conocían el arte de la navegación, y así ninguno podría llegar hasta la sagrada colina donde moraba su amada Clito. Por consiguiente, es imposible que la isla Atlántida pudiera haber desaparecido en la misma fecha en la que Poseidón recibe la isla y se enamora de Clito. Es decir, en la misma fecha en la que justo comienza la historia de los Atlantes, y cuando esto ni siquiera conocían el arte de la navegación.
De la lectura correcta del Timeo y el Critias queda claro que el final de Atlantis, así como su expansión colonizadora misma, debió suceder después de "un período de tiempo muy largo" (πολλῷ χρόνῳ), y podemos pensar en varios miles de años después, por todos los detalles que se dan de cómo evolucionó con el tiempo la civilización Atlante, desde su origen en el 9000 antes de Solón (hace entre 11 580 y 11 560 años), cuando aún no tenían barcos ni conocían la navegación, hasta que lograron alcanzar una alto nivel propio de la Edad de los Metales (Calcolítico y Bronce). De modo que podemos situar la expansión bélica o colonizadora de los Atlantes, como muy temprano, hacia el 3500 AC, y el final de su civilización y el hundimiento de Atlantis, entre el 2700 y el 1700 AC, cuando se estima (según las diferentes fuentes clásicas) que debió acontecer el mismo cataclismo que destruyó la primigenia Atenas -y al parecer también a Atlantis- que tal como se dice en el Critias 112b fue el tercero y se precisa más diciéndose que ocurrió justo antes que el acontecido en los tiempos de Deucalión.
Finalmente en cuanto a los "Pueblos del Mar", no creo que tengan nada que ver con el final de la glaciación que todas las prurebas científicas ubican en el final del Epipaleolítico, nunca en fechas tan recientes como el 1500 AC ni el 2200 AC. Hace años que defiendo la tesis de que la narración en el Templo de Medinat Habu de Ramsés III sobre esas batallas contra los llamados "Pueblos del Mar", no es más que un mero plagio literario que hizo Ramsés III, obviamente con fines propagandísticos (y este tipo de manipulaciones histórica fue una de las razones por la que le odiaron y le terminaron asesinando) de la descripción de un hecho histórico más antiguo: las guerras contra los Hykssos o Hykoussos y sus confederados (nótese la misma terminación en -ssos de Knossos y Tartessos), a quienes identifico con la misma confederación de los atlantes, pues justo en el 1550 AC los Hykssos fueronderrotados por los egipcios, coincidiendo a su vez con una gran catástrofe de tipo diluvial que se describe en la "Estela de la Tormenta" como que sucedió en algún lugar lejos hacia el Oeste de Egipto. Se ha creído que sería la misma erupción del Santorini, pero las fechas no cuadran. La datación científica de la gran erupción última del Santorini es de algo más de 1600 años AC. No me parece casualidad tampoco, que justo hacia el 1550 reinaban en Atenas los legendarios reyes del mismo linaje de los Cecrópidas, que tal como se afirma en el Critias 110a-b, fueron los reyes atenienses (aliados con los egipcios) líderes en la batalla final contra los Atlantes, o sea, los que derrotaron a los Atlantes.
[Continua en el siguiente comentario]
Una de las mejores pruebas indiciarias que poseo de que lo narrado y descrito en el Templo de Medinat Habu sobre tal guerra es un plagio de una historia más antigua, es el hecho (que había pasado inadvertido hasta que un egiptólogo y yo mismo nos percatamos de ello en tiempos recientes) de que casi toda la narración (especialmente las partes donde se describen las batallas) fue escrita con formas gramaticales arcaicas del egipcio medio y antiguo que no se usaban ya desde al menos unos cinco siglos o más. No existe aún explicación convincente ni antecedente alguno sobre este hecho. Este caso es el único conocido donde un faraón escribe en egipcio antiguo una crónica de supuestas hazañas que supuestamente debieron acontecer en su tiempo. Para que os hagáis una idea. Sería como si un historiador o cronista español del siglo XVII al describir las batalladas de su alteza real escribiera con la gramática y el vocabulario usado en el primitivo castellano del siglo XII.
Obviamente, nada de esto se explica en los libros de egiptología, porque sencillamente se ha asumido que tales batallas con tales "Pueblos del Mar" realmente acontecieron en tiempos de Ramsés III, y ya se ha escrito un montón de libros de textos universitarios donde esto es lo que se enseña, y hasta se han acotejado o hecho encajar un montón de hallazgos arqueológicos con esta tesis, y de seguro nadie del mundo académico va a estar dispuesto a cambiar nada al respecto, por muy evidente que sea (para cualquiera que domine la gramática egipcia antigua) ese inexplicable hecho de que los textos se hubieran redactado (más bien copiados) con una gramática y un vocabulario ya en desuso por lo menos desde unos 600 o 500 años antes, justo desde los tiempos del final de la guerra contra los Hykssos.
Crantor da fe de cómo ciertos sacerdotes egipcios le mostraron una estelas o columnas con inscripciones jeroglíficas egipcias sonde se narraba la misma historia de la guerra contra los Atlantes. Lamentablemente sabemos en qué parte de Egipto estaban tales estelas o columnas, pero de lo que hoy conocemos, de lo que se ha conservado, no hay mejor candidato que el templo de Medinat Habu. Considero muy probable que estas columnas o estelas con la narración de la misma guerra contra los atlánticos que los sacerdotes describieron a Solón de las que nos habla Crantor sean la mismas que hoy se conservan en el Templo de Medinat Habu de Ramnsés III, y los sacerdotes sabían que era la misma historia de la guerra contra los atlantes que había sido plagiada o re-utilizada propagandísticamente por Ramsés III. Todo esto lo tengo publicado en la serie de Atlantología Histórico-Científica, por si alguien desea profundizar en el tema.
Como dato de interés, señalar que yo mismo he descubierto aquí en Iberia varias claras representaciones en grabados rupestres de la Edad del Bronce de algunos de esos "Pueblos del Mar", de los que tienen el tocado emplumado (erróneamente identificados con los Filisteos, cuando eso no se señala en ningún texto egipcio) con sus típicas espadas y dagas y hasta barcos del mismo tipo con prótomo anadiforme, o sea, en forma de pato, tal como se ven en las mismas paredes del templo de Medinat Habu. Uno de estos sitios rupestres sale en el nuevo documental de National Geographic, Atlantis Rising, producido por James Cameron y dirigido por Simcha Jacobovici con un guión basado principalmente en mis investigaciones (que son las que se defienden como la teoría más verosímil en el mismo documental) y que ya fue estrenado el pasado 29 de Enero en National Geographic Channel (EE.UU). Pronto, a partir del 6 de marzo, ya veremos el documental en NatGeo España. + info sobre el documental y mi último libro sobre tal guió y lo que se filmó aquí en España y costas del Atlántico en: http://www.AtlantisRising.es
Un cordial saludo,
Georgeos
Apreciado Georgeos:
Una vez más, gracias por sus extensísimos comentarios y puntualizaciones, con tanta información de interés a disposición de los lectores de este blog. En su momento ya le comenté que yo discrepaba de algunas de sus argumentaciones, pero reconozco el trabajo realizado a largo de tanto tiempo en campos como la mitología, la historia, la arqueología y la filología.
Un saludo cordial,
Xavier
Me parece también muy interesante la descripción que se da a Atenas en el Critias, cuando los sacerdotes egipcios cuentan a Solón cómo Atenas salvó a Egipto (y a sí mismos) de la invasión atlante.
Esa civilización ateniense era anterior a la que históricamente conocemos, ni siquiera Solón sabía de su existencia. En el Critias se hace una descripción de cómo era, con una clase guerrera de 20.000 soldados (y soldadas), sin bienes pero teniendo todo lo que necesitaban gracias a otra clase artesana y agrícola. Los guerreros vivían en la Acrópolis, que entonces era mayor que en la actualidad.
En el relato se dice que frenaron la invasión atlante, y que poco después ocurrió la destrucción de ambas civilizaciones, el hundimiento de la Atántida y, en otra catástrofe simultánea, de Atenas.
Me sorprendió ese dato que no conocía, la Atlántida eclipsa a aquella Atenas. Quizás la destrucción de Atenas esté relacionada con Santorini, aunque no parece que fuesen los minoicos por el tema del ejército.
En los textos se cuenta como Solón hablaba con los sacerdotes sobre como el conocimiento humano se había reseteado varias veces a lo largo de la historia, y cómo los egipcios ponían ese empeño en documentarlo, para que no se perdiese. En esas sale el tema de Atenas, y la Atlántida.
También mencionan que ocurrieron varios diluvios/inundaciones.
¿Qué opináis del tema? En esta web se ha hablado varias veces de los "reseteos" de la humanidad.
A mí me gustaría conocer más de aquella Atenas prehistórica, si es que existió realmente.
Gracias Cobalt
Por lo que yo sé (o lo que me enseñaron en la universidad...) en las fechas propuestas por Platón Atenas no existía como ciudad, y posiblemente ni siquiera como aldea. Fíjate que si tomamos las fechas literales nos iríamos hacia 9.500 a. C. y por aquel entonces Grecia todavía no había llegado ni al neolítico. Yo soy de los piensan que Platón mezcló historia con ficción para el interés de su relato, si bien en el mundo académico se da por hecho que todo (o casi todo) fue una fantasía de Platón con fines moralizantes.
Lo del "reseteo" o diversas eras de la Humanidad ya es otro tema, que encaja en un escenario de historia cíclica, que nos coloca en un modo de pensamiento distinto (no lineal, sino "circular"). Yo creo que es posible, pero entonces deberíamos ver cómo juntamos las piezas geológicas y arqueológicas disponibles y tratamos de compararlas con la mitología.
Saludos,
X.
Publicar un comentario