En artículos
anteriores he tenido la oportunidad de referirme al famoso enclave arqueológico
libanés de Baalbek, cuyos restos megalíticos –básicamente en la plataforma del
templo de Júpiter– llevan siendo objeto de agria discusión desde hace décadas
entre la arqueología alternativa y el estamento académico. En su momento ya
expuse con detalle toda la controversia creada, con las teorías y explicaciones
de unos y otros, y a estas alturas prácticamente está todo dicho. En realidad,
muy poco se ha avanzado en los últimos años, aparte del descubrimiento de
nuevos bloques ciclópeos en la cantera próxima –cuyo peso estimado supera
ampliamente las 1.000 toneladas– y el reconocimiento oficial de la
existencia de unas grandiosas estructuras previas al proyecto romano.
Así pues, para los
interesados en recuperar los argumentos principales me remito a esas entradas anteriores.
Ahora bien, en este blog suelo pecar de “demasiada letra y poca imagen”, tal vez por mi bagaje académico. En este sentido, y siguiendo la
moda visual que manda ahora en Internet (no diré si para bien o para mal), he
creído conveniente incorporar en esta entrada un interesante y completo vídeo de
origen ruso sobre la polémica de Baalbek. Este trabajo destaca por ofrecer un
gran despliegue de imágenes panorámicas y particulares del conjunto
arqueológico (incluyendo recreaciones en 3D) y bastantes primeros planos de
detalles de construcción que normalmente no aparecen siquiera en las habituales
fotografías. En cuanto a su enfoque, el tono general es moderado, aséptico y alejado de sensacionalismos, pero
la teoría de fondo es inequívocamente alternativa, pues se cuestiona sin
ambages la autoría romana de la famosa plataforma megalítica a partir de las
evidencias sobre el terreno.
La narrativa es
directa, explicativa y apta para los profanos, en un formato de 25 minutos que
es muy de agradecer: lo bueno, si breve, dos veces bueno. Eso sí, lamento
comunicar que está en inglés (a la espera de una oportuna subtitulación), pero
para los que se manejen un poco en la lengua de Shakespeare no les resultará
complicado seguir el audio. En cualquier caso, aun sin entender el contenido de
las explicaciones, las imágenes hablan por sí solas (apliquemos el tópico de
que una imagen vale más que mil palabras),
permitiendo al espectador hacerse una sólida idea de la “herejía” megalítica
insertada en medio de un yacimiento romano.
Sólo como guía para
destacar lo más relevante del documental, cito estos puntos de atención:
- Los diferentes tipos de obra superpuestos y la variedad de estado de erosión.
- La precisión en la colocación y ensamblaje de los enormes bloques, con superficies biseladas y pulidas en las juntas. El espacio entre bloques es prácticamente inexistente.
- Los planos cercanos de todos los megalitos: los de la base, el trilithon y los bloques de cantera.
- Las marcas de trabajo de unas herramientas indeterminadas sobre los megalitos.
- Indicios de que los bloques fueron trabajados con máquinas.
- Los sistemas de transporte de grandes bloques de piedra en el pasado, incidiendo en el famoso caso del pedestal ciclópeo[1] que sustenta la estatua ecuestre del Zar Pedro I en Rusia, obra realizada en el siglo XVIII.
Finalmente, cabe señalar
que el autor del documental, Igor Alexeev, deja abiertas las grandes preguntas
que todavía esperan respuesta: si los romanos no construyeron esa plataforma,
¿quiénes fueron? ¿Y cuándo y cómo la hicieron? Yendo más allá, me planteo personalmente una
última cuestión: es evidente que en Baalbek había en marcha un gigantesco
proyecto que quedó inconcluso casi de la noche a la mañana y que nadie retomó,
quedando la estructura ciclópea abandonada y los bloques de la cantera
inacabados hasta que mucho después los romanos edificaron allí sus grandes monumentos[2].
¿Qué sucedió? Nadie lo sabe, pero para empezar tendríamos que inferir que en un
tiempo remoto indeterminado alguien empleaba una tecnología de construcción muy
avanzada.
© Xavier Bartlett 2020
[1] Bloque enorme de granito de unas 1.500 toneladas de peso
originalmente, aunque fue bastante reducido (tallado) para la obra final.
[2] Cabe insistir en que para el estamento académico hay indicios de que el lugar fue un antiguo santuario al menos desde tiempos de los fenicios, pero se sigue afirmando que toda la obra megalítica fue romana, a pesar de que a lo largo de los siglos los romanos no hicieron uso de enormes bloques, ya que disponían de otras soluciones y recursos más viables.
[2] Cabe insistir en que para el estamento académico hay indicios de que el lugar fue un antiguo santuario al menos desde tiempos de los fenicios, pero se sigue afirmando que toda la obra megalítica fue romana, a pesar de que a lo largo de los siglos los romanos no hicieron uso de enormes bloques, ya que disponían de otras soluciones y recursos más viables.
4 comentarios:
Hola Xavier
Muy bueno el artículo aunque las preguntas siguen sin respuesta lamentablemente.
Me llama la atención, entre otras mil cosas, la similitud con la base del templo de Salomón.
El video tiene subtítulos en español también.
Saludos
Roberto
Gracias Roberto
En primer lugar, gracias por el dato de los subtítulos en español; no me había fijado, y eso facilita la comprensión, por supuesto. En cuanto al bloque del templo de Jerusalén, ya se menciona en el documental como un evidente paralelo. Ambos lugares se hallan en la misma región y fueron erigidos en una época indeterminada, que vendría a corresponder con una era megalítica global (que a mi juicio es muy anterior a las dataciones dadas por el estamento académico).
Saludos,
X.
En Baalbek se podría descartar la posibilidad de que pudiesen "fabricar" in situ las piedras, con algo parecido al cemento, porque hay un bloque colosal en la cantera.
Hablando de rusos, ellos también tienen lo suyo en Gornaya Shoria.
Gracias Cobalt
En principio, eso parece, que no hubo fabricación artificial, pues están los bloques de cantera (creo que hasta ahora hay tres identificados) y además con marcas de algún tipo de herramienta. Lo de Gornaya Shoria sí que sobrepasa todo lo imaginable (si realmente es una estructura humana), como ya expuse, pues allí los bloques superan las 3.000 toneladas. No es extraño que el estamento oficial se empeñe en afirmar que es una curiosa formación geológica.
Saludos,
X.
Publicar un comentario